Mi cumpleaños atrasado

por GhOsT Dom 24 Jul 2011, 03:04

Revisando el calendario me di cuenta que hace pocos días cumpli mi primer año en el foro, cosa que había pensado festejar pero por ausencia temporal de mi spore no pude concretarlo.

Bueno, para mañana seguro consigo reinstalarlo, mientras tanto subo dos criaturas anteriores para aprovechar el tiempo.

Los Strog

En todo rincón donde se encuentre un clima inhóspito, de bajas temperaturas o atmosfera muy densa, siempre se ven rondando piratas espaciales, en búsqueda de dinero fácil, aprovechándose de lo que encuntren: Restos fósiles de civilizaciones antiguas, partes de naves con valor de reventa, entre otras cosas del mismo estilo.
Incríble fue la sorpresa de uno de estos cruceros cuando, de por si en forma casi ficcionaria, encuentran signos vitales debajo de la superficie de un cometa como tantos hay alrededor del cosmos, a lo que se es atrapado con el objeto de venderlo a alguna companía de estudio científco, que cotizaría a muy altos precios tal descunrimiento tan increíble.

En la bóveda de la nave yacía el cometa inerte, donde se creía que lo que parecía un gran descubrimiento era una total decepcion. Al punto de liberar el contenido, uno de los tripulantes nota un extraño brillo, proveniente del cuerpo celeste, desconcertando a los pasajeros.

Luego de que se bajen las luces, y se le preste atención, se empieza a divisar esa misma luz pero cada vez mas fuerte, al punto de alumbrar casi toda la nave. En ese momento, se da la orden de liberar el contenido, por razones de seguridad, de forma que quedaría atrapado por la órbita de un satélite de proporciones medias (o al menos ese era el efecto esperado). Sin embargo, al observar hacia atras no se divisaba partícula alguna del espectro estelar, solo un silencio intranquilo, que fue lo último que pudieron tener la suerte de presenciar, antes de ser arrollados por el destino incierto del ciclo de la vida; Habían sido pulverizados como por arte de magia...

Al revisar los pobres restos de lo acontecido en ese encuentro, los correspondientes investigadores no podían creer lo que veían: Golpes coordinados a velocidades supersónicas, todos al mismo lugar, seguido uno tras de otro como por arte de una muy buena maniobra militar, hacia lo que alguna vez fue el contenedor de combustible, obligado a reventar en pedazos por tal brutal embestida. Lo único que se pudo encontrar en el lugar de los hechos fue algo un poco conocido: Cristales luminescentes incrustados en la cubierta de la nave...