Yo... no sé muy cómo empezar esto, así que iré directamente al grano.

No es un secreto que las cabras son todoterreno. Pueden escalar muros casi verticales sin demasiado esfuerzo; nadar, correr y saltar grandes alturas; crecer en número en multitud de ambientes... Pero esto ya se nos escapa de las manos.

Primero comenzó como un caso aislado. Hubo un pueblo donde un señor apostó a que llegaría, montado en su cabra, más rápido al pueblo próximo que el tren de la zona. Y vaya si lo consiguió: fue llegar, pararse a ordeñarla, hacerse un queso y ver el tren llegar a los cinco minutos. Cabra 1, humanidad 0.

Gracioso, ¿verdad? Pero la cosa no quedo ahí. Fue un acontecimiento tan gracioso que no faltó gente poniendo cabras en situaciones absurdas; arando el campo, usándose de taxis, e incluso de trasatlánticos. El asunto empezó a volverse serio.

Escribo esto entre lágrimas y creo que estoy volviéndome loco, pero ya me da igual todo. Hemos descubierto que las cabras sobreviven al vacío del espacio y que podemos usarlas de vehículo privado espacial. No tiene sentido... pero es real. Las cabras, las malditas cabras se han convertido en el pilar fundamental de la civilización a estas alturas, sirven de comodín para todo, y son miles de veces más eficaces que cualquier artefacto humano. DIABLOS, ESTOY ESCRIBIENDO ESTO CON UNA CABRA QUE ME LEE LA MENTE Y SABE LO QUE QUIERO ESCRIBIR. Hemos descubierto una fuerza que nos supera, y no puedo sino advertiros de esto y rezar por la humanidad...

LA MALDITA CABRA: