Off: Welcome to the jungle
Te robo el código para la música reducida, Xres. (?)

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Nave espacial Rhino - Camino al sistema Gukel, Ruwhania


Mientras ambas compañeras se preparaban para relajarse una vez puesto todo en control, Ellie seguía recostada en su cama, mirando al techo sin mediar palabra. De un momento a otro se levantó y se dirigió hacia el puente de la nave, donde se encontraba su hermana y Laurie. Junto a los controles del puente, podía observar el basto y casi infinito espacio exterior que les rodeaba, ellas eran apenas una minúscula partícula invisible comparadas con la inmensidad que yacía allí fuera. Se acercó a uno de los ventanales y observó: Miles de millones de estrellas, cúmulos de diversas tonalidades vestían el cosmos de diferentes colores de viese donde se lo viese, una verdadera vista maravillosa para cualquiera que se detuviera un sólo segundo a observar lo que le rodeaba.

La pelirosa se percató de la vista perdida de su hermana en la ventana, quien estaba sonriendo, por primera vez en mucho tiempo, la había visto sonreír. Le dio un codazo a Laurie y señaló con la mirada para que la rubia también viese aquel "milagro". Laurie se puso en jarras y esbozó una sonrisa también, luego, ambas chicas salieron del puente conversando entre ellas y dejando a Ellie tranquila. En ese instante, entró Ayumi, quien se dirigía a hablar con las chicas, pero al no encontrarlas en el puente, sólo se percató de la presencia de Ellie.

-O-Oh, Ellie, ¿Sabes donde se fueron las chicas?
-Han ido al comedor, puedes alcanzarlas.
-Gracias, no gustas en venir también? Ya sabes... para no quedarte sola aquí.
-No... me gusta la vista, ve tú...
-Entiendo, te veo al rato entonces.

Ayumi salió del puente y Ellie quedó sola, observando la ventana.

Ya en el comedor de la nave, Ayumi localizó a sus compañeras entre una de las tantas mesas vacías, junto a una esquina. La mesa era relativamente simple, un sostén central pegado al suelo y 6 banquetas de tamaño normal, 2 en cada costado y 2 en cada esquina por igual. Habían escogido una mesa que estaba colocada junto a una ventana que daba directo al exterior, así que también podían disfrutar de una buena vista espacial mientras hablaban y comían. Ayumi sonrió y se acercó hasta la mesa para sentarse. Ya antes de llegar escuchaba que Laurie y Katia parecían estar discutiendo por alguna estupidez chistosa, como de costumbre.

Música

-Pero es injusto! Alguna trampa debes de hacer, es imposible que siempre ganes tú!.- Dijo refunfuñando, mientras la pelirosa se tapaba la cara de la risa, estaba tentada y no podía aguantarse, y esto sólo hacía frustrar más a la rubia.
-Eh... me perdí de algo?
-Ayumi! Katia hace trampa con el Piedra Papel y Tijeras!
-Que no es trampa! Eliges siempre piedra!!!! HAHAHAHA!!!
-Siempre que tenemos que resolver quien se queda con la porción de queso más grande, me sale con el piedra pepel o tijeras, es frustrante!
Ante aquella absurda discusión, Ayumi no pudo evitar comenzar a reír también. De un momento a otro, Laurie se preparó un Sándwich puramente de queso, y antes de que pudiera darle el primer mordisco, la pelirosa se lo robó de las manos y comenzó a comerlo.
-Demasiada lenta! Gano de nuevo (?)
-Hey Katia, te apuesto ese sándwich a medio terminar, si te gano en piedra papel y tijeras, me lo das!
-Oh, una nueva rival... de acuerdo. Acepto.

Se prepararon y lanzaron: Ayumi le ganó a Katia con piedra vs tijera.
-Ehh...va de nuevo.
Segunda vez, ganó Ayumi con tijera vs papel.
-Jijiji...
-C-como...? La tercera es la vencida!
Tercera vez, ganó Ayumi de nuevo, Piedra vs tijera.
-...Increíble... me voy de vacaciones de este juego! Pero antes! ... Yo... eh... Exijo la revancha!
-Noup, ahora dame lo que me pertenece. (?)

La pelirosa le cedió el sándwich mordisqueado con la mirada baja, mientras la rubia le murmuraba una risita burlona al oído. Tomo un poco de bebida y la puso en un vaso, pero antes de que llegar a su boca, la pelirosa le robó el vaso y se tomó toda la gaseosa.

-H-Hey, ahora que hice?!

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Términa - Bastión de luz


Tras el golpe y el grito, el joven reaccionó con quien había chocado:

-¡¡MIRA POR DONDE VAS, IDIOTA!!
-Bueno bueno, pero si es el idiota de mi hermano! ¿Por qué esa cara larga campeón? :DDDD
-Ah... de todas las personas con las que podía chocar tenías que ser tú.

Annie, la hermana melliza de Nathan, lo observaba con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro. Le ayudó a levantar y le dio un golpecito en el hombro.

-Ahora en serio, por qué esa cara larga?
-Meh... Papá sigue rehusándose a entrenarme, aún cree que no estoy listo... que fastidio.
-Aún con eso? Ya te he dicho miles de veces, ya llegará el momento! Lo único que vas a ganar insistiendo tanto es que papá se enoje contigo.

-Humm...cambiando de tema, mamá me pidió que te buscase, el almuerzo ya está listo.

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Términa - Bastión de la Luz


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Nathan entonces acompañó a su hermana hacia donde su madre les esperaba. Recorrieron todo el ala este de del Bastión, donde estaban las dependencias más privadas de los altos cargos de la hermandad y donde se encontraba también un pequeño comedor en el que el Lord Comandante podía pasar el rato tranquilamente a solas con su familia. Ambos hermanos entraron en el comedor, pues la puerta estaba abierta. El comedor era una especie de terraza semi-abierta en la que se podía contemplar gran parte del paisaje del bastión y sus islas flotantes. En medio de la estancia había una mesa cuadrada de madera muy decorada y resistente de tamaño medio que tenía cuatro sillas, una a cada lado de dicha mesa. Esta estaba llena de comida y bebida, era casi una escena palaciega idílica, algo que contrastaba muchísimo con la anterior vida que habían tenido tanto Hyz y Rix en Ventar-9. En una de las sillas estaba Hyz, madre de ambos jóvenes sentada, esperando a que su familia llegase para comer. Al lado de esta estaba una especie de sirviente, que rápidamente salió de la estancia a la misma vez que los dos jóvenes entraron en esta para dejar intimidad a la familia. Hyz miró a sus hijos y con una plácida sonrisa les saludó.

-¡Buenos días, mis pequeños!

-Hola Mamá-Dijeron ambos a la vez

Annie y Nathan entonces tomaron asiento, uno frente al otro. Tras eso, Rix llegó al comedor.

-¡Papá! ¡Buenos días!-Dijo sonriendo

-¡Hola, pequeña!-Dijo acercándose a su hija y dándole un beso en la mejilla

Tras eso, miró a Nathan, el cual estaba muy serio, mirando su comida y tocándola con el tenedor, como aburrido y sin ganas de nada. Rix entonces acarició el pelo de su hijo.

-Hola de nuevo, campeón

Nathan desvió la mirada a su padre y puso una falsa sonrisa intentando disimular su estado de ánimo

-Hola papá...

Rix entonces se dirigió a Hyz y le dio un beso en los labios

-Hola cariño-Dijo con una sonrisa

Hyz entonces le devolvió la sonrisa y el saludo

-Hola cariño

El espadachín entonces se dirigió a la única silla que quedaba libre y se sentó. Tras eso, la familia empezó a comer y a charlar a la vez de sus quehaceres cotidianos y de su idílica y perfecta vida, la que ahora llevaban comparada con la que llevaban antes. En mitad de la conversación, Nathan terminó de comer y dejó el tenedor en la mesa de forma que se escuchó un gran estruendo, esto alertó a su familia y los tres le miraron.

-¿Qué ocurre, Nathan?

Nathan miró a su madre muy serio, segundos después miró a su padre con el mismo rostro.

-Papá... Mamá... Quiero entrenarme y entrar en los Guerreros de la Luz

Hyz entonces miró a Rix con preocupación, este miró también a su esposa y luego miró a su hijo. Annie por su parte miraba a Nathan con un rostro de preocupación también.

