Rolea Tu Imperio - Hijos de Leyendas

---

Apenas Nathan acabó por desplomarse en el suelo, Annie corrió a socorrerlo a el y Sahsa inmediatamente. Le corrió a el y Sahsa la cara de la fría nieve y cacheteó a su hermano suavemente un par de veces, intentando que reaccionaria, pero no ocurría nada. El joven se había desmayado debido a la gran pérdida de sangre y sus heridas recientes, dejándola a ella sola como la única consciente en medio de ese páramo de nieve infernal. Desorientada, exhausta y sin conocimiento real de su situación, gritó varias veces en busca de ayuda, sin recibir respuesta alguna más que el sonido del viento helado y la sensación de este impactar en su rostro. No podía cargar con el cuerpo de su hermano y el de Sahsa a la vez, y sabía que si continuaban ahí, corrían el riesgo de morir los dos, al igual que ella. Eventualmente y casi por sorpresa, Annie se percató que una figura distante la observaba sobre una pequeña elevación en el terreno, con una túnica negra que se agitaba de lado a lado debido al viento. La joven se llevó una de las manos por encima de la frente y se puso de pie, en posición defensiva. En ese momento fue cuando se dio cuenta de que más figuras similares la observaban desde los costados, a una misma distancia que la primera. No sabía que hacer, o que decir, pero en lo único que pensaba era en sacar a Nathan y Annie de la nieve cuanto antes, ese planeta estaba acabando con ellos rápidamente.

Una de las figuras con túnica de los costados se acercó a Annie mostrando su mano derecha en señal de tranquilidad, y en la otra sostenía una antorcha. Annie no hizo nada, solo ver como la figura se acercaba a los cuerpos inconscientes de su Hermano y Sahsa.



Nathan, aún exhausto y algo moribundo, despertó de su estado. Se encontraba reposando sobre una cama suave y con una sábana gruesa sobre el. Tenía un pequeño trapo en la frente y una cubeta con agua al lado de la cama. A un costado había una pequeña chimenea y varios objetos artesanales.
El joven se percató que, junto a su cama, había otra mas en la que se encontraba Annie sentada, mirándole despertar, y en esa misma cama se encontraba Sahsa descansando boca arriba y con una mirada pasiva en su rostro. El joven se encontraba confuso y aún desorientado.

-Y hasta que despertaste... me tenías muy preocupada!

Nathan se intentó reincorporar, pero a la vez estaba muy dolorido y le costaba moverse. Cuando al fin lo hizo suspiró y desvió la mirada hacia Annie.

-Qué.... Dónde estamos...?.- Dijo mirando a su alrededor.

La joven tardó un poco en responder, se levantó de la cama en la que reposaba Sahsa y retiró de encima de la chimenea una pequeña taza de té caliente, envolvió la taza con un trapo y se lo dio a Nathan en las manos para que bebiese.

-Bebetelo todo, es té con propiedades curativas, te hará sentir mejor.

Nathan con cuidado agarró la taza. Estaba caliente, pero se sentía confortable pues hacía mucho frío aun estando protegidos por una cabaña. Con cuidado sorbió un poco de té, el cual estaba amargo y casi que no sabia a nada, el joven entonces cambió su rostro a uno con rotundo asco.
Acto seguido miró a Annie, la cual reía al ver la cara de su hermano. Nathan la miró con desdén mientras intentaba acabarse aquel té.

-Y qué hacemos aquí?
-Cuando te desmayaste, quedé sola en el lugar, y no podía cargar con ambos sin perder demasiado tiempo, pero entonces estas... figuras, estos, hombres aparecieron. Aunque no tenía idea de quienes eran, tampoco tenía muchas opciones. De no ser por ellos, dudo que lo hubiésemos logrado hasta aquí.

Nathan se cruzó de brazos y empezó a asimilar la situación. En ese momento, Sahsa abrió los ojos lentamente. Ambos hermanos fijaron la vista en su amiga, con un rostro lleno de alivio al ver que la joven estaba bien.

-Lo oí todo... Y quienes son esos seres que nos han rescatado?
-Pero es que tú estabas de espía escuchando todo y fingiendo dormir o qué??.- Dijo entre risas.

Nathan rió y Sahsa se sobrojó entre una mezcla de risas y timidez

-Bueno... Es que estaba muy cansada...
-Como sea... ¿Quiénes son los habitantes de esta aldea?.- Preguntó,intentando poner algo de seriedad al asunto.
-No estoy muy segura, pero sea cual sea el caso, si estamos vivos es gracias a ellos. No recuerdo el trayecto que hicimos hasta aquí porque me dormí en el camino, pero escuché a uno de los nativos decir que nos visitaría el líder de esta pequeña aldea.
-¿Por qué acoger a unos desconocidos como nosotros...? No sé, pero me parece extraño, ¿No creéis?.-Dijo mirando a su hermana y a Sahsa. Sahsa calló y desvió la mirada hacia el suelo, como meditabunda.
-No tengo idea, lo averiguaremos, pero mejor eso a que morir congelados...

De pronto, la puerta al costado de las camas se abrió. Un hombre de contextura esbelta ingresó en la habitación, portaba lo que parecía ser una antigua armadura dorada, pero algo descolorida. Miró a los jóvenes por unos instantes y se dispuso a hablar.

-???: Saludos. Soy el dirigente y guardián de esta humilde aldea. Antes de responder sus preguntas, quisiera saber yo quiénes son ustedes, y la razón por la que estaban a la intemperie.


Sahsa de nuevo calló, como intimidada por la presencia de aquel hombre. Nathan sin embargo, aún sentado a uno de las costados de la cama puesto que seguía dolorido, habló.

-Nuestra nave detectó en este planeta una extraña señal y al mismo tiempo nos quedamos son recursos y se estrelló...
-???: Una señal extraña dices? ¿De dónde vienen?
-Viajamos desde el interior de Términa, y acabamos estrellados aquí por causas desconocidas, simplemente perdimos el control de la nave de un momento a otro, quizá algún impacto.

El hombre se quedó pensativo por unos instantes. Se acercó a la chimenea y retiró otra taza de té, sirviéndosela a Annie quien aceptó y bebió del mismo.

-???: Términa...
-Si pero... No buscamos volver, simplemente queremos ayudar a Sahsa -Dijo mirando hacia la joven- Mi hermana; Annie, y yo decidimos ayudarla, puesto que tiene amnesia

El hombre miró a Sahsa con intriga, la joven sin embargo bajó la mirada con introversión.

-???: Y tú... puedes decirme algo?

Sahsa entonces miró al hombre y habló.

-Bueno... Perdí la memoria. Conocí a Nathan y Annie en el Bastión de la Luz, ya que el Imperio Serx me llevó allí por órdenes del Portador de la Luz y la Emperatriz Crystal. Allí conocí al Lord Comandante de los Guerreros de la Luz; Rix y a su mujer Hyza, ellos me querían ayudar, pero para ello me tenía que quedar encerrada en el Bastión y decidí escaparme con Nathan y Annie...

El hombre guardó silencio por un corto periodo de tiempo, pero que para ellos se notaba como una eternidad. Miró hacia un grabado en lengua desconocida sobre la pared.

-Sí... Es nuestra madre, mía y de Annie.
-???: Supongo que es tiempo de que me presente. Esto puede sonarles tan raro como a mí. Conozco a su madre desde hace mucho, mucho tiempo.

Tanto Nathan como Annie se miraron entre ellos, algo confusos por lo que acababa de decir aquel sujeto.

-???: Debí suponerlo antes, cuando dijeron que proveían de Términa. No es posible... de verdad, parece que de verdad Hyza lo ha conseguido. Su madre...Cómo está su madre?
-...Bien..? Siempre lo ha estado...
-???: No, no siempre.
-Puedes decirnos qué es este lugar de una vez por todas?
-???: ...Están en la aldea de Furness, uno de los tantos puntos de interconexión con la tierra madre, mejor conocida como............ Rethernal.

---

Ya afuera del gimnasio, y aún sin respuesta o señales de Ellie, Katia guardó la tableta para pensar en otra cosa por unos momentos. Las dos se dirigieron hacia uno de los comedores. La sala era muy amplia, llena de mesas metálicas y pantallas de televisión colgadas del techo. En una de las esquinas se encontraba la barra de comida y máquinas expendedoras de refrescos. Sacaron un par de latas y se sentaron en una de las mesas a descansar después del entrenamiento. Estuvieron en silencio durante unos segundos y Katia volvió a revisar la tableta para ver si aunque sea tenía un mensaje de Ellie, pero nada.

-...Sigue sin responder. Esperaba que ya estuviese de regreso, y no nos queda mucho para la próxima misión.

Poco después, por una de las puertas llegó Ayumi, con una gaseosa en la mano.

-ARGH! Finalmente! Dijimos que nos encontraríamos hace cinco minutos! Que no saben que es ser puntual?!

Dicho esto, Ayumi se sento junto a ellas y comenzo a beber su gaseosa.

-Lo sabemos, pero relájate Ayumi, todavía tenemos algo de tiempo para abordar, por ahora lo que me preocupa es no recibir respuesta de Ellie.
-No iremos a ninguna parte sin Ellie, aunque se caiga el mundo.
-Despues de todo es parte del equipo... Y la mas impuntual...
-Si esto continúa así, tendré que pedir autorización para salir de la base y buscarla por mi cuenta. Su tableta debe estar apagada o algo, no puedo localizarla con ella, pero por suerte fue buena idea hacer que Quincy la acompañase, tengo un dispositivo de rastreo en el. Donde esté Quincy, estará Ellie seguramente.
-Vale. Y donde esta Quincy entonces? De camino aqui?
-Ught, No. Según esto se encuentra en la plaza cuesta abajo de la base, pero sigo sin entender por qué Ellie apagaría su tableta.

Katia entonces notó que las coordenadas y el "punto rojo" con el que figuraba la posición de Quincy en el mapa se movía de lado a lado por los alrededores, de forma errática y algo extraña. Laurie, sin embargo, no estaba prestando atención a la tableta.

-Ya sabes como es Ellie... Se aísla... Quizá solo esta tomando aire y esperando al ultimo momento.

De un momento al otro, la pelirosa comenzó a notar que varios grupos, cada uno en distintas mesas, estaban hablando por las tabletas o recibiendo información. Algunas mesas se vaciaron y los que las ocupaban comenzaron a movilizarse con rapidez, como si algo que ella no sabía estuviese sucediendo, lo cual le alarmó aún más. Uno de los miembros del Grupo de primera planta pasó al lado de la mesa de las chicas, pero antes de que llegase hacia la puerta de salida Katia se levantó y lo tomó de la muñeca, era un conocido suyo, y habló en voz baja, como si no quisiera causar más revuelo.

-Dime, Onsov, ¿Por qué se están yendo de repente? ¿Ocurre algo?
-El Consejero real del ejército en primer nivel nos ordernó a mi pelotón y el de Kristoph bajar al perímetro. Aparentemente se ha detectado un tiroteo en zona civil por mercenarios y han autorizado fuerza de supresión letal.
-...Tiroteo... En qué parte de la ciudad?
-En los alrededores de la plaza central, hay muchos civiles alrededor y no podemos perder el tiempo. Disculpa Katia, tengo que bajar.

El sujeto salió del comedor, solo para dejar a Katia con un rostro de mala pinta total. En un pequeño descuido, tan solo un descuido y se había montado otro desastre, pero esta vez su hermana probablemente estaría involucrada.
Desvió la mirada hacia Laurie y Ayumi de golpe.

-Tengo que bajar, hay un tiroteo en la plaza central y Ellie probablemente esté en medio del fuego cruzado.
-Que?!.- Dijo poniéndose de pie rápidamente.
-Katia, TENEMOS que bajar. Estas loca si crees que vamos a dejarte ir sola.

La pelirosa mantuvo el silencio por unos instantes, no podía negar la ayuda de sus compañeras, así que no lo intentó.

-De acuerdo, pero habrá que darse prisa! Ellie puede estar en una situación muy peligrosa. No sé que demonios hace un grupo de mercenarios aquí, o peor aún, como ingresaron de la nada!
-Y la respuesta es desmedida. Con tantos soldados, el caos sera mayor. Sera mejor que lleguen rápido.
-Eso no sera un problema..- Respondió la rubia muy confiada.
-Entonces rápido, corran!

Las tres salieron del comedor rápidamente y pasaron por un almacén de armas rápido, Ayumi ya cargaba con su rifle, pero Katia tomó un rifle de asalto automático y continuaron hasta el ascensor, donde desde bajaron a la primer planta directamente. Ya a las afueras del perímetro, se percataron de que varios grupos de soldados se movilizaban de un lado al otro. A un costado de ellas, uno de los garajes se abrió y un vehículo militar blindado salió a toda prisa. Las chicas entraron al Garaje y tomaron posesión de uno de los vehículos, pues si querían llegar a tiempo necesitaban moverse lo más rápido posible. La pelirosa encendió el vehículo y sin perder un solo segundo, salieron picando del perímetro.

---

En medio del desorden y el tiroteo, Ellie se asomó apenas para ver lo que tenían delante. Quincy se cargaba a algunos de los mercenarios golpeándolos con sus brazos y echándolos casi a volar. Los disparos sobre Quincy tenían un efecto casi nulo, algunos rebotaban sobre la coraza del robot, quien sólo se enojaba más con estos disparos. La joven silbó con los dedos y el robot desvió la mirada hacia ella, cesando su ataque y corriendo en su dirección mientras aún recibía los disparos.

-Detrás de Quincy, hará de escudo contra los disparos.

Amarié asintió y entonces ambas se pusieron detrás del robot según la estrategia acordada. Quincy avanzaba protegiendo a Ellie y Amarié, los mercenarios seguían concentrando su fuego sobre el robot. Desde distintos puntos empezaron a salir más mercenarios, por lo que Amarié tuvo que volver a abrir fuego contra aquellos que las flanqueaban. Al casi salir del parque una especie de granada cayó a los pies de Ellie, Amarié en un acto reflejo agarró la granada y la tiró hacia un lado aleatorio al aire. Esta explotó generando una explosión seguida de unos rayos azules extraños. El altercado iba a mayores y las autoridades locales se hicieron eco de esto. Ningún civil rondaba la zona y los mercenarios se empezaron a aglutinar en el parque persiguiendo a Amarié. Llegaban sobre una especie de motos voladoras muy poco comunes y que jamás se habían visto en Ventar. Finalmente, antes de entrar en el callejón, Amarié se separó de Quincy y Ellie, por lo que estos se sorprendieron de aquel acto tan repentino. La mujer se atrasó unos pasos y se bajó sus gafas térmicas y de visión nocturna, se la puso en modo térmico y pudo ver a todos los mercenarios de los alrededores, los cuales disparaban contra ella, pero volvió a activar el escudo de su traje que utilizó con anterioridad que le protegía de un número contado de impactos. Con gran rapidez, sacó su cuchilla tecnológica y un haz de luz se desprendió de esta. Amarié la empezó a mover a modo de hélice, lo que generaba cada vez más luz. una luz azul que cegaba. Quincy y Ellie entraron en el callejón y no sufrieron sus efectos, pero esta luz se propagó por todo el lugar y cegó a los mercenarios. Haciendo que Amarié pudiese escapar con seguridad y tranquilidad junto a Ellie y Quincy. Por su parte, los mercenarios se dispersaron y desaparecieron también, al oír como las autoridades locales llegaban a escena.

Una vez dispersadas las unidades, rápidamente comenzaron a amontonarse vehículos de patrulla terrestre y aérea por la zona, mientras que un par de naves salían a la caza de los prófugos de aquel estallido de revuelo. Ellie miró por unos momentos a Amarié, sin decir nada, y entonces un vehículo familiar frenó de golpe a pocos metros de Quincy, Ellie y Amarié. Del vehículo bajaron Katia, Laurie y Ayumi. Katia corrió hacia Ellie y la miró rápidamente. Se arrodilló frente a ella, mirándola a los ojos, casi con una sonrisa crédula.

-Por qué no respondías mis mensajes? Estaba muy preocupada!!!
-¿...?
-Joder... Lo siento, Ellie, no vuelvas a hacer esto!

Quincy se acercó a la pelirosa, acercando su cara a ella como si quisiera calmarla. Katia acarició la cabeza de Quincy y observó algunas marcas de disparo.

-...Ya me encargaré de eso, Quincy.... Ellie, estás bien?
-A mí no me pasó nada. Supongo que hoy en día no se puede caminar por la ciudad o tener algo de paz sin que haya una situación que lo arruine todo.

Laurie desvió la mirada hacia Amarié, quien estaba a poco metros de la escena, observando.

-Y esa quién es?

Amarié quién aún tenía su rifle desenfundado, se lo enfundó y se cruzó de brazos, acercándose a las chicas.

-Sólo estaba de paso... Hasta que aparecieron esos Drells...
-Por cierto... ¿Vosotras también sois residentes de Ventar?

La pelirosa, al oír el comentario de la desconocida, desvió la mirada hacia ella y se levantó, casi como si fuese a enfrentar con palabras a la mujer, pues tenía una mueca de enojo en su rostro.

-"Solo estaba de paso"? ¿Drells? De qué estás hablando? Mierda, que situación tan estresante.
-Sí, nos asaltaron unos Drells cazarrecompensas... Por esto

Acto seguido, Amarié se sacó su colgante con la piedra de sangre incrustada en él. Todas las presentes admiraron la piedra y Amarié la guardó a los pocos segundos de nuevo.

-Quincy me ayudó a salir de ahí, por lo que le estoy agradecida... -Dijo con una sonrisa gentil y acariciando al robot

Katia, por su parte, poco y nada entendía de lo que acababa de pasar. Se llevó la mano a la frente, intentando asimilar todo y se acercó a Ellie de nuevo.

-Conoces a esta mujer?
-Aparentemente todo el revuelo fue porque la estaban buscando a ella, pero me ayudó cuando se armó todo.

Katia suspiró profundamente mientras negaba con la mirada. Se dirigió a Amarie una vez mas.

-Quisiera saber quién eres y qué haces aquí. Como ya seguramente sabrás, ella es Ellie, y yo soy su hermana mayor.

Amarié se puso en jarras y respondió.

-Me llamo Amarié Monette, y soy una exploradora espacial que va por todo el firmamento buscando piedras como las que os he enseñado antes.
-Parece que tu búsqueda ha llamado la atención de visitantes no invitados.
-Me temo que me han tendido una emboscada y que no hay piedras de sangre en este planeta...

Amarié se cruzó de brazos de nuevo y bajó la mirada

-Y ahora que hago...?.- Dijo pensativa.

La mujer entonces volvió a alzar la mirada.

-Si me quedo en este planeta, esos drells acabaran conmigo... Tengo que irme, pero tampoco puedo ya que no tengo ningún medio de transporte... Suelo viajar en naves comerciales y de transporte... Y tampoco tengo dinero para ello.

Amarié seguía de brazos cruzados y respondió con la misma seriedad

-En una nave comerciante, trasportaba chatarra desde una colonia rayeco no muy lejos de aqui...

Ellie miró a Katia como si estuviera hablando con ella con la mirada o algo parecido. Katia volvió a suspirar y se dirigió una vez mas hacia Amarié.

