OFF: ¿Entonces ya terminó la clase de B8?

OFF: sí, pero J no los va a dejar salir creo, hasta que terminen el examen.

Al final del examen
Ubicación: Aula B8

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"Termine..." Pensó entusiasmado, por haber terminado justo antes de que el timbre del colegio hiciera su usual trabajo.

Se levanto de su puesto con toda tranquilidad. Caminó hasta donde estaba Tetram, y le entregó el respectivo examen.
Tetram miró, haciendo una revisión rápida, lo puso encima del de Osner, y con los ojos le señaló la salida, indicando que podía salir.

"Finalmente esta tortura ha acabado"

Takeshi al salir se veía molesto, y empezó a quejarse de su mala suerte, que quería abandonar la escuela de una vez y tal.

-Puta vidaaaaaaaAAAAAAAAAAAAAA -Medio dijo y medio gritó, entrando a la cafetería. No sabía si tenía que pagar lo que iba a comer o si era gratis, pero pidió unos fideos y se sentó en una de las mesas de la esquina a comer con notable ansiedad. Después sacó su único cuaderno y se puso a dibujar lo que parecía una remolacha, o el estudio de una remolacha, pues su familia plantaba muchas remolachas y le parecían más interesantes que los pocos apuntes que había sacado en clases. No veía nada bueno en la academia y eso que era el primer día. Aunque esos fideos SÍ estaban buenotes.

Comenzó a sonar un timbre indicando la hora del regreo justo cuando Almena pasaba por debajo de esto, dejandola medio sorda. Acto seguido, en el pasillo en el que se encontraba comenzarón a abrirse las puertas y una avalancha de estudiantes (o educandos?) salió de ellas y la llevó contra su voluntad hasta la cafetería, donde se disolvió lo suficiente para que Almena pudiera moverse por su propia voluntad.
-No me puede estar pasando esto. He estado perdida durante toda la primera hora... ¡He faltado a clase!

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-*BOSTEZO* Menos mal... ya se me empezaba a juntar la realidad con el sueño y veia a Xivor lanzando rafagas de energia por ahi... Tengo que volver a acostumbrarme a este horario.-dijo Aulenor medio dormido
-Si, se te notaba... juraria que has movido las piernas como andando y la boca como gruñendo... Igual que un perro al dormir-le respondio Tessa
-Me lo ha pegado Daargo...
-¿Como te puede pegar esas cosas?
-¡Y SE ACABO LA PRIMERA HORA!-Gritó Alegro mientras salia por la puerta y se dirigia hacia donde estaban sus hermanos. Pusó sus brazos encima de los hombros de éstos y les dijo sonriendo-¿Quién me acompaña a presentar el proyecto del club de esgrima?
-Paso totalmente-respondió Almena friamente mientras se quitaba de encima el hombro de su hermano y se alejaba sacando su telefono.
-Yo hiria pero es que...-el estomago de Aulenor acabó la frase por él
-Vaaaale... ire yo solo...

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-¿Qué tal te ha salido?-le preguntó Tarot a Agrox segun salia éste del examen.
-Me ha pillado un poco por sorpresa y he dejado bastantes en blanco... pero weh... da igual... Un examen el primer dia no tiene valor academico. ¿Tú qué tal?
Tarot no respondió se limitó a mirarle y sonreir.
-Si... Tienes razón, no tiene sentido preguntar... Siempre sacas un 10...
Justo entonces apareció Umbra por el pasillo y se dirigió hacia Agrox.
-¡Hey! Uno chavales me han dado dinero para invitarme al almuerzo. ¿Te apuntas?
-Si, voy. ¿Vienes Tarot?
-No, yo voy a conocer un poco a la gente... Despues voy. Me alegro de verte Umbra.
-Ta'luego

Se abrió la puerta de la clase y de ella salio Totoi, Tarot se dirigió hacia él:
-Hola-dijo con una sonrisa

Maddy había estado todo este tiempo discutiendo para que le dejen entrar en la academia, pocas personas creían que determinada abominación podria ser un estudiante y convivir con jóvenes. Buscó papeles, documentacion y llamo incluso a su abogado pero luego de todo ese tiempo pudo convencer en que le dejen entrar a la academia, lamentablemente tarde.