-Aunque digáis que no, la vida aquí se me hace demasiado monótona y aburrida, quiero hacer algo diferente, quiero entrar en la hermandad e irme por ahí, por el vasto espacio exterior y explorarlo en su totalidad, quiero hacer algo más que simplemente vagar día a día por el bastión... No hay gente de mi edad a parte de Annie... Necesito salir de aquí

-Entonces... ¿No estás cómodo aquí, hijo?

-No es eso mamá... Es cierto que la vida aquí se te hace muy monótona y aburrida si no tienes nada que hacer, como nosotros...

-¿Tú también, Annie?-Dijo mirando a su hija con preocupación

Hyz no dijo nada más y se mantuvo callada, mirando a su familia, mientras Rix por su parte meditaba la situación.

-Papá, creo que si tan sólo dejaras a Nathan entrenar contigo... Lo harías feliz y no estaría tan agobiado y triste

Rix seguía meditando, Hyz se mantenía sin decir nada. Tras unos segundos, el espadachín tomó una decisión.

-Está bien... Si tanto lo deseas, podrás entrenar conmigo, hijo.

Nathan entonces reaccionó rápido y le cambió radicalmente el estado de ánimo a eufórico.

-¿¡En serio!? ¡Yujuuuu!-Dijo alzando los brazos con euforia

Annie también estaba contenta por su hermano. Rix entonces miró a Hyz, la cual no estaba del todo de acuerdo con la decisión, pero no dijo nada. Entonces el espadachín la miró con preocupación.

-¿Y cuando empezamos?

Rix entonces miró a su hijo con una mirada desafiante y con media sonrisa en su rostro

-Ahora

Nathan asintió con la cabeza, algo sorprendido pero decidido y entusiasmado.

-Ve, prepárate en el campo de entrenamiento.

Sin más, Nathan se levantó de la mesa, con mucha ilusión y, junto a su hermana, se fue de allí, la cual también estaba feliz por ver a su hermano con tanta energía y entusiasmo. Tras eso, en la sala solo quedaron Hyz y Rix terminando de comer.

Despues del almuerzo, Laurie y Katia se dirigieron a la bodega. La pelirosa se quedo cerca de la puerta, pero Laurie fue al fondo. Pasando las estanterias con toda la comida y las armas, habia una celda. Una pequeña habitacion, con el tamaño para un grupo numeroso, sin una pared y con un teclado numerico como a dos metros al costado.
- Oye Katia, podrias venir un momento?
Katia se acerca y se pone a su lado.
- Que pasa?
- La celda es Naxramax
- ... Y?
- Solo quiero comprobar que no vamos a atrapar a esos tipos, irnos a dormir y despertar con un rifle en la cabeza.
- Wow, de acuerdo. Que quieres que haga?
- Entra ahi. - Laurie saco la tableta y comenzo a buscar la clave en los datos de la nave. Katia se puso en medio de la celda. La rubia puso la clave en el teclado y una reja bajo desde el techo hasta el suelo, separando la celda del resto de la nave. - ... Que moderno.
Katia tomo los barrotes uno por uno y comenzo a sacudirlos, intentando arrancarlos.
- Argh! Ni siquiera puedo moverlos. Son firmes. - saco el brazo por los barrotes e intento llegar al teclado, pero estaba demasiado lejos. - No. Muy seguro.
Laurie asintio, dio media vuelta y comenzo a alejarse.
- Ey! A donde vas?!
- No almorce. - recorrio los estantes y comenzo a recoger comida ahi mismo y hacerse otro sandwich.
- Y vas a dejarme aqui?!
- Tus cargos son robo de sandwichs, apuestas ilegales *ÑAM* y trampas en juegos y apuestas.
- Que no hice trampa!
- Todos dicen lo mismo.
Katia seguia quejandose y Laurie comia tranquilamente y riendo, cuando Ayumi entro en la bodega.
- ... Que esta pasando aqui?
- Katia esta en prision y yo al fin estoy comiendo algo.
- ... Ok, uh, le llevaron la comida a Ellie?
- Eso iba a hacer antes de que me encerraran!
- Oh, eh, ok hagamosle algo. - rapidamente comenzo a recoger cosas de aqui y de alla e hizo un nuevo sandwich con un poco de todo y un vaso de gaseosa en una bandeja - Esto estara bien. No tiene mucho estomago. Se lo quieres llevar tu?
- Ella no quiere ni hablarme...
- No te lo tomes como algo personal. A nosotras apenas nos habla. Si no te hace caso, solo dejale la comida y ya le hara caso. Seguro aun esta en la cabina.
- Hm, esta bien, como digas. - Ayumi tomo la bandeja y fue a la cabina.
- Quieres sacarme de aqui de una vez?!
- Vale, vale - acabo su sandwich de un bocado y fue a liberar a su prisionera.

Nave espacial Rhino - Camino al sistema Gukel, Ruwhania


Laurie liberó a la pelirosa de la celda y apenas se soltó, esta le apretó la nariz. con fuerza.

-O-Oye!! Eso es traición!
-Ah si? Hahaha... Hey, me pregunto que tal andará Ellie.
-Conoces la respuesta, a ver si Ayumi puede dejarle algo de comer y regresar rápido.
-Nah, sería bueno que alguien hablara con ella, además de nosotras.

La rubia asintió con la mirada y ambas salieron de la bodega.




Mientras tanto, en el puente, Ellie estaba sentada cruzada de piernas, con ambas manos sobre su menton, aún observando a la ventana. Ayumi entró por la puerta con una bandeja de comida en sus manos, Ellie desvió la mirada hacia Ayumi y la miro fijamente sin decir nada. Ayumi se acercó hasta la joven y dejó la bandeja a un costado.

-Veo que te atraen mucho las estrellas.
-Son...Interesantes. Sabías que al mirar a las estrellas, en realidad estás viendo el pasado de muchas?
-...
-Lo que vemos no es más que una imagen vieja de ellas que aún continúa viajando, posiblemente, muchas de esas estrellas ya estén muertas hace mucho tiempo.
-Estás informada, verdad? - Dijo esbozando una sonrisa y pasandole la mano por el pelo.-Venga, come algo.

Ellie miró a su acompañante durante un momento, y asintió levemente: Tomo un pequeño Buffin hecho de un extraño sabor dulce, al morderlo, no pudo evitar arrugar un poco la cara por su sabor indescriptible, a lo que Ayumi empezó a reír. En ese momento, Laurie y Katia ingresaron al puente y la pelirosa sonrió hacia Ayumi, para luego acercarse hasta su hermana y acariciarle el pelo.

-Bien, es un comienzo! A qué sabe?
-...No sabría decirte...

Y Katia entró a reír a carcajadas. Detrás de ella, Laurie miró a Ayumi con una sonrisa, y le mostró la mano, levantando el pulgar en señal de "Bien hecho".

-Bueno, tenemos para rato aún. Me pregunto que clase de "individuos" meteremos en esas celdas...

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Términa - Bastión de luz


Hyz miró a rix durante un momento sin mediar palabra, y soltó un largo suspiro.



-...Sabes que tarde o temprano iba a llegar el momento, no creo que aplazarlo más sirva de algo.
-No no, está bien, lo entiendo... Pero...
-...?
-Si vas a entrenar a Nathan, creo que lo más justo para los dos sería que no te olvidaras de Annie. A ella también le interesaría...
-Estás segura?
-Mejor que sea así. Confío en tí.

El espadachín mostró una sonrisa en el rostro y le dio un beso a Hyz en la frente, ya estaba por dirigirse al campo de entrenamiento.


-Gracias, verás que no pasará nada, no te preocupes.- Y sin más espera, Rix salió del comedor.





Ya en el campo de entrenamiento, Annie estaba acostada en el pasto junto a Nathan, casi dormitando mientra veía el cielo.


-Esto es taaaaaan aburrido...Por qué tarda tanto?

-A saber el! Pero ya quiero que venga, no puedo aguantar mas!


Nathan se puso de pie, y comenzó a dar vueltas de calentamiento por el campo de entrenamiento mientras esperaba la llegada de su padre, en eso, Annie tomo una pequeña piedra que había a su costado.


-Hey cabeza dura! - Dicho esto, le lanzó la piedra directo a la cara de su hermano, quien se agachó y la esquivo justo antes de que le impactara en la cara. Sorprendido, la miró con una mueca de enojo.
-Quería asegurarme de que estuvieras despierto y con los reflejos al día, parece que sí! Deberías agradecerme, Jiji.



Justo en ese momento, apareció Rix, por fin, Annie se levantó y con las manos en los bolsillos, se acercó un poco para escuchar lo que su padre tenía que decirle a Nathan.