-De acuerdo, sube al vehículo, te reportaré en la torre central y veremos que se puede hacer contigo.
-Gracias, es mejor eso a quedarme aquí tirada a merced de los drells -Dijo con su sonrisa gentil

---

Cuando el cientifico se llevo el cascarudo infectado, Hyta recibio un mensaje urgente en la tableta. Saco la tableta y leyo el mensaje.
Era un mensaje generico, que mencionaba una mision urgente: llevar un paquete de datos a un escuadron de naves en unas coordenadas cercanas a la frontera. El viaje tomaria un dia para ir y otro para volver.
Debajo de este, habia un mensaje personal de Jhon.
- Hyta.
En tu ultima mision haz demostrado entusiasmo y talento, pero tambien impaciencia e indisciplina. No podre darte ninguna mision de riesgo hasta que aprendas a comportarte. Tienes dos dias para volver o habra consecuencias. Partes inmediatamente, la informacion es importante.
- Espera, espera, espera.
Katia y Amarie giraron hacia Laurie, la cual estaba con los brazos en jarras al lado de ellas.
- Si esa gente te persigue A TI especificamente, llevarte seria un riesgo. Si quieres venir, tengo que saber quien o que eres, quienes te persiguen y que es esa piedra. Y si no quieres contestar, pues te recomendare un hotel y una armeria.
Amarié se encogió de hombros y respondió a la joven rubia
- Bueno, creo que ya lo aclaré antes. Simplemente soy una viajera o exploradora, como prefieran... Viajo de mundo en mundo en busca de estas piedras para ganarme la vida, pues se venden a muy buen precio, nada más que eso.
Amarié se tomó un respiro mientras los presentes captaban la información
- Esos cazarrecompensas me siguen simplemente porque también saben que estas piedras son muy valiosas y que yo poseo una.
- Si son tan valiosas, comprate una nave. Mantener dinero en la cuenta no te salvara de esos cazarecompenzas, rata. Estoy segura de que podrias venderlo aqui o en cualquier parte.
Amarié entonces se sacó su colgante, lo observó durante varios segundos y despues lo apretó con cierta rabia.
- No puedo hacerlo... Este colgante es el único recuerdo que queda de mi madre
- Ohhh, entonces ya no es por dinero, cambiamos el discurso? - Laurie sonrio con cierto gesto de victoria
- Laurie, por favor, no seas asi!
- Nada! O me dices algo que me convenza de que vale la pena el riesgo o adios!
Amarié entonces frunció el ceño y se guardó el colgante
- Eres muy desconsiderada y maleducada, pequeña. No puedo vender este colgante y no me queda mas dinero que para una cena esta noche. Es cierto que me persiguen, pero podemos perderles de vista a esos Drells, lo he hecho miles de veces.
- O podriamos fallar apenas abandonemos la atmosfera y veinte naves nos ataquen y explotemos en mil pedazos, todo por un collar de alguien que no hace mas que vagar por toda la galaxia, supuestamente vendiendo piedras de valor incalculable cuyo "incalculable" no basta para una cena.
Amarié se cruzó de brazos y suspiró con algo de molestia.
- Oye... No quiero discutir más contigo. Mira, soy de fiar y no causaré más problemas si perdemos de vista a esos Drells.
Laurie la miraba con los brazos cruzados y una mirada de desconfianza
Pero Katia se acerco a la rubia y le hablo al oido.
- Venga Laurie, salvo a Ellie. Creo que es lo minimo que podemos hacer.
La rubia miro a Amarie un momento mas y luego comenzo a caminar hacia el vehiculo.
- Ya sube al maldito auto
Volvieron poco despues que varios de los soldados. Ayumi ya habia llamado a la torre e informado de la suma a la tripulacion. La nave Rhino ya estaba preparada y todos bajaron del vehiculo, incluido Quincy que iba colgado atras.
- Bueno, ya conoces a Ellie... - Ayumi iba muy animadamente hablando con Amarie - ... Y a Laurie, que no confia ni en su sombra. La de pelo rosa es Katia, nuestra capitana, el grandote de metal es Quincy y yo soy Ayumi, un soldado.
El grupo llego al Rhino y entraron. Quincy entro primero y fue hacia la bodega. Ellie fue a su habitacion casi de inmediato. Katia fue hacia la cabina para hacer una comprobacion de los sistemas.
- Vale, tu dormiras en...
- En la prision.
Ayumi y Amarie miraron a Laurie, que se habia detenido en la puerta de la cabina.
- Hay dos habitaciones, las dos para dos personas. Solo queda una celda al fondo de la bodega.
Amarie hizo una mueca de molestia hacia Laurie.
- P-pero la han reacondicionado. Es mejor que las instalaciones de los prisioneros comunes.
Amarie suspiro y se fue hacia la bodega. Ayumi giro hacia Laurie, pero esta ya se habia metido en la cabina, dejandola sola en medio del pasillo.

El X-Explorer se dirigía hacia donde la nave robada por Annie, Nathan y Sahsa había ido. Gracias a una baliza de localización que tienen todas las naves de la Hermandad se pueden localizar estas naves estén en el rincón que estén de la galaxia. Deckhah se encargaba de llevar los mandos de la nave en la sala de mandos, mientras que Rix se encontraba en la única habitación que había en la nave, la cual estaba diseñada para que cupieran cuatro

Música

personas. En dicha habitación habían dos literas pegadas a cada lado de esta, la cual era de tamaño pequeño, en medio había una especie de mesita en la que había una lámpara pequeña que iluminaba de una forma muy hogareña la estancia. Rix se encontraba en una de las literas, abajo. El espadachín se encontraba recostado, aún con sus ropajes puestos, aunque su sombrero lo dejó a los pies de la cama. Rix tenía entre manos un anillo de oro con una gema incrustada de color rojo que parecía bailar al son de la luz que se reflejaba de la lámpara.

Xres entró en la habitación y observó a su amigo, este miró al portador y acto seguido volvió la mirada hacia su anillo. Ninguno de los dos dijo nada y entonces el portador procedió a sentarse a los pies de la cama.

-Es un anillo muy bonito

-Fue un regalo... De Hyz, del día de nuestra boda-Dijo mientras manoseaba el anillo

-¿Os casasteis?-Dijo algo sorprendido

-Sí. Unos meses después de la caída de RTI. Fundaste la Hermandad, la dejaste a mi cargo y allí nos casamos

-¿Bajo la bendición de Spode?

-Sí... ¿Por qué?-Dijo dejando de mirar a su anillo, reincorporándose un poco, aunque aún tumbado y mirando a su amigo

-¿Crees en Spode?

