Roberto Borrego era un joven Spoffit que llevaba adelante una vida exitosa. Un excelente estudiante, hijo y hermano, delantero de la selección de balonpezuña de su universidad y voluntario en un centro de rehabilitación para niños adictos al Fortnite. Su rendimiento académico le permitió ser seleccionado para un programa de intercambio a Japón, en el sistema Sol. Pero ni él ni sus más cercanos sospechaban que este viaje cambiaría su vida para siempre...

Cuando volvió a Planeta Spoffit, su comportamiento no era el de antes. Donde antes solía haber una sonrisa alegre, hoy yacía la más total falta de expresión. No salía con sus amigos pues prefería quedarse en el sótano de su madre viendo anime y películas kaiju del milenio antepasado. Dejó el deporte, engordó, y al no esquilarse como de costumbre, su lana creció hasta llegar a cubrir todo su cuerpo. Pero Roberto nunca perdió su ingenio y creatividad, y supo sacarle provecho a esto: su nueva obsesión con la cultura nipona lo llevó a abandonar sus estudios y su vida pasada para dedicarse a tiempo completo al cosplay. Con unos pocos arreglos, su frondoso pelaje negro quedaba perfecto para representar a Godzilla, quizás el máximo referente de sus películas favoritas. Ahora se le puede ver viajando de planeta en planeta, robándose las cámaras en convenciones ñoñas.