Los tres estaban en mitad del campo de entrenamiento, el cual estaba vacío, sin un alma, ya que el horario de los entrenamientos y demás había cesado hacía ya un par de horas. Hacía una temperatura ideal, ni frío ni calor, aunque el cielo estuviese despejado y sin ninguna nube. El campo de entrenamiento era clásico, un gran círculo de arena en la isla central sin más, era un sitio destinado al entrenamiento básico para cualquier ser.

Música

Los tres se pusieron en el punto central de dicho lugar. Nathan estaba recto y dispuesto, mientras, Annie por su parte estaba unos pasos más atrás, como si con ella no fuese la cosa. Rix se puso enfrente de su hijo, llevaba los brazos escondidos debajo de la capa y tenía un tono algo serio. Acto seguido miró a su hija.

-Annie, acércate

La joven se sorprendió un poco y le hizo caso a su padre. No entendía por qué tenía que estar ahí cuando la cosa no iba con ella, al menos eso era lo que la joven pensaba. Annie se adelantó unos pasos y se puso a la altura de su hermano.

-Ambos habéis llegado muy rápidamente a la edad en la que debéis empezar vuestro entrenamiento... Esto va a ser extraño tanto para mí como para vosotros, pero es algo que debéis aprender. La defensa y el ataque básico. Aquí entrenaremos vuestro físico, seréis espadachines excepcionales... Si tenéis las aptitudes necesarias, podréis seguir avanzando y hasta puede que dominéis alguna magia... Pero eso llegará con el tiempo, el trabajo, la constancia y está claro que debéis ser aptos para tales poderes, si no, de nada servirá el entrenamiento en habilidades mágicas... Pero bueno, por ahora sólo nos centraremos en lo básico del entrenamiento físico.

-Un momento papá... ¿Yo también?-Dijo algo sorprendida por la espontaniedad de los acontecimientos

Rix asintió con la cabeza.

-A no ser que no quieras...

La joven dudó unos segundos, Nathan entonces giró su cabeza y puso la mirada en su hermana. Rix mientras tanto esperaba la respuesta con un tono serio. Tras esperar un poco, finalmente Annie miró a su padre y asintió con decisión. Rix entonces se cruzó de brazos, ya entonces se les podían ver un poco los brazos entre la capa, y sonrió.

-Bien... Vestiros con las armaduras que encontraréis allí-Dijo Rix señalando a una especie de casetilla de madera que había en uno de los bordes del campo de entrenamiento.

Tras largos minutos de espera, finalmente Nathan y Annie salieron de la casetilla totalmente vestidos con la ropa de entrenamiento. Nathan estaba totalmente enérgico y calentaba sus músculos siempre con una sonrisa y una ilusión notable. Annie también estaba ilusionada, pero algo no iba bien con su armadura, tenía un rostro de pudor y asco. -Papá... Alguien no ha lavado esto en mucho tiempo T_T Nathan soltó una carcajada, Annie le miró con desdén, acto seguido se olió su armadura y también le entró asco. -Tiene razón, esto huele a muerto-Dijo aún riéndose -¿Te hace gracia, idiota?-Dijo cruzándose de brazos y mirando aún con más desdén a su hermano

Rix entonces se acercó a ambos jóvenes de brazos cruzados y esbozando una sonrisa.

-En el mundo exterior el olor es lo de menos. Vamos, comencemos, coged un arma también.

Tras eso, ambos jóvenes se acercaron al estante de armas de la casetilla, pero para sorpresa de ambos, sólo habían espadas de madera

-¿Esto es una broma? -_-

-No, no lo es. Elegid una.

Ambos hermanos tomaron una espada cualquiera. Tras eso, siguieron a su padre hasta el centro del campo de entrenamiento de nuevo. Rix alzó su brazo derecho hacia un lado y un haz de luz rojo se formó en su mano. El haz de luz se intensificó hasta materializar la Mastermune en manos del espadachín. Tanto Nathan como Annie se pusieron en posición de combate, mientras Rix bajó su brazo empuñando la espada y se mantuvo quieto y mirando a sus dos hijos.

-Cuando acabemos os daré un regalo muy especial-Dijo esbozando una sonrisa

Ambos hermanos se miraron dubitativos.

-Nathan, tú primero, atácame con todas tus fuerzas.

Nathan sin pensárselo dos veces corrió hacia su padre y acometió contra él. Rix fácilmente esquivó el ataque con un simple esquive hacia su izquierda. El joven no se esperaba esa rápida reacción de su padre, por lo que quedó expuesto y descompuesto, tambaleándose un poco. Algo que hizo algo de gracia a su hermana, que no pudo evitar soltar una pequeña risa y tuvo que taparse la boca. Nathan se recompuso y se puso de nuevo en posición de combate. Rix miraba con un semblante serio a su hijo.

Música 00:53

-¡Otra vez!

Nathan volvió de nuevo a atacar, pero Rix hizo el mismo movimiento. El joven esta vez, algo más astuto contraatacó al lado en el que había esquivado su padre, pero éste con un salto hacia atrás, volvió a esquivar el ataque. Nathan se tropezó, cayó de rodillas al suelo y soltó su arma. Rix lo miraba sin decir palabra.

-¡Otra vez!

Nathan agarró con fuerza el arma y se levantó rápidamente y acometió contra Rix de nuevo. Esta vez, el joven lanzó una serie de ataques de furia muy seguidos que casi no le dejaban respirar. Rix repelió todos sus ataques con la Mastermune, sin esfuerzo alguno. En uno de los ataques, Rix repelió el ataque con tal fuerza que hizo que Nathan quedase desarmado tirando su arma por los aires. La cual cayó un par de metros detrás suya.

-¡Recoge tu arma y otra vez!

Nathan fue rápidamente a por su arma. Se sentía frustrado al no poder darle ni siquiera un pequeño golpe a su padre. Pero por otra parte lo entendía, era la primera vez que empuñaba un arma... Y así siguieron Rix y Nathan durante media hora. Los ataques de Nathan fueron todos fallidos o frustrados por Rix, ninguno le consiguió dar. El joven acabó muy cansado y su frente sudando mucho. Nathan se sentó en el suelo y tiró su espada porque no podía seguir, estaba totalmente agotado y respiraba muy seguido. Rix miró al joven y esbozó una sonrisa.

-La primera vez siempre cuesta, Nathan. Lo has hecho bien y le has puesto entusiasmo, eso también es positivo

Rix entonces desvió la mirada hacia su hija, quien seguía de pie y había observado todo el combate.

-¡Annie, tu turno. Haz lo mismo que tu hermano!

El viaje en el Rhino fue bastante pacifico. Poco despues del almuerzo, pasaron el limite de la UAC: un muro de acorazados, fragatas y otras naves de gran tamaño, junto a satelites espias y atracaderos. Era casi como un muro de naves, listo para enfrentar cualquier cosa que se atreva a pasar por alli.
- Se ve... Un poco excesivo, no?
Las cuatro se habian reunido en la cabina de la nave a ver la muralla. Todas estaban bastante sorprendidas, excepto Laurie, que se veia extrañamente seria.
- Tal vez no.
No hubo ninguna transmicion hacia la nave, ningun intento de detenerla, siquiera para pedir permisos de alguna clase.
- Vaya, se ve que todo estaba preparado... Aunque es un poco escalofriante.
La nave paso a toda velocidad entre las gigantescas naves y las dejo atras rapidamente. Luego de eso, el viaje fue solitario y tranquilo, por lo que las chicas no hicieron mucho mas que disfrutar la compania mutua o mirar las estrellas o los controles de vez en cuando. El reloj de la nave acabo marcando las 11:30 y las cuatro se reunieron en el comedor.
- De acuerdo. Llegaremos al sistema de la estrella mañana, cuando el reloj marque el mediodia. Por ahora lo mejor sera dormir, de acuerdo? Nos espera un dia largo.
Ayumi y Ellie se despidieron de Laurie y Katia y se fueron a sus habitaciones compartidas y se retiraron a dormir.
Ellie desperto poco despues de haberse dormido. Se acomodo para seguir durmiendo, aunque creia que no iba a volver a dormirse. Cuando se quedo quieta un momento, comenzo a oir un ruido extraño, como un zumbido que iba y venia.
Levanto la cabeza y miro alrededor. No habia nada fuera de lo comun en el cuarto. Miro hacia la cama de Ayumi... y vio que no estaba. La cama estaba armada como si nunca se hubiese acostado.
Se puso de pie y se acerco a la puerta. El zumbido continuaba y era mas fuerte en la puerta. Acaso habian descendido en la costa del planeta? Abrio la puerta y salio al pasillo.
No piso el suelo de metal, sino arena. Descubrio que habia acabado en una oscura playa.