-Claro... Aunque nunca lo he visto, sé que existe. El Bibliotecario a veces hablaba de él. Visitó muchas veces Znalost, pero nunca tuve la oportunidad de verlo.

-Y si existe... ¿Por qué no actúa?

-¿A qué te refieres?-Dijo ya reincorporándose del todo y sentándose al lado de Xres

-¿Por qué no actúa en todo lo que le pasa malo al universo? Después de todo, es considerado como la máxima deidad, llena de bondad, también se le atribuye controlar la fuerza de la Luz... ¿Por qué nunca ha contactado conmigo? En cambio, el dios del Caos si que contactó con Xerxs.... ¿Acaso lo estoy haciendo mal?-Dijo mientras se cruzaba de brazos y se ensimismaba entre sus cavilaciones

Rix calló al no saber qué responder ante tal pregunta. Xres seguía de brazos cruzados e ensimismado en sus pensamientos. De pronto, una voz se escuchó que provenía desde donde se encontraba Deckhah.

-¡¡Chicos, tenemos un problema!!

Tanto Rix como Xres se reincorporaron y se pusieron en pie. Tras eso, ambos fueron hacia la sala de mandos al ser llamados por Deckhah. Al llegar, vieron a Deckhah sentado en el asiento del piloto, con una especie de luz azul parpadeando en su pantalla y un sonido intermitente y corto que sonaba sin parar. Por el cristal se podía ver en frente suya a una nave de tamaño medio, negra con pinturas blancas a modo de decoración en algunos puntos específicos de su fuselaje. Tanto el X-Explorer como esa nave estaban totalmente detenidos.

-¿Qué es lo que ocurre?

-Esa nave, nos está pidiendo una transmisión. ¿La acepto?-Dijo mirando a Xres

El portador echó otro vistazo a la gran nave que se veía desde el cristal delantero de la sala de mandos, la cual parecía robusta y fuerte. Xres asintió con la cabeza y Deckhah aceptó la transmisión. Tras eso, en la pantalla pequeña del piloto apareció la imagen de una mujer humana rubia con un moño recogido, de ojos azules y un traje futurista de látex gris. En la parte superior de su cabeza, a modo de diadema, llevaba unas gafas aparentemente de uso militar, con los cristales de color rojo y verde. La mujer alzó su mano a media altura y son una sonrisa inocente se dispuso a hablar.

-¡Saludos extraños! ¿Quiénes sois?-Dijo con un tono amigable

Los tres se quedaron durante unos segundos callados, mirándose entre ellos sin saber qué responder, hasta que Dechah dio el paso

-Eso deberíamos preguntarte a ti, ¿No crees?-Dijo con un tono seco

-Me llamo Nessa Elensar, somos unos exploradores galácticos y vamos rumbo a Términa para buscar una cosa, ¿Sabéis si el planeta aún queda lejos?

-¿Términa...? ¿¡Qué tenéis que hacer en Términa!?

-¿Y ese desconcierto? Tan solo quiero saber dónde se encuentra ese planeta-Dijo algo más seria

-Yo vivo en Términa y que sepa no suele recibir muchas visitas-Dijo desconfiado

-Oh... ¿Sois de Términa? En ese caso, quisiera haceros unas preguntas en persona. ¿Aceptáis?

Rix y Deckhah miraron a Xres, tras meditarlo unos segundos, finalmente accedió.

-Está bien... Así podremos preguntarles también a ellos por Annie, Nathan y Sahsa-Dijo mirando a sus amigos

-¿¿¡¡Sa-Sahsa!!??-Dijo totalmente sorprendida

Los tres entonces miraron a la Nessa con desconcierto

-Ahora sí que me interesa que hablemos en persona. Abriremos nuestro pequeño hangar, allí puedes dejar tu nave y presentarte en la sala de mandos de mi nave; La Traura. Cambio y corto.

Sin entender muy bien la situación, los tres asintieron con la cabeza. Dicho esto la transmisión se cortó y se dirigieron hacia el pequeño hangar de La Traura, el cual había sido abierto.

Tras aclarar un poco su situación actual, a Nathan le empezaron a venir muchas preguntas a su cabeza. -¿Qué es la Tierra Madre, quién es usted y por qué conoces a nuestra madre? El hombre se tomó una pausa prolongada antes de responder, como si estuviese meditando la respuesta o buscando las palabras indicadas para ello. Tomó asiento frente a los jóvenes y les miró con seriedad.

Música

-???:Se encuentran en el planeta Zephon. Como ya dije, es un punto de interconexión con lo que denominamos la tierra madre, o el refugio de los cielos. Su madre, Hyza, nació y creció la mayor parte de su vida en estas tierras, siendo mi compañera como guardianes a la entrada de Rethernal durante mucho tiempo, hasta su salida.

Nathan se cruzó de brazos y miró a su hermana aún sin comprender muy bien y un poco incrédulo ante tal respuesta

-¿Crees que por eso mamá no hablaba mucho sobre su pasado?

-No estoy segura... tampoco me parece motivo para ocultarnos las historias. ¿Qué mas? ¿Qué mas había en ese refugio?

-???:Muchas cosas, no creo apropiado revelar cierta clase de información a un par de jóvenes como ustedes, aunque sean hijos de Hyza. Solo puedo contarles hasta donde creo es importante.

El hombre entonces se notó tenso y a la vez melancólico

-???:Pero... Aquí mismo fue donde nos quitaron algo muy valioso, y a la vez, peligroso.-Dijo apretando los puños con rabia

El hombre se quedó en silencio, mientras los jóvenes esperaban a que este continuase el relato, pero este calló.

-¿El qué...?-Dijo intentando que el hombre retomase su relato

El hombre volvió a guardar silencio durante unos segundos, miró a los ojos de Nathan durante un momento y respondió

-???:No importa ya, no es nada de lo que deban preocuparse en la actualidad. Como les decía, Hyza ha sido mi antigua compañera en estas tierras. Toda la historia de sus ciudadanos y el origen de cada uno se encuentra en las bibliotecas de Rethernal.

-Vaya, podríamos ver qué hacía mamá...-Dijo mirando a su hermana-¿Y donde se encuenrra esa tal "Rethernal"?-Dijo muy interesado

-???:De cierta forma... me sorprende que no sepan nada de Rethernal, y más sabiendo quienes son sus padres...

El hombre suspiró y estiró los brazos. Tomó un par de troncos y los colocó con cuidado sobre la chimenea. Estos crujían y hacían un chasquido muy relajante, a la vez que daba calor a la habitación, lo cual se agradecía, puesto que en el exterior la temperatura era muy baja.