Ficha:

Una vez cruzada la puerta de entrada, Maddy caminó hasta la cafeteria y observando el ambiente se dio cuenta de que ya era el receso.

Genial, primer dia y ya me pierdo una clase... -_-

Una vez dicho eso continuó caminando en busca de una mesa y comida

[11:35:09] @ Mr. Hovs : Toto, solo es de dar por entendido que has entregado tu examen y eres libre.

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Cuando sonó la alarma, mientras algunos estudiantes que ya habían acabado el examen se dirigían a toda prisa hacia el exterior, Totoi se dedicó a recoger su mesa, que, esperando a que acabara la hora, se había dedicado a llenar de bolígrafos y papeles. Cuando acabó era el último que quedaba en la clase, amén de 2 o 3 alumnos más, y el profesor en algún lugar que desconocía.
Cuando salió al pasillo, como no tenía ni idea de donde estaba la sala de profesores, ya estaba pensando porque camino tirar, cuando un chico pelirrojo se dirigió a él.
-Hola
-Buenos días. ¿Por casualidad sabes por donde está la sala de profesores? Tengo que ir a recoger algo antes de que acaben las clases.

El recreo

Terminó la clase del profesor Xivor, y todos salieron del aula, ya sea para anotarse a algún club, o para husmear que hay de comer en la cafetería. Rhino caminó por los pasillos, siguiendo a sus compañeros a donde se puede anotar a los clubes. Él miró sus opciones atentamente, dándose cuenta de que algo no cuadraba.

- Vaya...el club de literatura se ve tentador pero vamos! que clase de escuela no tiene Club de Dibujo?

Rhino decidió olvidarse del tema por el momento, y dirigirse a la cafetería a por algo para calmar las tripas. Porque para él, desde que llegó a la escuela hasta ahora es como si no hubiera comido nada en 3 días. La cafetería se veía grandiosa, pero no vino al lugar a admirar la arquitectura, no, el vino a admirar la comida. Se dirigió a la barra y fue a ver que opciones tenía.

- Wow...cuanta comida, tienen sushi, pulpos vivos, milanesas de burro, ojos de sapo galáctico, lengua de tiburón asada, zumo de wasabi, habrá algo que no tenga este lugar? *Rhino se emociona* Luego de ver tanta comida, pidió lo que realmente quería tomar en el momento a Gertrudis, la empleada de la cafetería.

- Hola, tiene café? Preguntó Rhino.

- No, no tener café. Dijo Gertrudis con expresión seria.

- O sea, tienen to' el jodio océano en la cacerola pero no tienen na' de café? REDIÓS!!!! Exclamó Rhino, indignado.

- Tener café descafeinado si querer joven. Ofreció la empleada.

- Hum...ok, pero no me vuelva a pegar estos sustos. Dijo Rhino, aceptando beber al menos un descafeinado.

Tras recibirlo, Rhino vagó por la cafetería para buscar un lugar en que sentarse, cuando de pronto, vio a Katia sentada sola en una mesa. "Debo aprovechar la oportunidad que me ha dao diosito" Pensó Rhino, muy contento. Pero antes, debía ubicar a Laurie, para asegurarse de que no interfiriera. Él echó una rapida ojeada al lugar para divisarla, y allí estaba, en la barra de comida discutiendo fuerte y hostilmente con la empleada.

- Como que no tiene bolas de Queso!

- Ya decir jovencita, acabarse ya.

- Pero si es el primer día de clases!

- Jóvenes adorar bolitas de queso.

- Malditos! me las van a pagar! todos juntos!

- No haber bolitas de queso pero si cuadrados de queso.

- ...Te odio Gertrudis.

