En uno de los tantos rincones del universo donde han llegado a parar éstas lanudas criaturas, los Spoffit han caído víctimas a distintas enfermedades, con el auge de la civilización. Epidemias de estrés, depresión, cáncer, diabetes, asma, enfermedades cardiovasculares y una severa miopía que afecta sólo al ojo izquierdo se hacen ver en la gran mayoría de la población del planeta.

Aunque era claro que había un problema, ninguna de las naciones del orbe se atrevía a tomar alguna acción, y sólo impulsaban programas sociales que a lo mucho sólo apaciguaban un poco el descontento general. Hasta que finalmente, producto de la desesperación, la más grande potencia de su mundo hizo obligatorio el acoplo de partes cibernéticas a todos sus ciudadanos y soldados. Cantidades inimaginables de recursos naturales y de personal se utilizaron en la labor, y filas enormes salían de las puertas de los hospitales y laboratorios designados para la "actualización", como la denominaban los tecnócratas en las conferencias de prensa.

Las otras naciones se opusieron vehementemente a la medida, tildándola como un atentado a la libertad individual, un peligro para la civilización, unos pocos locos como un sacrilegio a la voluntad de Spode... Pero todas esas quejas fueron acalladas luego de la Guerra de Todas las Guerras, que terminó con la conquista del mundo entero, gracias a los CiberSoldados de la Gran Potencia. Todos se unían, a la fuerza, bajo una sola nación gobernada por un consejo de científicos que tomaría todas las decisiones importantes en el planeta.

Y así, de a poco se veía en todo el planeta el nuevo CiberSpoffit:

• Equipado con piezas ópticas que no sólo eliminan la miopía, sino que también permiten un acercamiento telescópico y el uso de software de análisis.
  
• Con respiradores, que purifican el aire de la atmósfera pero también admiten el uso de estanques externos para la exploración espacial.
  
• Conectado constantemente a mangueras alimenticias, que inyectan una espesa mezcla de nutrientes directo al cuerpo del usuario, eliminando así la necesidad de comer conscientemente y dejando más tiempo para otras tareas.
  
• Una coraza de acero como protección para la realización de labores de alto riesgo.

Como todas éstas piezas imposibilitaban la reproducción natural de los Spoffit, se recurrió a la clonación: hospitales enteros fueron reestructurados para albergar fetos que crecían in vitro hasta la adultez (porque se estimó que los niños eran molestosos y una carga innecesaria), luego de lo cual inmediatamente se les asignaba un nombre clave, se les añadía los implantes necesarios, y se programaba para alguna tarea, según sus capacidades mentales.

En éste instante, los CiberSpoffit se alistan para iniciar su programa de exploración y colonización espacial, con el fin de conocer más sobre el universo que los rodea... Pero, ¿será realmente con ese fin?