Una playa oscura como si estuviese en una noche sin luna ni estrellas. Aguas negras e infinitas acariciaban la playa y se dio cuenta de que el zumbido eran las olas. Los restos de un bote estaban medio enterrados en la arena y habia un faro apagado a poca distancia. Alrededor de la playa habia un acantilado, haciendola inaccesible si no era desde el mar o escalando. Miro hacia atras, pero la puerta no estaba alli, sino una caverna oscura e infinita. Ellie se dio cuenta de que era un sueño lucido.
Camino un poco por la playa. La arena era suave y fria y no habia ni un poco de viento. A pesar de ser oscura, era apacible.
De pronto hubo otro sonido. Como una fuerte campana, que sonaba, callaba, y volvia a sonar. Miro alrededor intentando ubicar el nuevo sonido y vio el faro.
Se acerco rapidamente en un par de pasos. Parecia como si el espacio se deformara: dio media vuelta y parecia que la cueva estaba muy lejos.
Giro hacia el faro y abrio una puerta de madera. Una escalera caracol del mismo material que los muros subia por adentro del faro. La campana sonaba mucho mas fuerte ahi dentro y parecia que provenia de arriba. Subio la escalera rapidamente.
Llego a la cima del faro. Una habitacion pequeña con ventanales que permitian ver la playa y el mar. Habia ocurrido lo mismo que abajo: la escalera fue corta, pero desde alli arriba parecia estar a mucha altura. En ese sitio la campana se oia fuerte y clara y miro alrededor buscando la fuente.
Habia un escritorio contra un ventanal. Estaba cubierto de notas de diarios y en una esquina habia un aparato negro, cuadrado, con un disco con numeros en el medio y un tubo encima. Supo entonces que era un telefono, aunque nunca habia visto algo asi antes.
Contesto. Desde el auricular no se oia nada.
- ... Hola?
- Ellie Callahan - era una voz susurrante y grave, como de alguien que tuviese un severo problema de garganta.
- Quien habla?
Paso un tiempo hasta que hubo una respuesta.
- Ellie Callahan. Ya esta lista.
- ... Lista para que?
- Ha sido una larga espera. Finalmente se ha nombrado.
Hubo un fuerte golpe debajo del faro. Alguien cerro la puerta.
- Esto es solo un sueño.
- Los sueños seran nuestra puerta, Ellie Callahan. Las pesadillas seguiran tus ordenes. Las mentes de tus enemigos seran arcilla en tus manos.
Sonaban golpes por la escalera. Alguien subia los escalones, con pies pesados.
- No lo entiendo. De que hablas?
- Sabemos que no eres como los demas. Cuatro años es poco tiempo, pero haz crecido demasiado. Ves cosas que nadie mas puede ver. Pero todo tiene una razon, Ellie Callahan. Te han nombrado Cazador.
Los pasos se hicieron mas fuertes. Estaba en la habitacion, detras de ella. Dio media vuelta.
Habia una silueta oscura parada alli, como si alguien hubiese cortado el aire y hubiese quedado un hueco negro.
- ... Eres tu... La sombra de las paredes.
A pesar de estar alli, la voz aun surgia desde el telefono.
- He estado contigo todos estos años, Ellie Callahan. He dejado tu poder sin orden, para que seas como los demas demonios, para que estes lista pronto. Pero han decidido que es suficiente. Hoy te nombraran Cazador.
- ... Cazador de que?
- Del Terror.
Le surgieron ojos a la silueta. Dos pozos blancos en su cabeza, mas vacios que el resto de el. Otro par de ojos surgio en la habitacion. Y otro. Y otro...
- Hemos esperado este momento mucho tiempo, Ellie Callahan. Tu poder nos hara mas fuertes, nos quitara los limites. Seras parte de los seres mas poderosos y te serviremos como subditos.
Solo habia sombras y ojos alrededor de Ellie. Ya no habia faro ni playa. Siquiera el telefono estaba en su mano, aunque no recordaba haberlo soltado. Las sombras susurraban su nombre, todas al mismo tiempo en una tetrica cacofonia.
- Hoy solo sera el ritual. Pero cuando vuelvas a dormir... Veras lo que podras hacer.
De pronto, un tercer pozo blanco se abrio bajo los ojos como una boca y la sombra se lanzo con un chillido sobre Ellie.
Abrio los ojos y desperto. Intento moverse... Pero su cuerpo no le respondia. Estaba paralizada en su cama sin poder moverse. Miro a un costado: la silueta de su sueño estaba parada al lado de la cama. Estuvo alli un momento y luego se alejo silenciosamente hacia la puerta y la atraveso como un fantasma.
Ellie se sacudio subitamente cuando recupero el control sobre su cuerpo. Sea lo que sea que habia ocurrido, sabia que no habia sido del todo un sueño.

Annie se acercó más al campo, a tan solo un par de metros de su padre y se puso en posición de combate, como a punto de lanzarse directo hacia su "rival" con la espada de madera, sin embargo, durante todo el combate de Nathan, pensó que hacerlo sería en vano y pensó otra estrategia: Comenzó a rodear a su padre a paso ligero siempre dirigiendo la espada hacia el y con una mirada seria. Rix seguía la mirada de su hija, entonces, de un momento a otro, Annie amagó a correr hacia un lado donde atacaría a su padre pero en ese mismo instante retrocedió rápidamente y amagó por el lado contrario, como queriendo tenderle una trampa a su padre y darle un golpe desprevenido pero antes de que lograra tocarlo, Rix detuvo la espada con la palma de su mano sin siquiera inmutarse un pelo, con una sonrisa desafiante hacia Annie, quien, sorprendida por los reflejos de su padre, retrocedió rápidamente en ese instante al ver que el ataque no había funcionado, y, peor aún: El rival había tomado el arma por unos momentos.

-Agh...Casi! - Dijo mientras le daba una pequeña patada a la tierra por la frustración.
-¿Casi? Annie, has cometido un error crucial: Tu arma estuvo en mis manos el tiempo suficiente para que pudiese habértela quitado. En un combate real, sería un gravísimo error.
-Sí, bueno, tienes razón... pero ento... - Y sin terminar lo que iba a decir, la joven se lanzó hacia su padre intentando darle repetidas veces, pero el simplemente esquivaba todos los intentos, estaba un paso adelante de ellos y era más rápido. De un momento al otro, Rix desapareció de la vista de Annie quien miró a sus costados y al cielo intentando encontrarlo, entonces algo tocó sus hombros.

Antes de girarse, golpeó detrás de ella con la espada: Pero nada, le había pegado al aire. Rix estaba un par de metros alejada de ella. Corrió con todas sus energías y comenzó a lanzar golpes al aire intentando darle, hasta que en uno de esos golpes, Rix tomó la muñeca de la mano de Annie en la que sostenía la espada, y con una sonrisa en su rostro, negó.

-No te enojes por esto, de acuerdo? Es parte del entrenamiento. - Dicho esto último, levantó de repente a su hija y la dejó en el suelo, de espaldas, habiendo perdido la espada de sus manos, intentó arrastrarse para agarrarla de nuevo, pero Rix la pateó a un lado.

-No está mal. También lo has intentado bastante duro, con algo de paciencia y cálculo, diría yo.

A un costado del campo, Nathan llevaba una sonrisa de oreja a oreja viendo los intentos fallidos de Annie, quien le miró con una mueca de irritación. Acto seguido, Nathan le dio un pulgar arriba.

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Las horas continuaron transcurriendo con normalidad, ella seguía ahí, consciente de lo que había visto, lo sentía realmente. Se encontraba hecha casi un ovillo en la cama, abrazando sus piernas y con la mirada perdida, lo único que tenía en la mente eran aquellas sombras, la forma que estas tenían, pero algo más inquietante para ella, eran los profundos "huecos" blancos como ojos. Al mirarlos, había sentido que se perdía en ellos, como una especie de hipnotismo extraño, muy extraño. Nadie más la había tomado en serio, pero no le importaba, ella sabía que estaban ahí, mirándola, y aquella experiencia se lo acababa de confirmar por completo. Se sentó en la cama y miró hacia una esquina: Una pequeña luz roja circular permanecía quieta en la oscuridad de la habitación, en la esquina junto a la puerta y a unos metros de los pies de su cama.