Solo se escuchaba el griterío de Laurie a lo lejos. Eso dejaba tranquilo a Rhino...en un sentido.
Entonces, aprovechó y se sentó con Katia, que estaba atenta a escándalo que estaba armando su amiga con la empleada. Ella desvió su mirada a Rhino, que estaba sentado en frente de ella.

- Hola Katia. Dijo Rhino, tratando de no sonar baboso.

- Hum, Hola Rhino. Dijo Katia, Mientras reía porque Laurie amenazaba a Gertrudis con una cuchara.

- Tu siempre viviste aquí verdad? Preguntó Rhino.

- Eh si, aunque me encantaría visitar otros lugares, aquí solo hay puros babosos.

- Oh, genial...yo debo acostumbrarme a esto, en el campo la escuela no era tan activa.

- Vaya, hasta ahora no me has pedido ni mi número ni mis bragas, es un logro.

- Bueno, yo no quiero tu número ni nada de eso, solo...charlar, ya sabes...

- Oh....que bueno saberlo. Dijo Katia, con una sonrisa.

Entonces, cuando Rhino estaba a punto de seguir conversando, una entidad llena de odio y con un aura muy atemorizante apareció detrás de Katia, con unos ojos que parecían echar fuego, era Laurie!

- Eh...Adiós Katia! Dijo Rhino, antes de que fuera castrado por esa rubia demoníaca.

Luego de escapar por los pelos de tal amenaza a la salud, decidió buscar a Takeshi, para sentarse con el y preguntarle que tal le fue en el primer modulo, Y ahí estaba el, en una de las mesas de la esquina. Se sentó junto a él y tomó un sorbo de su café descafeinado.

- Hola Takeshi! Dijo Rhino, muy alegre.

-- Pasillo - Frenta a la Clase B8 --

-¡Claro! Te acompaño, sigueme!-respondió Tarot animado-Me llamo Tarot, por cierto
-Yo Totoi
__Tarot guió a Totoi durante 3 pasillos hasta llegar a la sala deseada.
-Bueno, aqui es. Hasta la vista Totoi. Si necesitas alguna otra cosa no dudes en hablar conmigo. Suerte.-dijo dirigiendose a la cafeteria.

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-- Pasillo - Puerta del Consejo de Estudiantes --

-Cerrado-exclamó Alegro tras intentar entrar sin exito en la sala del consejo de estudiantes. -Parece que tendre que esperar a mañana... Que mala suerte... __Desilusionado, se dió la vuelta hasta llegar a su clase, donde dejó su mochila y una vez hecho esto, se dirigió a la cafetería cabizbajo mientras se autoconvencia de que era normal y de que mañana tendria mas suerte.

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-- Cafeteria --

__Alegorn había salido de clase mas por estirar las piernas un rato que por otra cosa y observaba el barullo de la cafetería desde una esquina. Demasiadas caras nuevas por todos lados, y ademas con la reforma habia perdido sus sitios tranquilos de siempre tendria que encontrar otros.

__La extravagante entrada de su hermano y sus pandilla en la sala, gritando y empujando a gente, le llamó bastante la atención, como a todos los demás, pero a diferencia de los demás, él se sentia avergonzado de ello. Ahi estaba, su gemelo, con el grupo que causaba problemas. Por si no tenia suficiente mala fama en la escuela gracias a TKS y Nexux. __Cuando éste grupo tomó asiento, no se acabaron los espectáculos, una chica rubia de primer curso, comenzó a gritarle a la cocinera. __Cuando decidió que había tenido suficiente ruido por el momento, se separó de la pared esturandose y se giró en dirección al pasillo cuando se percató de la presencia de una chica de pelo rojo con cara triste, marginada en una mesa cercana a la salida. __Se quedó quieto, mirándola, decidiendo si debía preguntarle si se encontraba bien o no, cuando alguien le empujo por la espalda.

-¿A qué esperas? ¡Ve!-exclamó medio riendo la persona que le había empujado.
-¿Tarot? Hola, ¿qué tal el dia?-exclamó Alegorn sorprendido al ver a su amigo.
-Por ahora pinta interesante... ¡Pero deja de hablar conmigo y habla con ella!
-Si ni siquiera la conozco...-replicó Alegorn
-A eso es a lo que hay que poner remedio, ¡venga! Te acompaño-dijó Tarot decidido dirigiendose hacia la mesa donde estaba la chica mientras arrastraba a su amigo agarrandolo del brazo.
-¡NO! ¡Quieto! ¿Qué haces?
-Hola-Saludó a la chica con una gran sonrisa-¿Conoces a Alegorn?-prosiguió dando paso a su amigo y marchándose de la escena.
-Ehm... Rammu... Yo soy el susodicho Alegorn... ¿Tú eres...?-exclamó avergonzado.
-Oh! Hola, me llamo Almena-respondió la chica timidamente y sorprendida
-Hola Almena, encantando... ehm... ¿Eres nueva?-dijo algo lento, se notaba que no sabia que decir
-Si, es mi primer dia...-le respondió queriendo quitarse el mal tragó de la primera conversación con alguien lo mas pronto posible. Tras una pequeña pausa, lo reconsideró pensando que era su oportunidad para localizarse de una vez por todas-¿Tu tambien eres nuevo o...?
-Oh, no. Llevo ya unos años aqui. Perdona si te he molestado o algo, pero te vi algo apagada y me pregunté si tenias algun problema... a sido cuando mi amigo Tarot me ha empujado hasta aqui...
-Bueno, de hecho... si tengo un problema... No consigo ubicarme en este sitio... me he pasado toda la primera hora intentando buscar mi clase sin exito.-respondió con una sonrisa falsa intentando superar la vergüenza que suponía reconocerlo.
-Vaya... eso si es un problema si... ¿A qué curso vas?
-Al nivel alto... La clase A5
-¡Que coincidencia! Yo estoy en la misma. Tranquila, cuando acabe el recreo te acompaño.

Mientras caminaba por aquel pasillo, el cual se hallaba un poco solitario al haber salido él un poco después de los demás, pudo notar una pequeña escena que tomaba lugar no muy lejos de su posición. 3 sujetos habían acorralado a una chica en un muro. - Así que... ¿Nos darás el dinero, cariño? - Decía uno, en un tono algo sarcástico, mientras sus compañeros se reían. La chica giró la mirada, levemente molesta, y entonces vio al ave. Una vez hizo tal cosa, comenzó a hablar.


Oh, ¡DIOS SANTO! ¿Cómo puedo ser tan desdichada? - Decía en un tono exagerado y dramático con los ojos cerrados, mientras hacía ademanes de forma sobre actuada. - En un día como este... En que el sol brilla... ¿Acaso hay alguien que pueda ayudar a una joven tan inocente, indefensa, y bonita como yo? - Los sujetos le miraban completamente extrañados. El ave solo dio un suspiro leve mientras miraba a la chica. - Quizá... ¿Un príncipe azul y emplumado que venga a responder a estos llamados de auxilio míos ? - Ya déjate de juegos... - Dijo el ave. - Sí... ¡YA DÉJATE DE JUEGOS Y DANOS EL- - Se vio interrumpido al recibir un fuerte puñetazo en el rostro, y sus 2 compañeros no tuvieron mejor suerte en esto.


Aish... Parece que sigues igual de aburrido - Dijo ella, mientras veía al joven ave. Los sujetos comenzaron a levantarse del suelo y ella tan solo les miró fijamente. Esa mirada fue suficiente para que saliesen corriendo con temor a recibir una paliza más grave. - Y si quieren más, ¡No duden en llamar!

Azura:

La chica giró entonces al pajarraco, quien le miraba con seriedad. - ¡OSNERSITO ! - Dijo con un tono muy animado para después correr y dar un fuerte abrazo al chico, quien no podía mover los brazos debido a la fuerza de su compañera. - Mucho tiempo sin vernos, ¿Eh? Jeje... - Dejó entonces de abrazarle y sonrió con cierto entusiasmo. El chico sonrió levemente al verle. - Sí... Ha sido tiempo - Oh, vaya, ¿Es una sonrisa lo que veo? ¿Acaso he viajado a algún mundo paralelo? - Hey, ¡No soy un amargado! - Claaaaaaaro que no.... En fin, ¡Vamos ya a la barra, que tengo hambre! - Dijo sonriente, mientras su amigo le seguía a la barra.







