Recuerdo del primer mensaje :


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Bienvenido a Rolea Tu Imperio, un juego de rol en tercera persona que presenta un ambiente futurista y mágico con una historia de gran extensión que puede resultar difícil de comprender al principio, ¡Pero que eso no te detenga! ¡Pon a prueba tu destreza y únete para dejar huella en esta increíble historia!

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REGISTRO DE PERSONAJE

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Para poder registrar un personaje en la historia, es necesario completar una ficha con ciertos datos de importancia acerca del personaje; cuando la ficha haya sido completada, deberá ser publicada en el tema dentro de un spoiler o enviada directamente hacia uno de los usuarios en la siguiente lista, para poder así obtener apoyo en la introducción del personaje en la historia:

- Tomás Kapo Spore 2011
- Vinnie Sift [ASR]
- Alegorn
- Mr. Hovs


- Nombre del personaje: [Obligatorio]
- Código de letra: [Por ejemplo: #000fff]
- Género: [Masculino, Femenino o Indefinido]
- Edad: [No es obligatorio especificar una edad, aunque es preferible]
- Historia del personaje: [Obligatorio]
- Imagen Descriptiva: [Pueden ser bien criaturas de Spore, Personajes de Anime, personajes de videojuegos, personajes de películas, etc.]

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Puedes introducirte a la historia de una de las siguientes formas:

- Pide ayuda a través de un mensaje privado a alguno de los jugadores para así poder participar en su segmento de historia.

- Crea tu propia situación en algún sitio específico y únete a la historia de los demás jugadores poco a poco.


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El avance global representa la cantidad de comentarios y páginas definidas actualmente. Cada volumen cuenta con una cantidad específica de páginas. En esta sección puedes ver cuanto falta para que termine el volumen.

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-RTI Chronicles - Volumen VIII [NO CONFIRMADO - EN ESPERA DE ASIGNACIÓN]

-Hijos de leyendas [CONFIRMADO]

Las expansiones son secuelas que siguen la historia dejada anteriormente pero de distintos ángulos y con distintos personajes. Puede ser la continuación de una historia dejada o una historia antes de la original.
El juego es terminado oficialmente al terminar todas las expansiones.

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Spoiler:

Fichas:

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La situación había empeorado como nunca, ahora que habían abierto un puerto de entrada directo además del que ya tenían, eran dos puntos por donde podían entrar, lo que significaba una mala noticia para Ventar, quien al recibir un ataque tan inesperado, mucho no podía hacer para defenderse. Aún así no todo estaba perdido, pues si ellos podían abrir puntos de entrada, Los rayeco también, y ya lo estaban comenzando a hacer. Las naves se aniquilaban unas a otras, pero ahora el portador Callahan comenzaba a ser el nuevo blanco de disparo, estando justo detrás de aquella nave que anteriormente los hubiese destrozado.

Los minutos continuaron pasando, así como las perdidas siguieron sumando a los números rojos. Finalmente, ambos dirigentes de las flotas establecieron comunicación.

-Haw! esta guerra no le beneficia Capitán!
-Espera a que nuestra flota entera se de cuenta de lo que has hecho Inquisidor, devolveremos cada disparo que nos has enviado.
-Es tan simple como entregar a la princesa. Sabes muy bien quién es, deja de hacer oídos sordos Capitán, sabes que no tienes alternativa.
-...
-Me la arrancaras de mis heladas y muertas manos.
-Acepto la propuesta. Pero antes...Tal vez quieras desees ver algo con lo que podríamos llegar a un acuerdo...

Ahora la transmisión había pasado a ser global, cada pantalla de cada rincón del planeta reflejaba aquella conversación, todos los canales la habían conseguido transferir a sus frecuencias y reproducirla en el planeta, el inquisidor chasqueó los dedos y dos hombres lagarto trajeron agarrada de los brazos a una mujer con una capa en la cabeza, Cualquier habitante de Ventar podía estar viendo lo que ocurría en ese preciso momento, cualquiera que tuviera una pantalla a su disposición claro. TKS observó con intriga y a la vez temor, finalmente quitaron la capa y allí estaba: Hyz. La arrodillaron en el suelo y uno de los lagartos le apoyó una especie de machete en el suello, mientras que con su larga lengua lamía el hombro de la misma. Lentamente fue pasando el machete por el cuello de Hyz, raspándole a tal punto de hacer que saliera un poco de sangre. TKS apretó los puños y se fue hacia atrás.


-¿¡H-Hyz?!
-El profeta ha dicho que la conoces...Ahora es el momento Capitán, tú decides...O entregas a la princesa por las buenas, o ella será otra de las tantas víctimas el día de hoy... O quizá...más que una sola víctima...
Tras decir esto, empuño un pequeño cuchillo y se acercó a la mujer, colocándoselo en el vientre. Los fuertes bombardeos seguían contra el portador Callahan hasta que uno de ellos dio a entender la situación: Las luces rojas se encendieron y las alarmas sonaron.