Se levantó en silencio y, sin quitarle los ojos de encima a la luz roja, retrocedió hasta el interruptor de luz, esperando descubrir qué era esa luz: Lo encendió. Era Quincy, el robot mascota de la familia, quien la miraba con curiosidad. Su estado cambio: Esbozó una muy pequeña sonrisa y se acercó al robot, acariciándolo en la cabeza, no sabía en qué momento había llegado ahí, o por qué estaba ahí.

-¿Cuándo llegaste aquí?

El robot emitió una serie de pitidos, pero Ellie le puso la mano en el "ojo" en señal de que bajara el "volumen". Al igual que su hermana, Ellie entendía perfectamente lo que el robot decía, pues esta le había enseñado a entenderlo durante su niñez. Quincy se comunicaba, a su modo, decía que estaba preocupado, que la había visto dormir con los "ojos abiertos", que una silueta negra y profunda se había mantenido al costado de la cama todo el tiempo que el había estado allí. La IA de Quincy le permitía pensar más allá de unos simples circuitos. Ellie asintió y continuó acariciándolo en la cabeza.

-Entonces lo notaste también... Anda, vuelve con Katia.

Asintió y se retiró de la habitación. Miró a la cama que estaba en la otra esquina de la habitación: Ayumi dormía contra el lado de la pared, parecía bastante dormida. Apagó la luz y se recostó sobre la cama, mirando al techo, en la oscuridad.



Las horas pasaron, y todos los sistemas de iluminación de la nave se encendieron nuevamente, que en un estado anterior, estaban todos apagados hasta la proximidad a Ruwhania. Las cuatro ya habían despertado y se preparaban, finalmente, para descender a la superficie del planeta, en el punto asignado en el mapa. Reunidas en el punto de descenso, con un par de mochilas en sus espaldas donde llevaban provisiones y equipamiento, además de diferentes armas. Ayumi cargaba con su rifle de choque directo y una mira especial para detectar fuentes de calor en su ojo izquierdo. Laurie no estaba muy acostumbrada a llevar armas, pero portaba otro rifle, esta vez de plasma, con un cargador modificado y modos de disparo múltiples, tales como automático, semi-automático, y ráfaga dispersa, que consiste en lanzar varios proyectiles en un sólo disparo pero de forma dispersa. Katia llevaba una ametralladora de pulsos en su espalda, y en la mano, una pistola de plasma ligera.

Tras unos momentos, la nave finalmente se adentró en el planeta, internándose profundamente en la selva, mientras bajaban, la luz del sol dejó de llegar cada vez menos, oscureciendo el paisaje, mientras los pocos rayos de luz que intentaban penetrar la espesa vegetación se perdían en el intento. Miraron arriba: el hueco que la nave había dejado tras el descenso comenzó a rellenarse nuevamente de hojas, como si los árboles tuvieran una consciencia mucho más desarrollada y, de otra forma, no fuesen árboles. Finalmente la luz se cubrió casi por completo y la nave tocó la superficie. Los niveles de oxígeno eran óptimos para permitir la respiración natural allí, pero en caso de emergencia, las mochilas tenían mascarillas de oxígeno conectadas a dos pequeños tanques en estas. La luz solar era muy baja, la profundidad de aquella selva era mucho mayor de lo que la habían descrito, o eso sentían. La compuerta de la nave se abrió lentamente hasta mostrar el exterior:


-...Quién demonios se interna en este lugar a propósito?
-No lo sé, aunque viendo de cerca este lugar... no parece que haya sido por accidente.
-Lo mismo digo. Venga, activen la señal en sus muñequeras, es débil, pero aún está allí.
-...

Ellie fue la primera en bajar, ella sólo llevaba una pequeña pistola aferrada su cinturón, y equipamiento de la mochila. Entre los pequeños arbustos, se podían distinguir setas fluorescentes, algunas de color azul y otras verdes, y lo que parecían ser luciérnagas. Quincy se asomó por la compuerta de la nave, Katia le devolvió la mirada y le indicó que se quedara donde estaba. La compuerta de la nave procedió entonces a cerrarse nuevamente.

-No te separes mucho de mi, Ellie.

---

Comenzaron a caminar entre los arboles. Las plantas parecian moverse constantemente. Respondian al movimiento y se salian del camino cuando se acercaban. Sin embargo, intentaban volver a su sitio poco despues, de modo que debian moverse rapido para que no les atrapen los pies. Esto hacia que se moviesen rapidamente por la selva.
- La señal de la nave venia de un poco mas adelante.
- Bien. Buscare terreno mas alto y me hare un "nido".
- Enciende la radio. No dispares a la primera, espera a que te digamos. O la cosa se ponga fea.
- Por supuesto capitana! - Entonces Ayumi les dio la espalda y se fue entre los arboles.
Laurie, Katia y Ellie siguieron avanzando. Se agacharon y se escondieron entre los arbustos y las raices mientras se acercaban. Subieron una pequeña colina y se ocultaron.
A un par de metros, los arboles parecian dar paso a un sitio iluminado. Habia frente a ellas un area amplia donde las plantas habian sido cortadas o quemadas y los arboles se encorvaban hacia fuera. Una nave algo mas grande que el Rhino estaba en el suelo, con el metal seriamente golpeado y dañado y con chispas saliendo de los motores. En el centro del sitio habia un pozo y una estructura con unos cables que se hundian en la tierra.
- Parece ser una excavacion.
- Que buscan? Recursos? Para la nave?
- Ruinas? Quiza sean ruinas
- En posicion. Cambio.
Katia presiono un boton en su muñequera y hablo por alli.
- Ayumi, estas muy lejos?
- Apenas un poco al oeste en una colina. Logre subirme a la copa de un arbol, de esos que estan inclinados. Hay cables sosteniendolo de esa forma. Espero no salir catapultada.
- Ves a alguien?
- Hay tres tipos en la cabina de la nave, todos humanos. Parecen llevar, lo que me parece que son, viejas armaduras de RTI. O al menos lo que queda de ellas, estan hechas pedazos. Estan bastante distraidos y relajados, si solo entran a la nave armas en mano no deberian tener problemas. El sensor de calor detecta una "cosa" en medio de la nave, creo que cerca de la compuerta. Puede ser otra persona.
- Puedes decirme algo de la excavacion?
- Si hay alguien ahi abajo, y supongo que si, es una excavacion muy profunda. No veo nada.
- Bien. Adelante. - Laurie saco su arma. Katia y Ellie la imitaron.
- Ellie, no te separes de mi.
- Ya habias dicho eso.
- Pues consideralo doblemente dicho.
Las tres saltaron al sitio y corrieron rapidamente a la compuerta de la nave, poniendose una a cada lado como si fuesen fuerzas especiales, con Ellie detras de Katia. En medio de la compuerta habia una pequeña caja de metal. En una situacion normal (Y con normal seria con la nave estrellada y con los controles averiados), un miembro del equipo de rescate deberia abrir la caja para acceder a los controles manuales. En este caso, Katia uso unos disparos controlados para romper la caja y acceder a los controles.
Cuando la puerta estuvo abierta, ambas saltaron hacia delante apuntando con las armas. Estaba oscuro. Habia un sonido extraño, como un animal. Ambas encendieron las luces de sus armas.
Habia una criatura enorme, similar a un perro, pero con la piel oscura y escamada y los ojos de un reptil. Tenia seis patas con enormes garras y una boca llena de colmillos.

Lanzo un ladrido extraño y se lanzo de un salto contra las chicas. Laurie le dio un golpe con la culata del rifle, que lanzo a la bestia al suelo. La criatura se retorcio para levantarse rapidamente, pero Katia disparo su rifle y lo mato.
- Whew. Ayumi, dijiste que era un humano.
- Dije que PUEDE SER humano. Tengo un sensor de calor, no vision de rayos X.
- Alguna reaccion en la cabina?
- Negativo.
Las tres entraron en la nave, linternas en mano. El sitio era un desastre, lleno de basura, latas y restos de comida y parecia que nadie habia limpiado en mucho tiempo. Las luces estaban apagadas, pero la electricidad funcionaba: simplemente las habian apagado. Subieron una escalera corta y llegaron a un pasillo con una puerta al final, que daba a la cabina.
- Bien. Ellie, quedate debajo de la escalera y escondete. Quedate cerca de la puerta para que Ayumi te vea.
Ellie asinitio y fue hacia la compuerta. Laurie y Katia cruzaron el pasillo en silencio y se acercaron a la puerta. Se pusieron una a cada lado de la puerta, la abrieron y apuntaron sus armas hacia la cabina.
- Quietos todos o los cocino!