-???:Rethernal se encuentra en una zona de "Exclusión", así llamada actualmente. Es una agrupación de islas flotantes sobre la superficie de su majestuoso planeta. En una época, fue considerado el refugio sagrado de los cielos, dando seguridad y protección a quienes tuvieran la fortuna de acceder.-Dijo maravillándose en sus propias palabras y con un brillo en los ojos que reflejaban cierta melancolía-Pero sólo los puros de corazones pueden rendir homenaje al guardián de Rethernal, Efett. Aquellos seres que buscaran ingresar a Rethernal con otras intenciones, serían castigados por el guardián de la entrada.

-Vaya, en cuanto a su estructura se parece a Términa. Por lo de las islas flotantes...

De pronto un silencio inundó la habitación, tan solo el crujir de la madera se escuchaba en la chimenea. Tras eso, Nathan volvió a hablar.

-¿También conoces a nuestro padre? Esto.... ¿Cómo te llamabas?

-...Kashgar... Kashgar Oakley. Poco he visto a su padre, pero sí, lo conozco.

-Pero espera... mencionaste que mamá nació en este lugar y vivió ahí por mucho tiempo...¿Por qué marcharse?

-No estuve enterado de aquello sino hasta mucho después de lo sucedido. Lo poco que sabía para el momento, era que su madre se había unido a un grupo de resistencia contra RTI. Quiero imaginar que saben qué es RTI...

Annie y Nathan se miraron entre sí, sin saber a lo que se referían. Luego miraron a Sahsa para ver si esta sabía algo.

-Me suena mucho, pero no sé exactamente qué es lo que hacían. Creo que algo malo, ya que todo el mundo le temía.

Nathan se cruzó de brazos e intentó recordar si sabía algo sobre "RTI"

-Pues es la primera vez que escucho eso de "RTI..."

-¿...Es en serio? ¿Es que todo este tiempo han vivido en una burbuja o algo?

-Más o menos... podría decirse...

-Por eso escapamos

-De todas maneras, ha estado mal, pésimo de su parte... Seguramente sus padres estén buscándolos en estos momentos.

-Tal vez...-Dijo cabizbaja

-Da igual, lo que queremos saber ahora qué es eso de RTI y qué tiene que ver con nuestros padres!-Dijo quitando importancia a sus actos

-Pues ahora mismo, lo mejor que pueden hacer es calmarse un poco y descansar... Les recuerdo que han estado al borde de la muerte por su imprudencia.-Djio con soberbia-Creo que ha sido suficiente clase de aprendizaje por el momento...

Tras decir eso, Kashgar se dispuso a abandonar la habitación. Nathan entonces quiso saber más sobre RTI y su madre, así que en un intento de detener al hombre, el joven se levantó de la cama, pero sus heridas le pasaron facturas y, dolorido, se desestabilizó y cayó de rodillas al suelo. Annie y Sahsa en ese momento acudieron en su ayuda, ayudando a levantarse. Kashgar entonces se detuvo y miró a Nathan.

-Guarda reposo, joven.

Sahsa y Annie ayudaron a Nathan de nuevo a sentarse en la cama.

-Aggh.... Cómo me duele la pierna-Dijo con una gran mueca de dolor en su rostro

-Nathan... Yo puedo ayudarte

Nathan y Annie se miraron extrañados, mientras Sahsa se llevó la mano a su pecho y rebuscó dentro de sus ropajes algo. Ambos hermanos se ruborizaron y se alarmaron por el gesto de su amiga. A todo esto Kashgar se había marchado antes de eso. Tras eso, Sahsa se sacó su colgante, el cual relucía por la piedra roja que llevaba incrustada. Annie y Nathan se calmaron un poco, mientras Sahsa les miró con inocencia.

Música

-¿Qué ocurre?

-N-nada, nada...-Dijo intentando olvidar el tema

Sahsa entonces se arrodilló para ponerse a la misma altura que Nathan, el cual estaba sentado en la cama y acercó su colgante al joven. La joven lo apretó y miró a su amigo.

-Dame tus manos...-Djio seria

Nathan hizo caso y mostró sus manos. Sahsa entonces agarró sus manos junto a su colgante. Ambos jóvenes tenían el colgante bien sujeto y ambos lo apretaban. Nathan se ruborizó en primera instancia, pero luego se puso serio. Ambos jóvenes entonces cerraron los ojos y la piedra comenzó a brillar dentro de sus manos. El brillo, al ser tan intenso, se escapaba de entre los huecos de sus manos. Annie miraba atónita la escena. De pronto, el brillo comenzó a rodear con un aura rojiza a Nathan. Durante unos segundos se mantuvo así, Nathan abrió los ojos y se sorprendió al ver lo que estaba pasando. Sahsa también los abrió y, aún con ambos jóvenes agarrándose de las manos con el colgante en medio, sonrió.

Tras eso, el aura dejó de rodear al joven y se disipó poco a poco el brillo de la piedra. Ambos jóvenes se soltaron las manos y Sahsa se volvió a colocar el colgante en su cuello.

-Intenta ponerte de pie-Dijo mirando al joven

Nathan asintió y poco a poco intentó ponerse de pie. Para su sorpresa, ya no le dolía nada y estaba en perfecto estado, incluso mejor que antes de partir de Términa. El joven alegró su rostro y miró a su hermana, la cual estaba aún sorprendida por lo que Sahsa acababa de hacer. Nathan se miró su pierna y vio que ya no había herida, se le había cerrado del todo y ni siquiera había quedado cicatriz.

-¿C-cómo...?-Dijo algo alterado

-No lo sé, recuerda que perdí la memoria-Dijo con un tono sereno

-Gracias... Sahsa-Dijo mirando a su amiga y sonriendo gentilmente

La joven no dijo simplemente nada, solamente le devolvió la sonrisa gentil.

***

Fin de la Música

Amarié entró en la bodega, no muy entusiasta por su estancia temporal, pero era mejor que quedarse sin nada a merced de los Drells. Pasó por al lado de unas cajas enormes, entre las cuales se encontraba Quincy, como en un estado de vigilancia y sueño. El robot hizo una especie de pitido de saludo cuando la mujer pasó a su lado y esta se paró para acariciarlo.

-Grandullón, parece que me vas a tener que ver por aquí un poco más de tiempo...-Decía mientras esbozaba una sonrisa forzada

Quincy emitió de nuevo unos pitidos que le transmitieron empatía a Amarié, aunque no comprendía para nada lo que realmente quiso decir el robot. Sin más, la mujer dejó de acariciarlo y se dispuso a dirigirse hacia sus nuevas dependencias

-Me voy a poner cómoda-Dijo despidiéndose del robot

Quincy hizo otros pitidos incomprensibles para la mujer, pero esta los comprendió como un "Hasta luego" quizá.

