¿Qué creíais? ¿Que el alienígena exobiológico no iba a participar en un concurso de evolución?



Inicio del experimento.

Antes de comenzar las pruebas, nos paramos a pensar qué hacer con esta pequeña e indefensa criatura. Si era tan especial pero eramos tan escépticos, debíamos ponerla al límite; poner a prueba sus capacidades evolutivas. Decidimos introducirla en el desierto, en una gran extensión de tierra, de arena y de piedra. Un clima y un bioma creados para iniciar el experimento.

Primer mes.

¡Mágnifico! ¿Cómo es posible?
Nuestro pequeño amigo parece haber mutado. O quizá se deba a una malformación, pero resulta improbable debido a que afecta a toda la especie. Aún así, es algo asombroso.
El espécimen ha comenzado a desarrollar un par de párpados (qué gracioso suena) por cada primitivo ojo. La especie es herbívora, y debido a la escasez de alimento su boca ha menguado y en parte atrofiado. Su fina y delicada piel, castigada por la luz de magnesio a la que le sometemos, se ha endurecido muy rápidamente, al igual que su curioso bulto parece haber crecido y endurecido, como si fuera el músculo de un culturista.

Segundo mes.

¡Cómo imaginábamos! Su bulto ha continuado creciendo, al igual que los bultos a los lados de su boca que había en el primer mes. Su cuerpo ha continuado alargándose, mostrando una conducta aerodinámica. A pesar de ser un cambio no muy significativo, ayuda a la criatura a la hora de correr, pues sus patas aún no están muy evolucionadas.
De todas formas, estas se han desarrollado más y han adquirido nuevas articulaciones. Sus zarpas comienzan a evolucionar de acuerdo al entorno, y de forma simultánea su piel poco a poco se oscurece y endurece. Realmente interesante, ¿no creéis?

Tercer mes.

Sus evolución nos deja perplejos. No sólo a la hora de observar cómo se adapta, sino también cómo se relaciona con su entorno. Y cómo su especie, a pesar de cambiar tanto, no se divide en distintas categorías ni familias. Este diminuto ser rompe todas las bases e ideas más básicas y sólidas de la ciencia.
Nos cuesta pensar qué sucederá con su bulto, al cual decidimos llamar cariñosamente Bombón. Parece ser que Bombón es utilizado para la conservación de grasa, representando una fuente de energía de reserva para la criatura. En su bulto ha desarrollado unos bultos duros y resistes, quizá un paso más hacia una piel más solida y resistente.
Sus patas, más musculosas, han adquirido unas articulaciones duras y resistentes, perfectas para correr.
A su vez, sus ojos se han adaptado muy significativamente a la luz cegadora del desierto, y los bultos rugosos que habían a los lados de su probóscide se han convertido en unas pequeñas tenazas, por ahora sin mucha utilidad.
Parece haber desarrollado un bulto en la frente. ¿Será hindú? Nah, no lo creo. Pero aún así es raro.
¿Qué serán esos bultos que hay al lado de sus patas? Ni idea, pero seguro que la evolución nos lo dirá.

Cuarto mes.

Lo cierto es que hay que admitir que es adorable. Nuestro dinosauriesco amiguito, como cabía esperar, tiene una piel cada vez más resistente, al igual que los bultos que ha desarrollado en Bombón. Ahora son pinchos, que parecen proteger su gran e importante reserva de grasa y energía. Sus pequeñas tenazas cada vez van a más, convirtiéndose en la nueva generación de probóscide alimenticia del animal.
Es omnívoro, y con sus pequeñas garras agarra (qué gracioso suena) pequeños insectos, plantas, cactus... a decir verdad, Bombón se parece a uno.
Sus patas han evolucionado bastante, al igual que su cuerpo. Evoluciona lentamente debido a que es una zona delicada; es donde se alojan sus órganos.
¡Su curioso bulto en la frente se ha convertido en un pequeño sensor ultravioleta! Con este ojo ve como las víboras, pudiendo ver el calor del ambiente y de los seres vivos.
Esto, junto con sus patas endurecidas, ayuda a la hora de buscar pequeños animales. Escarban madrigueras, buscan raíces de plantas... Son realmente inteligentes.

Quinto mes.

¡Oh, sí! Todo como según nuestros cálculos. Los renales, claro. Estar sentado en una silla cinco meses mirando a un alienígena no es muy sano.
Las pequeñas fauces de su boca han evolucionado muchísimo, ayudando a la criatura en la alimentación. Su primitiva probóscide aún se ve, actuando como cuerdas vocales y dándole un característico sonido agudo y gutural.
Su ojo central está más evolucionado, al igual que todo su cuerpo en general. Los cambios son constantes. y por ahora previsibles.
Han comenzado a surgir pelos, escamas duras y finas en su cola.

Sexto mes.

Es extraño... parece adquirir una forma humanoide, pero ni muestra signos de más inteligencia ni usa sus manos para nada en concreto. Las finas pezuñas que acabaran evolucionando por ahora solo sirven como apoyo para el animal, a la vez que para desenterrar objetos entre otras cosas. Los pelos de su cola siguen creciendo,





Perdonadme pero, en este punto, no he podido escribir más por falta de tiempo. Así que por ahora les dejo solamente las criaturas y más tarde os mostraré las descripciones.
De nuevo, siento las molestias. Pero comprendedme, es mucho escribir





Séptimo mes.


Octavo mes.


Noveno mes.


Décimo mes.


Undécimo mes.


El primer año.



Requisitos: (CC para sexto, séptimo, octavo y noveno mes) (1.5 para décimo, undécimo y el último mes)

Me he divertido pensando que era una especie de Camello de Celestia

Muy buena la evolución, al puro estilo Samu 

Esto se empieza a poner interesante
y sin duda no es por mi creación yao (?)

Guau, me encantó.

Bombón.

:motherofgod: