Todo empezó en un barrio, todos los difuntos tenían su propia tumba, menos Wither, Wither era un hombre cascarrabias, viejo y detestable. Y por circunstancias de edad murió, nadie lo enterró, se quedó muerto en su casa. Todo el mundo era consciente de ello, pero a nadie le importaba, es más, les aliviaba que fuera de esa manera. Un día unos chicos optaron por entrar, en el pasado sufrieron de pequeños todas las burlas, quejas y insultos de este hombre. Entraron a su casa y pintaron con spray las paredes con todo tipo de ofensas hacia él. Y uno de ellos dijo que salieran de la casa, a continuación la quemó. Y luego se fueron a sus casas a dormir. Era muy tarde. El pirómano cuando despertó sintió que se estaba pudriendo. Se despertó y encima suya tenía al cadáver de Wither. Wither comenzó a succionar su alma y cuerpo y tomó esa horrible forma. Ahora está buscando a toda la gente del barrió que se negaron a enterrarle.