La puerta de la oficina se abrió. El muy extraño profesor entonces habló, dirigiéndose al Vicedirector. - ¿Puedo pasar? - Adelante - Respondió el trajeado quien se hallaba mirando por la ventana de su oficina, de espaldas a la puerta. El vicepresidente escolar entonces entró y tomó asiento al indicarselo así su profesor. Este último se acercó con el vicedirector y le susurró al oído unos momentos. El hombre asintió con la cabeza y entonces el profesor salió del sitio, cerrando la puerta tras de sí. - El joven Callahan, si no me encuentro equivocado... - El hombre dio la vuelta, mirando directamente al estudiante quien mostró una expresión de leve susto. Aquel sujeto parecía irradiar un aura de extraños colores mientras su rostro inexpresivo le miraba fijamente en total silencio.

Vedou:

El vicepresidente de nuestro consejo estudiantil, elegido entre tantos estudiantes de su misma edad para tan importante papel... Y ahora... - Caminó entonces hacia su silla. El chico podía sentir un leve temblor con cada pisada que daba. Terminó por tomar asiento, colocando las manos juntas sobre el escritorio mientras miraba a aquel a quien llamaba la atención. - El profesor Mausoleus me ha hecho mención de sus acciones durante su hora de clase... ¿Qué tiene que decir al respecto, joven vicepresidente? - B-Bueno señor, yo- - Sus acciones este primer día han sido... Aborrecibles, desagradables. Usted más que nadie, como vicepresidente escolar, debe poner el ejemplo entre sus compañeros, ¿Cree acaso que sus acciones son un ejemplo correcto del comportamiento en horas de clase? - El chico tragó algo de saliva antes de continuar. - No señor... - No parece que opine así, joven Callahan. Sus acciones podrían repercutir gravemente entre el resto de los estudiantes, y me desagradaría mucho la idea de que ese fuera el caso... Por tanto, creo que quizá hemos cometido un grave error al darle la oportunidad de fungir con tan importante papel, guiándonos por sus buenas notas - ¡P-Pero- - ¡NADA DE PEROS! - Interrumpió el hombre. - Ahora bien, he de pedirle qu- - El sonido de la puerta abriéndose lentamente detuvo al vicedirector. Un hombre de aspecto maduro, aunque joven, de cabellos oscuros se presentaba en la entrada a la oficina. Llevaba puestos un par de lentes, los cuales se quitó y colocó en el bolsillo de su traje. - Perdone si interrumpo, vicedirector Kození - Dijo aquel misterioso hombre.