Y así siguieron, durante más de una hora y media. Los hermanos se iban turnando en el entrenamiento, ambos al cabo de dicho tiempo terminaron por los suelos y agotados. Nathan acabó tirado en la arena y boca arriba, sudando y con su espada a pocos centímetros de él descansando en el suelo también. Annie acabó de rodillas y con las manos apoyadas en el suelo recobrando el aliento aún agarrando su espada de madera. Rix al ver tal escena hizo desaparecer su espada y se puso en jarras esbozando una sonrisa.

-Chicos, entrenamiento acabado por hoy

Tras eso, en un sólo instante, ambos hermanos se miraron entre sí, asintieron con la cabeza y rápidamente se reincorporaron. Sin más, fueron hacia su padre, corriendo con la intención de atacarle. Mientras tanto, Rix cerró los ojos y suspiró con desaire. Cuando ambos jóvenes llegaron a la altura de su padre, éste pegó un salto mortal hacia atrás y esquivó el ataque de ambos. Los hermanos entonces se tropezaron al no esperarse tal acción por parte de Rix y cayeron ambos a la vez de cabeza al suelo mordiendo literalmente el polvo, mientras su padre reía.

-Vamos, por hoy hemos acabado

Nathan y Annie se levantaron a la vez, sacudiéndose el polvo. Estaban demasiado agotados como para hablar y entonces tuvieron que recobrar el aliento.

-Mientras os recuperáis, devolved el equipamiento a su sitio.

Tras eso, y tras hacer lo que su padre les había dicho, ambos volvieron al centro del campo de entrenamiento, ya sin ningún equipamiento de ningún tipo y con la ropa normal que llevaban antes. Allí les esperaba de nuevo Rix, de brazos cruzados.

-Bien... Lo prometido es deuda, ahora vuestro regalo.

Ambos hermanos miraron expectantes a su padre, con los ojos bien abiertos y sus cuerpos encorvados hacia adelante como señal de entusiasmo. Rix entonces materializó de nuevo su espada.

-¿Cuál es el regalo?

-¿Más horas de entrenamiento? T_T

-Esto es lo que querías al fin y al cabo, no cabeza de aguacate?-Dijo refiriéndose a su hermano y mofándose de él

Nathan entonces miró con desdén a Annie, mientras tanto, Rix se mantenía sin decir una sola palabra. El espadachín alzó el brazo con el que sostenía la espada y con la otra mano empezó a acariciarla y a pasarla una y otra vez. Poco a poco, una luz blanca y brillante se intensificó en la espada, haciendo que tanto Annie como Nathan quedasen totalmente cegados. Todo quedó en blanco para ellos, por más que querían ver no podían.

Música

Poco a poco ambos reobraron la visión. No estaban en el Bastión, estaban en otro sitio, un lugar totalmente nuevo, diferente, vacío... Parecía un sueño. El fondo era totalmente blanco, sin nada, una inmensidad blanca que era cruzada por unas extrañas nubes negras en la infinidad de aquel extraño lugar. Ambos se miraron entre sí con un rostro de sorpresa absoluto y luego miraron sus manos, parecía ser lo único físico y existente de ese lugar. Luego miraron al frente y estaba su padre, sin su arma, acompañado por dos extrañas criaturas, algo más bajas que medían aproximadamente menos de un metro y medio.
Ambas criaturas eran exactamente iguales, sólo les diferenciaba una especie de cuello de su túnica que estaba de diferente color; uno verde y otro morado. Una de las criaturas entonces habló.

-¡Rix, cuánto tiempo viejo amigo!-Dijo con una voz aguda mirando al espadachín con los brazos detrás de su espalda, la cual era la típica postura que ambas criaturas tenían siempre-¡Mune, qué de tiempo para ti también hermano!-Dijo mirando a la otra criatura de cuello morado.

-Para todos ha pasado mucho tiempo-Dijo con la misma voz aguda pero algo más chillona y asintiendo la cabeza

-Vaya, esa vieja de Tríodes tenía razón, puedo controlar la Mastermune en su totalidad al ser yo mismo de nuevo-Dijo algo entusiasmado y con los brazos en jarras

Nathan y Annie no entendían nada, su rostro era totalmente un cuadro, ambos estaban boquiabiertos.

-¿¡Pero qué está pasando aquí!?-Dijo con un grito que se escuchó con eco en todo aquel lugar

De pronto, tanto su padre como las dos criaturas callaron y miraron a los jóvenes. Las dos criaturas cruzaron los brazos a la vez y dieron unos pasos hacia adelante, acercándose a los hermanos. La criatura de cuello verde se acercó a Nathan y la de cuello morada de acercó a Annie. El joven miró con sorpresa a la criatura y con un rsotro desconcertante, mientras Annie miró a la suya con un rostro de asco y vergüenza. Entonces, ambas criaturas desviaron la mirada hacia Rix, el cual se mantenía un par de metros enfrente de los jóvenes de brazos cruzados.

-¿Quién es este mozalbete y esta jovencita?

-Nathan, mi hijo y Annie, mi hija

-¿Qué es todo esto, papá?

-Ellos son Masa-Dijo mirando a la criatura de cuello verde-y Mune-Dijo mirando a la criatura de cuello morado-Son los espíritus de unos antiguos y legendarios herreros que vagaban por toda la galaxia forjando armas a la antigua usanza pero con un poder muy especial. Sólo los líderes de los imperios más ricos y poderosos obtenían una cita con ellos dos y podían darla solamente una petición. Antes de la muerte de ambos forjaron dos armas, dos espadas, que contendrían sus almas tras morir, así su legado nunca moriría. Estas armas fueron hechas con un material muy poderoso, tanto que es considerado indestructible y mortal al mismo tiempo, un material que puede derrotar a la mismisima oscuridad y luz por igual sin que haga falta un previo entrenamiento para ello

-La roca arcoíris...

-Exacto

Annie entonces miró con sorpresa a su hermano

-¿Cómo sabes eso?

-Bueno, he leído cosas sobre ese material en la biblioteca del bastión, está llena de información sobre estas cosas...

-Y no sólo queda ahí la cosa-Dijo caminando de un lado a otro con las manos tras su espalda-Si estas dos espadas se unen se forma la Masamune

-La legendaria Masamune......-Dijo de brazos cruzados y meditando

Annie miró con desdén a su hermano, este entonces se puso la mano tras la cabeza con vergüenza

-Pero ahí no queda la cosa-Dijo yendo de un lado a otro al igual que la otra criatura y con la misma postura-La legendaria Masamune se puede combinar con otras espadas, haciendo que su poder se incremente aún más, formando la Mastermune que conocéis de vuestro padre-Pero eso no es todo, la espada que se combina con la Masamune puede quedar marcada con un gran poder incluso después de haberse fusionado y cuando la Masamune se desprenda de ella, formando la Máster-El poder de las tres espadas juntas es brutal y magnífico, cuando estas se separan pierden ese brutal poder, pero aún conservan el poder ancestral que se les dio a ambas, a Masa y a Mune

-¿Las espadas también se llaman como vosotros?

-Correcto-Dijo aún dando vueltas junto a la otra criatura

-En su tiempo busqué la Masamune por un propósito personal que me ayudaría, pero la Masamune estaba custodiada por ellos dos en una cueva de un planeta que ya ni recuerdo... Me retaron a un combate y les gané a ambos, así fue como conseguí la Mastermune y me gané el respeto de estos dos espíritus... El caso es que he vuelto a separar las espadas. Yo me quedaré con la Máster, mi antiguo estoque reconvertido en espada y con mucho más poder que antes. Vosotros os quedaréis con Masa y con Mune, aprenderéis a manejarlas y os convertiréis en espadachines excepcionales

-¿Y con cual me quedo yo?

Las criaturas entonces pararon de dar vueltas y ambas miraron a ambos hermanos muy detallada y profundamente. Acto seguido las criaturas se miraron entre sí y asintieron con la cabeza

-Yo me quedaré con la jovencita

-Y yo con el mozalbete

Acto seguido, ambas criaturas se pusieron al lado de cada uno de sus espadachines. Rix entonces asintió con la cabeza. De nuevo, una luz cegadora proveniente del cielo cegó a ambos hermanos, dejandoles temporalmente sin visión alguna...

Fin de la música

Y volvieron a aparecer en el campo de entrenamiento, tanto Rix como sus hijos, como si nada hubiese pasado, con la único cambio de que ahora en sus manos tenían unas espadas...