Una vez dentro de la prisión, Amarié vio que estaba muy limpia y bien ordenada, hasta tenía un colchón bastante cómodo. Todo esto hizo que se le dibujase una sonrisa en el rostro a la mujer

-¡Vaya, esto es incluso mejor que la nave de carga en la que vine!-Dijo poniéndose en jarras y echando un vistazo a su alrededor-Si no fuese por las rejas...

Una vez que le tomó el gusto al lugar, la mujer dejó su rifle de plasma apoyado en las rejas y se tumbó en la cama. Pasó un tiempo y sacó una tableta de su traje. Tecleó unos códigos indescifrables y acto seguido emitió una llamada. Tras eso, la llamada fue aceptada y un personaje misterioso; un encapuchado azul apareció en esta. Al sujeto no se le vio el rostro y el fondo en el cual estaba tampoco se veía.

-Amarié, ya te extrañaba

La mujer sonrió y se puso coqueta

-¿Oh, en serio? Me ruborizas, Halas

El encapuchado entonces rió

-¿Tienes algo?-Dijo poniéndose algo más serio

Amarié entonces dejó de sonreír, negó con la cabeza y se puso más seria al igual que aquel sujeto

-La información era totalmente falsa. Unos Drells me tendieron una emboscada en el Parque Central de Kanasarena, en Ventar-9

-Bueno, al menos saliste ilesa...

-¿Tú has encontrado algo más?

-Tengo a varios de los nuestros y a unos aliados en ello, ¿Dónde estás tú?

-En una nave de unas capitanas rayecos, en nuestra próxima parada espero poder encontrar algo...

-Cuando estés en disposición de reincorporarte a la búsqueda, vuelve a llamarme

-Entendido. Cambio y corto

Tras eso, Amarié colgó y se guardó la tableta. Se quedó aún tumbada en la cama unos minutos más, hasta que al rato, se oyeron unos pasos que se dirigían hacia donde se encontraba ella.

De pronto, la celda se cerro. Unos pasos mas y salio Laurie de un costado, con una cara de total desconfianza y un blaster en la mano.
- Se acabo el horario de llamadas
Amarié, aún recostada en su cama y mirando a la joven, no se inmutó nada
- ¿Qué es lo que quieres ahora?
- Una transmision salio de aqui. Y oi tu tierna conversacion con tu amigo Halas. Sabes que no confio en ti, asi que quiero una explicacion.
Amarié se reincorporó y se puso en pie. Camino hasta acercarse a las rejas y se cruzó de brazos
- Eres un poco paranoica, ¿No? - Dijo mientras miraba a Laurie a los ojos
- Si. Por eso estoy aqui apuntandote con un arma y no dos metros bajo tierra. Ahora. Que hacias en Ventar-9? De verdad.
Amarié se llevó la mano hacia la frente, en señal de pesadez
- Ya te lo he explicado, busco Piedras de Sangre y me dieron una información falsa. No había ninguna en Ventar-9.
- Quien es Halas
- Un amigo -Dijo aún cruzada de brazos y respondiendo con serenidad a Laurie
Ella no dijo nada, como si no hubiese recibido ninguna respuesta.
- ¿Qué más quieres saber? Es sólo un amigo que está buscando lo mismo que yo, es simple... - Dijo volviéndose a sentar en la cama
- Cuantos mas hay
- Pues... - Amarié se puso a calcular durante unos segundos - Que pueda contar unos 3. Pero una amiga que está a muchos años luz de aquí tiene una nave con toda una tripulación
- Por que necesitas una tripulacion para conseguir piedras?
- Pues porque aunque son valiosas, hay muchas y repartidas por toda la galaxia, son muy difíciles de conseguir
Laurie no dijo mas nada. Pero no bajo el arma ni dejo de mirarla con desconfianza. Amarié, aún sentada miró a Laurie a los ojos. La mujer desprendía gentileza y sinceridad
- Mira, no tengo intención de haceros nada malo... De verdad
- Tu historia es muy completa, pero muy simple. Hay algo que no me estas diciendo o que no sabes. Una cosa u otra, no voy a permitir que hagas llamadas no identificadas que puedan poner en riesgo mi mision. Dame la tableta.
Amarié, al ver que no le quedaba más remedio, resopló
- Está bien... Pero te advierto que no entenderás nada, está en un idioma que no conocerás y sus códigos pueden ser muy complicados a veces
Amarie le extendio la tableta y Laurie se la saco de un manotazo. Miro la pantalla. No entendia, pero no esperaba hacerlo tampoco. Miro de nuevo a Amarie.
- Tambien tu arma. Te la dare de nuevo cuando bajemos.
Amarié le dio también el arma a Laurie con algo de recelo, puesto que sin ella se sentía insegura.
- Cuando bajemos, por favor dámela, es mi única defensa
- Si hay otra arma que deba saber, me la entregas
Amarié se quitó su brazalete y se lo entregó a la joven.
- Cuidado, de ahí sale un pulso de energía en forma de cuchilla
La rubia se llevo todo fuera de la vista de Amarie. Poco despues, la celda se abrio y Laurie volvio, aun con el dedo en el gatillo y pero sin apuntarla. Le extendio algo.
Era una tableta, de diseño del Gran Concejo y con el idioma comun. En la pantalla decia "Nombre: Amarie [APELLIDO EN BLANCO]. Rango: Invitado"
- Podras comunicarte con nosotras unicamente. Tambien tiene los controles de tu celda, por si quieres cerrar la puerta. Quiza quieras poner tu apellido, lo he olvidado.
- Monette, mi apellido es "Monette". Y... Gracias supongo, Laurie -Dijo con una sonrisa gentil
- Es mi trabajo. - Dijo sin sonreir - Aun no confio en ti. - Dio media vuelta y se dirigio a la puerta del deposito - Vamos a despegar. Quiza quieras buscar una ventana
Amarié volvió a recostarse en la cama
- Creo que preferiré descansar después de un largo día como hoy...
La guerrera no respondio y solo se fue.
La rubia volvio a la cabina, donde Katia estaba sentada en la silla del pioloto, haciendo el chequeo pre despegue.
- Le diste la tableta a Amarie
- Si... - la rubia se sento en la silla del copiloto e imito a su compañera.
- Sabes, no era necesario quitarle las armas y su tableta personal.
- No voy a permitir que ponga en riesgo la mision llamando a gente extraña. Y no le permitire tener armas en la nave.
Katia la miro y nego con la cabeza.
- Solo no la mates, de acuerdo?
- Lo hare si me da una razon para hacerlo. Comenzamos el despegue?