Escuché de parte de Paradox que el joven Callahan había cometido ciertas... Faltas - Dijo, con un tono algo serio, entrando a la oficina y cerrando la puerta. Se colocó detrás de la silla del estudiante entonces. - Efectivamente, Rhodes... Primer día de clases y empezamos ya con problemas. No es el tipo de estudiante que quisiera como vicepresidente del consejo... - Oh, no sea tan duro con el joven Callahan, vicedirector Kození... - Se cruzó entonces de brazos, mirando al vicedirector con seriedad. - TKS Callahan es uno de los estudiantes con mejores notas en la Academia, además de ser reconocido por varios de los demás alumnos como una persona ordenada y muy concentrada. Sus capacidades para el diálogo también han apoyado nuestra decisión para darle tan importante papel. Supongo que ha de recordar aquella junta entre toda la administración de la escuela... - El hombre asintió con la cabeza, haciendo un extraño ruido con ello. - Pero Rhodes, no puedo aceptar un comportamiento así en él, es muy inapropiado para su responsabilidad y- - Disculpe usted por interrumpirle, pero creo que hay algo que no ha tomado mucho en consideración - El vicedirector dejó de hablar, mientras el hombre continuaba compartiendo su información. - Tal como usted mismo ha indicado anteriormente, se trata de el primer día de clases. Nuestros jóvenes alumnos apenas llegan de sus vacaciones, de relajarse en la tranquilidad de sus hogares o sitios que hayan visitado en ese tiempo. Es normal que, siendo este el primer día, el enfoque no sea totalmente en el estudio o las clases en sí, sino que el alumno toma su tiempo para adecuarse una vez más al ambiente de la institución - El vicedirector se quedó pensativo un momento, girando a mirar al estudiante, quien se mantenía en silencio. Aquel fornido sujeto ahora apoyaba el codo de su brazo derecho sobre el escritorio, dejando el brazo izquierdo apoyado en el descansa brazo de su asiento. - Solo le pediré que permita al señor Callahan demostrarle que la decisión tomada no fue errónea, lo único que debe hacer es darle un poco de tiempo para que se adapte a la situación sin muchas presiones - El silencio se mantuvo en la oficina. Después de un momento así, el vicedirector rompió con la tensión hablando al respecto. - Muy bien Rhodes, haré caso a tu consejo... - Miró entonces al estudiante, quien se hallaba con la mirada algo baja. - Ya escuchó, joven Callahan, y espero que esto le haya quedado más que claro - El joven asintió con la cabeza y se levantó de su asiento. El hombre que le apoyó se dirigió a la puerta y la abrió tranquilamente, permitiéndole pasar también.

Al haber salido, el joven giró la mirada al hombre que le ayudó anteriormente, el cual caminaba en dirección opuesta a la suya. - Oiga... - El hombre se dio la vuelta entonces. - Bueno... Muchas gracias por el apoyo - Le dijo. El hombre le miró con cierta seriedad entonces. - No hay de qué agradecer, solo trate de cumplir bien con su papel. Sé que puede hacerlo, joven Callahan, confío en usted... - Dicho esto, el hombre se dio la vuelta y continuó caminando.

Edward:

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Emily se levanto tranquilamente de su pupitre y fue hacia la cafetería, estaba muy hambrienta. Esta vez no se perdió en el camino, al perderse la vez anterior descubrió donde se encontraba esta. Fue una de las ultimas es llegar, pero pudo ser mucho peor. Las estructura de la cafetería era preciosa, pero venia a comer, así que rápidamente tomo su turno en la fila. Después de unos minutos, que parecían horas, una señora le atendió, y Emily pidió lo de siempre; una milanesa napolitana y una Coca Cola.
Fue hacia una mesa cerca del patio, como le gustaba a ella, pero estaba ocupada por una persona con pelo pelirrojo. Igualmente fue hasta allí, con algo de timidez.

-Ey, te molesta si me siento acá?

Cafetería

Después de hablar con Sevie -muy bonita, Takeshi se hubiera sonrojado un poco si Rhino no hubiera llegado a hacerle compañía- el chico de 17 se dirigió al de 16, contento de verlo otra vez.

-¡Eh, hola! Mira, 'mano, esta es Sevie. ¡Sevie, este es el Rhino!- Los presentó en una sonrisa.- ¿Y cómo te fué, ah? ¿Te tocó con el pollo ese o estuviste de parranda?- Le preguntó, acabándose los fideos de un sorbo.

-Creo que vi una lista de los clubes...que paja que no haya nada relacionado con... la fuerza de los brazos, ¿No? -Dijo, haciendo cachas mientras se reía.

Una vez que pidió vegetales y una gaseosa Maddy comenzó a buscar una mesa apropiada donde sentarse, había todo tipo de grupos y personas, algunos parecían demasiado extraños y otros muy comunes para el gusto. Luego de un rato de observar y caminar sin rumbo encontro una mesa vacía y al notar que habia cantidad de gente parada o todavía pidiendo su comida pensó que existiria la probabilidad de que alguien se siente con él a pesar de ser... bueno, lo que es. Comenzó a caminar hacia la mesa con paso rápido, pero en una mala pisada su vaso se balanceó y cayó sobre la cabeza de una joven derramando la bebida sobre ella.