Rix entonces miró a sus hijos, estos estaban aún confusos, empuñaban sus nuevas espadas y las miraban totalmente pasmados. El espadachín esbozó una sonrisa e hizo desaparecer su nueva espada.

-¿Cómo has hecho eso?

-Simplemente piénsalo

Nathan entonces desvió la mirada hacia su espada y cerró los ojos concentrándose en esta. Un haz de luz blanco salió de la palma de su mano y la espada desapareció. Annie repitió el proceso y pasó lo mismo.

-Wow...

De pronto, unos sonidos extraños se escucharon en todo el bastión, todo parecía retumbar, aún estando en islas flotantes. Rix entonces alzó su mirada al cielo y vio una flota entera de naves entrar en la atmósfera del planeta tras un viaje de velocidad luz. Las naves descendían y se dirigían hacia el Bastión de la Luz. Se podían contar unas cien naves pequeñas, cincuenta medianas y tres naves enormes, una de ellas más reforzada y bien decorada y armada que las otras, parecía ser la nave nodriza. Todas las naves llevaban el emblema Serx, lo que alivió a Rix cuando vio esto. Nathan y Annie miraron al cielo, tal vez un poco temerosos al ver tal flota y tales inmensidades de naves aparecer tan de repente y dirigirse al Bastión.

-¿Quiénes son, papá?-Dijo mirando a Rix

-Aliados... Amigos...-Dijo esbozando una sonrisa mientras seguía manteniendo su mirada en el cielo

Todas las naves excepto la nodriza se mantuvieron paradas en el cielo, en cambio, ésta bajó al puerto espacial para estacionarse allí. Se le dio autorización y entró. Una vez entró en el puerto espacial Rix dejó de ver la nave nodriza por lo que miró a sus hijos para decirles algo

-Chicos, el entrenamiento por hoy ha acabado. Sed responsables con vuestras nuevas espadas, no las utilicéis a lo loco, aún no estáis del todo preparados para blandirlas. Confío en vosotros-Dijo dándole un beso en la frente a cada uno

Sin más, Rix se fue del lugar hacia el puerto espacial, mientras que en el campo de entrenamiento quedaron Annie y Nathan, quienes se dispusieron a volver al Bastión.

Un castillo en ruinas, lleno de una niebla espesa, con una oscuridad latente en cada rincón, luces tenues y débiles intentando ''iluminar'' la zona. Un cielo en eterna noche y oscuridad. En uno de los laterales del castillo, se encontraba una nave enorme, estrellada hace ya siglos. En una sala, casi sin paredes y con columnas que sostenían como podían el lugar, se encontraban los Hermanos de las Sombras; El Asesino Axant, el Guerrero Zolgbex, el espadachín Xir, el Alquimista...

Música

Parecían haber nuevos miembros, como una chica humana con tez oscura que llevaba puesto la túnica de la hermandad, y otros dos que estaban encapuchados y no se les podía ver el rostro. Todos hacían sus quehaceres cotidianos, algunos charlaban con otros, unos daban vueltas meditabundos, otros simplemente se mantenían sentados o de pie encerrados en sus más profundas cavilaciones. Más arriba, en lo alto de uno de los torreones que aún quedaban en pie de ese funesto castillo, se encontraba Xerxs en un ventanal roto, mirando a la inmensidad, un mar de árboles muertos y sin vida se presentaba ante sí y una gran luna en el cielo brillaba con tal fuerza que hasta parecía que palpitaba. Otro encapuchado, pero esta vez con una armadura de cuero pertrechado y azulada, no perteneciente a la hermandad, se presentó en donde estaba el portador.

-¿Alguna noticia?

--Me temo que no, tenemos que seguir buscando

-Nunca he escuchado hablar de ese lugar... ¿Seguro que es buena idea buscarlo y llegar ahí? Las historias que cuentas son espeluznantes

--Lo sé... Pero ya te expliqué que para que la Oscuridad triunfe y este universo sea un sitio mejor para todos es necesario que sea reconstruido desde el principio

-Pero... ¿No moriremos?

--Sólo morirán aquellos que tú quieras que mueran

Xerxs no dijo nada más y siguió contemplando la inmensidad que le rodeaba desde lo alto del torreón. Bajo su capucha, unos ojos brillantes y un esbozo de sonrisa se hicieron notar, mientras que el encapuchado azul se retiró en una especie de portal azul.

Personajes:

Nyentí es Rowarty en otra dimensión, ambas conectadas entre si, la diferencia era de que ella se sometió a un arduo entrenamiento para manipular energía cósmica desde temprana edad, sus circunstancias eran distintas y el enemigo era otro; el objetivo de esta chozo dimensional fue sellar dentro de ella a un dios milenario que causaba caos y algunos decián que era el responsable de la mala fortuna, si hacia algún bien, siempre era con algún beneficio personal o causando estragos, muchas vidas se perdían por la inestabilidad de esta poderosa entidad, pero el gran imperio Chozo nunca se quedó de brazos cruzados, y a este dios al que llamaron "Ohtar" que en Chozo significaba "caos", decidieron darle caza, ya sea interrogando a sus seguidores, aniquilando a sus fanáticos y persiguiendo a sus esbirros mas cobardes. Esta cruzada tomó centenares de años, mucho antes del nacimiento de Nyentí en aquella dimensión, pero cuando ella ya fue adulta, el desenlace de esta guerra estaba por darse, estaban apunto de erradicar a esa maldición de esa dimensión, pero cuando lanzaron un ataque frontal, Ohtar seguía regenerándose y se metia en la mente de sus atacantes solo para gritarles "¡Una deidad no puede morir!", fue entonces cuando los sabios del planeta Zebes de la otra dimensión, optaron por encerrar a Ohtar, y esta tarea se la dieron a Nyentí quien tenía un EC puro y blanco opuesto al de la entidad del caos, otros chozo pese a cualquier entrenamiento resultaban compatibles con la EC de la deidad y por lo tanto no eran buenos prospectos para sellarlo.

Pero ¿De dónde sacaba Nyentí todo su poder?, ¿Por qué era tan pura?, la respuesta era... Las mismas dimensiones, otros lugares en otro plano, solo ella era la única con clones de si misma dentro de otras realidades, con una conexión, una determinación, sentido de la justicia, amor por la vida y deseo de vivir; todas compartiendo energía, pero Nyentí era la única conciente de esto y fue la llave de la victoria contra Ohtar, que cuando fue sellado, era una prisión impermeable que no podía corromper con su EC caótica, claro no podía hacer nada desde adentro de esa cárcel, sin embargo ¿Qué pasaba si alguien desde afuera pudiera hacer algo?, por eso durante décadas, la deidad intentó reunir a sus dispersos esbirros con la poca EC que emanaba de Nyentí, cuando ella no se daba cuenta, solo cuando la chozo dormía; los últimos seguidores de Ohtar eran una raza llamada Ssarathi, reptiles humanoides que fueron cegados por la voluntad de la deidad durante la guerra contra los Chozo, estos fueron erradicados en totalidad por la flota del Coloso de Krafpta, la elite del otro Zebes dimensional, lastimosamente un puñado de estos zelotes gracias a la guía de Ohtar lograron colarse a la dimensión actual.

Los Ssarathi son hábiles para manipular especies, ya sea solo con simples palabras o forzando su energía dentro de las víctimas, por lo general solo aquellos que sean ignorantes de la EC, sean de mente debil o que su personalidad sea compatible entre los dos seres involucrados, caen ante estas tácticas, por lo tanto los Chozo son técnicamente inmunes, pero no tanto los Plagcid que tienen voluntades parecidas y deseos retorcidos, es por eso que ahora los Plagcid hacen estos movimientos extraños y cumplen fuera de su voluntad, los deseos de la deidad caotica, con el objetivo de usar Zebes como catalizador para invocar a Ohtar parcialmente, ademas de tenerlo cerca del planeta capital del imperio evitaría que Rowarty se purifique de la energía negativa del ritual, esta misma energía que a debilitado la fuerza para contener al dios del caos, Rowarty solo tendría que ir a la "cueva del origen" en Zebes para erradicar la energía que quiere liberar a Ohtar, pero sería asesinada si tan solo intentase acercarse por los Ssarathi y sus nuevas marionetas, los Plagcid.