Después de leer el mensaje, con furia reventó la tableta contra el suelo y la pisa con su bota, luego se alejo y camino hasta la nave que había usado en su anterior misión, cuando llego a esta un mecánico la estaba reparando, el metal de la nave se había derretido por el contacto del infectado con el.

Lo siento la nave no esta en condiciones como para despegar, vuelve en una hora, estoy seguro de que ya estará reparada para entonces.//Dijo el mecánico mientras soldaba una placa de metal.

La pelirroja dio media vuelta y salio del hangar, hasta llegar a un pasillo, se dirigía a la sala de entrenamiento virtual.
Una vez llego entro a una gran sala en esta había un panel holografico. donde se podía elegir el tipo de simulación y el tiempo que se deseaba estar entrenando. Una hora y combate cuerpo a cuerpo fue seleccionado
La puerta de la salida se cerro, y el panel se desvaneció: creando el holograma de un sujeto, que a pesar de su aspecto etéreo, era físico y podía ser golpeado.
Hyta se preparo para luchar. El holograma lanzo un puñetazo a la chica, esta lo esquivo agachándose pero el atacante respondió instantáneamente con un rodillazo en su cabeza, la chica ni siquiera retrocedió por el impacto, apenas lo recibió tomo al holograma de la cintura, levantándolo y estrellándolo contra el suelo. Pero antes de que la chica acabara su ataque, el holograma desapareció y volvio a aparecer en su posición inicial.
Un mensaje sonó de un parlante.

CPU SUMA TRES PUNTOS. GOLPE ACERTADO A LA CABEZA.

ESTÚPIDA MAQUINA TRAMPOSA, YA VERAS//Grito con ira al holograma que se preparaba para la siguiente ronda.

Pero nadie contesto. La maquina esperaba a que Hyta estuviese lista y no respondía a insultos.

PREPÁRESE PARA LA SEGUNDA RONDA

La pelirroja corrió contra el holograma para derribarlo, este se preparo para detener el ataque pero una vez estaba lo suficientemente cerca se deslizo por debajo de sus piernas y se levanto al instante quedando posicionada detrás de el, para luego darle un puñetazo en la cabeza haciendo que este caiga al suelo.
El holograma cayo al suelo, para volver a aparecer en la posición inicial.
EMPATE DE TRES PUNTOS. VOLVER A LA POSICIÓN INICIAL.
NIVEL INSUFICIENTE PARA COMPETIDOR. AUMENTANDO NIVEL
Hyta se preparo para la nueva ronda. Volvió a correr hacia el holograma, esta vez este no se quedo quieto, comenzó a moverse de un lado a otro para tratar de confundir a la chica. El holograma parecía actuar mas a la defensiva, era muy difícil de golpearlo para Hyta, este se movía de un lado a otro y no le permitía a la chica embestirlo o golpearlo.
El no poder asestar a su objetivo ponía mas furiosa a Hyta. Esta, al minuto de no poder dar un solo golpe, perdió el control y comenzó a golpear las paredes y arrancar los paneles que habían en las instalaciones

Una fuerte alarma sonó y el holograma desapareció. La maquina volvió a hablar.
POR FAVOR, NO DAÑE LAS INSTALACIONES
La chica ignoro la advertencia y cegada por la furia siguió destruyendo el lugar a puñetazos haciendo grietas en las paredes y abollando los metales.
Su ojo verde se había tornado de un color mas rojizo.
De pronto, algo tomo el brazo de Hyta mientras esta no los estaba viendo. Con una fuerza inhumana, la lanzo por los aires y cayo en medio de la arena. Era uno de los hologramas, pero esta vez había varios. Se lanzaron contra Hyta e intentaron inmovilizarla de brazos y piernas, con una inhumana fuerza simulada. Todo el tiempo la maquina repetía una y otra vez, "POR FAVOR, NO DAÑE LAS INSTALACIONES." por encima de una alarma.
Las proyecciones se lanzaron contra Hyta y trataban de inmovilizarla, Hyta esquivo cada uno de los intentos por derribarla, el tiempo se movía lentamente para ella, los rápidos ataques de sus atacantes fallaban uno tras otro, la chica comenzó a contraatacar levantando a uno de los hologramas y lanzandola con una gran fuerza contra uno de sus compañeros que trataba de abatirla por la derecha.
Hyta peleaba contra los hologramas lo mejor que podía. Cegada por la furia, habia comenzado a ver todo lentamente y lograba evitar la mayoría de los golpes. Pero era cada vez mas difícil. Los hologramas eran cada vez mas, eran inhumanamente fuertes y pesados y a veces los golpes los atravesaban. Pero ella seguia luchando, hasta que un fuerte golpe la lanzo hacia atras. Algo se clavo en su cuello. Comenzó lentamente a perder el control de su cuerpo y luego cayo al suelo. Lo ultimo que vio fue dos hombres, vestidos de médicos y portando un arma extraña, frente a la puerta de la sala.
La chica había despertado en un lugar enorme y vació: parecía casi infinito, era evidente que no estaba en el mundo real.
Se levanto y comenzó a caminar, pero por mas que lo hiciera no llegaba a ningún lugar al ver que eso no la llevaría a nada, se recostó sobre el suelo y miro el blanco cielo. Hyta comenzó a sentir que algo sonaba en el vació. Una voz fuerte, autoritaria, como un general. O como Jhon, decía muchas cosas, regaños sobre todo. Lo que hacia, como era, lo que había hecho y lo que no había hecho.
Hyta trato de decir algo, de responder pero por mas que lo intentara no podía hablar. Era como si nada de lo que dijera importara. Las voces se multiplicaban cada vez mas y mas, no importaba a donde fuera siempre las escuchaba regañándola.
Su desesperación y miedo cada vez eran mayores, no había forma de escapar de las voces. Hyta tapo sus oídos y se recostó en el suelo deseando que todo terminara pronto, que pudiera despertar y escapar de ese sitio.
Derrepente todo se volvió negro, habia despertado en una enfermería. Lentamente abrió sus ojos, una enfermera estaba a su lado.

Veo que despertaste. Tuvimos que sedarte, comenzaste a destruir la sala de entrenamiento

Perdón por los problemas que cause. Pero debo irme, tengo una misión pendiente.

Hyta se levanto de la cama en la cual estaba acostada, y salio de la enfermería, iba camino al hangar.

________________________________________________________________________________________________
________________________________________________________________________________________________