- ¡Joder! Pero que te pas...

La joven quedó sorprendida al ver un ser de tal tamaño

- L-lo lo siento! fue un accidente, d-dejame acompañarte a un lugar donde puedas limpiarte un poco

- E-esta bien..

Al instante ambos emprendieron camino en busca de algun lavadero cercano dejando a Rhino y a Takeshi solos, que aun estaban analizando lo que acababa de pasar.

Las peliverdes atacan a Tesla
Ubicación:Cafetería

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Que maravilloso es el mundo de los sueños: Las fronteras sin fin que se rompen a cada rato, es el motor que mueve no solo a los humanos, sino al mundo mismo; donde se diferencia de los robot, que solo hacen lo que la sociedad quiere. Eso es lo que hacía Tesla en esos momentos. Su mente era como una gran dimensión, conformada por fragmentos de su vida misma y eventos mítico que solo podían ocurrir en ese sitio. Algunas veces solo bastaba un libro para iniciar ese gran motor, Otras veces un profesor que atormentaba a los "pacíficos" estudiantes que cada día luchaban por defender y conseguir sus logros (bueno, la mayoría), O simplemente necesitaba de un sitio hermoso. Pero había veces que analizaba profundamente sucesos recientes que se producían a causa de su irritabilidad, que lastimosamente a tenido desde pequeño.
Sus padres estaban preocupados por la situación, así que decidieron llevarlo a un psiquiatra. Lamentablemente resulto ser que era un abogado. Hubo una batalla épica en los tribunales: Demandas, contra-demandas, artículos ambiguos, asesinatos; intervención de Raperos blancos, negros multimillonarios, embajadores de la ONU... En fin. Al final gano el jurista, dejando les una deuda grande, pero que se lo podían permitir. Tuvieron temor a que les sucediera de nuevo, así que todo esto se lo ocultaron al niño, a quién se le mintió con que ya estaba curado. Esto produjo en el niño reprender esos comportamientos, intentando hacer valer la pena la "inversión" de sus padres.
Por ello, hoy en día mira con tristeza esos momentos en los cuales se sale de control, como los ocurridos hace unas horas atrás. Ahora intenta averiguar como evitar que eso suceda mientras come con un ritmo calmado.
Ese momento fue interrumpido cuando una misteriosa niña se acercó:

-Ey, te molesta si me siento acá?
-¿¡Qué!? Dijo el pobre Tesla, quien salto de su puesto del terrible salto
-Ayy lo siento, mejor me voy, perdón de todos modos
-No no, espera, si te puedes sentar
Ella, asustada por lo que acaba de pasar, se sentó, quedando cara a cara
-Dime, ¿cual es tu nombre?
-Claro. Mi nombre es Emily Ryan. ¿Y el tuyo?
-Tesla Nikoksla
-Oh, Tu nombre es ruso
-Bueno, principalmente el apellido, pero sí
-¿Entonces eres Ruso?
-Mis abuelos eran rusos
-Eso significa que eres Socialista
A Tesla se sentía insultado con aquella afirmación, puesto que su familia los odiaba a causa del sufrimiento de sus tarara Abuelos con la Nueva URSS.
-¿Eres socialista? ¿Si o no?
-No
Hubo unos segundos de silencio.
-Te pareces a aquella personas que no hablan mucho... y que parecen muertos en vida
-Pues si eso crees... Pues síDijo, pensativo por lo que acababa de decir
-Entonces tu eres una niña... Em...
Tesla se quedó en blanco, sin saber que decir. Ya no se podía retractar, su orgullo no lo permitiría.
Pasaron unos cuantos segundos en silencio, que parecieron ser una eternidad.
-Soy una niña que...
Al instante, le vino una idea bastante "ingeniosa".
-Una niña bastante aburrida