- Claro, pero hay un plan y la única oportunidad de detenerlos; Rowarty debe invocar a la flota Chozo de la otra dimensión quien escoltaría hasta la órbita de Zebes y contendrían al enemigo mientras otra escolta iría con la chozo a la cueva del origen bajo la superficie del planeta. - Continuó.
- Eso es lo que escuche en mi mente, mientras mas nos acercamos a Klendatú mas rara me siento. - Cwen se tomó todo su café en un sorbo, totalmente perplejo.
- Vaya... Asi que no es totalmente suicida... Pero quién te dijo eso? Nyentí?
- No, alguien mas pero siento la paz y bondad en su voz, es extraño pero solo por eso se que es confiable.
- Ahora la pregunta mas importante es... Como diablos invocar una flota de otra dimensión...
- Aparecerá el modo de invocarnos en el momento oportuno dijo la voz.
- Eso es demasiado loco, esperar refuerzos dimensionales, nadie nunca, estoy seguro que ha... esto es ciencia ficción.
- La verdad mi mente dice que es inconcebible tambien, pero mis instintos me dicen que esto es real.

-Quietos todos o los cocino! - Apenas dijo esto, una ráfaga de láser rojo golpeó en el marco de la puerta, a pocos centímetros del rostro de Laurie, dejando una gran mancha negra y humeante en la pared, se pusieron a cubierto y la puerta se cerró de golpe, impidiéndoles la entrada, nisiquiera habían alcanzado a ver quiénes se encontraban allí.

-Maldita sea! esa fue una reacción bastante rápida. Ayumi, háblame.
-Aquí. ¿Qué ha pasado? de repente los paneles que daban al puente de la nave se han cerrado, no tengo línea de visión alguna.
-Han reaccionado más rápido de lo que esperábamos, espero que no inicien un despegue de esta cosa o será un gran aprieto.

Debajo, la compuerta comenzó a cerrarse, obligando a Ellie a actuar, tras poco pensarlo, decidió saltar hacia afuera de la nave nuevamente, y la compuerta se cerró tras ella. Ayumi se percató de esto y se dispuso a informar rápidamente.

-Eh...Chicas... no es por nada pero... Ellie acaba de salir de la nave!
-¿¡Qué?! Mierda! - Rápidamente marcó la transmisión de Ellie y se comunicó con ella.
-¿Qué estás haciendo? ¿Por qué saliste de la nave?
-Las han detectado, cerrarán todos los sistemas.
-De acuerdo, tengo una idea, ya que estás ahí afuera, intenta localizar una escotilla presurizada que te permita reingresar a la nave, No escucho movimientos del otro lado, quizá se hayan desviado del puente.
-Ellie podría abrirnos la puerta desde el otro lado, tiene un bloqueo electrónico así que sólo funcionará desde el otro lado.
-Bien, Ellie, tengo un mapa de toda la nave, si estás fuera desde la compuerta, en la parte de los motores de la nave debería haber una compuerta presurizada, debe estar abierta por el abordaje de la nave al planeta, ve por allí.

Ellie asintió, y estuvo bajo la mirada lejana de Ayumi hasta que desapareció en la oscuridad de la selva, en la parte trasera de la nave, donde se ubicaban los propulsores y motores de la nave. Observó con detenimiento durante unos momentos y la divisó: una pequeña compuerta rectangular desbloqueada. Giró los soportes de seguridad y la abrió con cuidado: Adentro todo lo que se veía era oscuridad, parecían conductos que recorrían toda la nave hasta el puente.

-Estoy aquí...
-Bien, es la entrada una conexión de conductos. Utiliza la linterna para navegar hasta donde te diga.
-No hará falta.
-Eh?

Ellie no necesitaba la luz para ver en la oscuridad, veía hacia la oscuridad como si aún estuviese iluminada, pero con una tonalidad ligeramente más oscura. Distinguía entre las tonalidades de luz, pero podía ver perfectamente a través de ella sin perderse. Se acostó sobre el suelo y arrastró con ambos brazos hacia el interior de los conductos. en su muñequera, podía ver un pequeño punto en el mapa que había marcado su hermana, indicando el camino que debía recorrer. Se arrastró y se arrastró, como una pequeña rata escabulléndose en las alcantarillas de una vieja ciudad. De pronto y sin previo aviso, cayó d los conductos hacia una cámara previa al puente: La armería, pero para su sorpresa, esta estaba totalmente vacía, no había absolutamente nada. Salió de esta y terminó en el puente: Los ventanales que daban hacia afuera se habían cerrado, y en el techo una pequeña alarma coloreaba la habitación de rojo, pero sin sonido alguno. Los controles indicaban un estado de alerta en la nave, presionó de nuevo el panel y el estado cesó: La alarma se volvió a esconder en el techo, se acercó a la puerta y presionó el control de esta, abriéndola finalmente.

---

Los dos hermanos caminaron de regreso hacia el bastión, algo extenuados y casi sin energía, y eso que apenas había sido el primer día de entrenamiento. Annie no pudo evitar pensar lo que llegaría en los días venideros y una sensación de escalofríos recorrió su espalda, seguido de un inevitable choque de "pereza". Nathan la miró haciendo muecas y echó a reír, para el fastidio de Annie.

Se dirigieron al comedor familiar del que habían salido tras estar preparados y se sentaron, nuevamente, a "picar" un poco de lo que había, estaban por sobre todas las cosas, sedientos. Aún tenían manchas de tierra y suciedad por todas sus caídas y raspones generados durante el entrenamiento.

-Todo ese rato y nisiquiera un mísero golpe...
-Seh, fue un poco decepcionante la verdad, esperaba al menos tocarlo...
-Bueno, papá parece prácticamente intocable para nosotros dos, habrá que idear alguna estrategia porque como sigamos a ese ritmo, nos podemos ir olvidando de salir al mundo exterior...
-No pasará! Apenas ha sido el primer entrenamiento, aún queda ver que podemos aprender y hacer. Y más con estas nuevas espadas...

En ese momento, ingresó al comedor Hyz, con una bandeja de plata, en la que traía más alimento y dos jarras de jugo natural, las colocó en la mesa y acarició la cabeza de los dos hermanos.

-Veo que por fin han acabado su primer entrenamiento. Iba a preguntarles que tal les fue pero con todas esas marcas en la piel, creo que ya sé la respuesta. - Dijo mientras reía, tapándose la boca con una mano.
-Mamá! No es gracioso! Sobretodo por esas armaduras apestosas... y que no pudimos darle ni un solo golpe a Papá, prácticamente nos caímos solos contra la tierra todo el tiempo.
-Bueno, a veces la clave no se halla en lanzarte sobre tu rival, si no estudiar sus reacciones, movimientos, y predecir lo que hará antes de que tú hagas tu movimiento. ¿Han pensado en eso alguna vez?

Tanto Annie como Nathan se miraron las caras, algo dubitativos, pero su madre estaba en lo cierto, si querían avanzar en el entrenamiento, debían prepararse mejor.


-Alguna vez has peleado contra Papá?
-Pelear contra su padre? No, pero sí luché del mismo lado que él, una vez, hace un tiempo ya.
-Y hablando de eso, nunca nos contaste como conociste a Papá, sé que fue en aquel lugar del que provenías, pero nunca fuiste demasiada descriptiva con los detalles!

Hyz no pudo evitar esbozar una sonrisa algo melancólica, desviando la mirada hacia el balcón del comedor. Así se quedo durante unos segundos más, luego besó en la frente a sus hijos y se dirigió a la salida.

-Cuando terminen de comer, vayan a limpiarse.

---

Luego de conquistar Ezcordisa, una nave fue interceptada cerca del planeta, como era de esperar Black Doom reacciono agresivamente hacia la misteriosa nave.
Tras numerosos ataques, la nave parecía estar a punto de ser destruida, al ver la injusta situación en la que se encontraba su enemigo, Black Doom decidió contactar con ellos y darles una oportunidad de escapar.

Atención!, somos la Doom Plague, yo soy su supremo dios y creador, al parecer estas en una situación un tanto injusta, no te parece?//Dijo el sádico dios, aunque no recibió una respuesta.

Parece que me ignoras, muy bien haré lo mismo, te dejare escapar pero no interfieras en mis planes o seras el próximo en ser "Purificado". Ahora vete! no todos los días soy tan misericordioso.//Luego de terminar la comunicación, el dios ordeno a su flota que cesaran los ataques, luego de esto la destrozada nave se retiro.
Zibroik miro con curiosidad a su maestro y le pregunto el porque de sus actos.

Maestro, porque ha dejado vivir a estas miserables criaturas?//Dijo con un tono un tanto molesto.

Zibroik, si los hubiera asesinado nadie sabría de lo que ocurrió aquí, ahora alertaran a sus tropas y podremos asesinar mas que a una miserable nave.//Dijo mientras babeaba por el solo hecho de pensar en la masacre.