SISTEMA: ALERTA, EXPLOSIÓN INMINENTE DEL NÚCLEO DE POTENCIA. RESISTENCIA DEL CASCO HA DISMINUIDO EN UN 92 %. PROPULSORES DE POTENCIA DESCONECTADOS. SISTEMA DE RED CAÍDO.
-Informe! AHORA!
-Rayeco: Todas nuestras defensas han sido desconectadas de la base de red de la nave, estamos vulnerables ante cualquier ataque enemigo!!
-Rayeco 2: SEÑOR, NO PODEMOS MOVERNOS, TODOS LOS SISTEMAS DE ENERGÍA HAN CAÍDO, ESTAMOS A SU MERCED!
-Ordenen que las naves cercanas aseguren nuestra posición, Ahora!!
-Rayeco: Negativo, no hay alcance, repito, no hay alcance!

-Ya no siga Capitán, esta vez no hay salida. Lo diré una última vez...Entregue...A...La...Princesa.

Aquel pensamiento le invadía, no sabía qué hacer, estaba en blanco, y no podía quedarse así en aquel momento tan crítico. Lo vio venir: Estaban cargando el disparo devastador directo hacia Kanasarena, la ciudad capital de Ventar iba a sufrir el mismo destino que las demás.

BAJAS DE NIVEL EN LA CUBIERTA 6-2, 9A, H2, 1B. EVACUAR INMEDIATAMENTE LAS CUBIERTAS MENCIONADAS, INICIANDO PROCESO DE BLOQUEO DE DAÑOS. NANOBOTS NO PUEDEN REPARAR LOS DAÑOS. DAÑOS EN LA SUPER-ESTRUCTURA CENTRAL.

Lo venía venir: ¿Su fin? ¿Así iba a terminar todo?
No quería, por supuesto que no. El cañon de aquel laser estaba a punto de ser disparado y Hyz de ser asesinada, cuando de repente...

-DETENGANSEEE!!!!!!!! POR FAVOR! PAREN!



Tras oír aquella voz volvió en si, se acercó rápidamente al tablero y vio la imagen del centro de comunicaciones, allí se encontraba Katia.
-¿K-Katia?! ¿Qué estás haciendo ahí?!!!
-Se terminó Papá!!! Se terminó!
-...
-Yo...Yo iré con ustedes, pero por favor, detengan el fuego...
-Sabía decisión...
-Katia...no...N-
-No me digas que no, Ya no necesito que lo hagas papá...Sé lo suficiente para saber qué es lo correcto, y esto es lo correcto, nada más.
-...
-Esto es por mi...No permitiré que sigan habiendo tantas pérdidas, tanta gente inocente... ¿Sólo por mi? ¿Por qué? ¿Acaso ellos no tienen el mismo derecho que yo? Así que no me digas que No! Porque lo voy a hacer, es mi decisión.
-...
-...Puedes creerlo? Estoy asustada ahora mismo. Los dos sabemos que es lo mejor, lo mejor para Mamá, y lo mejor para Ellie. Lo siento papá...sé que lo entenderás. Te amo...

Una lágrima corrió por la mejilla de la joven, después de todo eso, El capitán no podía reaccionar, y de un momento para el otro la comunicación con el centro de comunicaciones cayó. ¿Había acabado?

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Para Xres, todo quedó en blanco. Intentaba abrir los ojos pero la luz se lo impedía, no podía hacer nada más que quedarse aturdido y cegado, en medio de la nada. Unos minutos después, pudo abrir os ojos y ver con claridad... Estaba en un pasillo oscuro, no se escuchaba nada, solamente sus propios pasos perdidos en un pasillo infinito y oscuro. Notó un temblor, se volteó y no había nada, volvió a mirar al frente y tampoco había nada, otro temblor se produjo, esta vez se intensificaba, iba a más, parecía que todo iba a explotar. En medio del temblor, el techo del pasillo salió volando, dejando ver un cielo rojizo con el color de la sangre roja. Las paredes también salieron volando, de pronto, se percató de donde estaba... La Brecha Dimensional... Justo en el instante en el que Kinabuhi entró en ella cuando Xres estaba allí. El portador echó un vistazo rápido, en un determinado lugar, vio un cuerpo en el suelo, parecía inconsciente, sin pensárselo dos veces, corrió hacia allí, los temblores cesaron. Cuando llegó, lo que se encontró fue a Crystal.... Su amada Crystal, aún respiraba, por lo que dedució de que se encontraba inconsciente. De repente, cayó de rodillas, rendido al suelo









Poco a poco, lágrimas desconsoladas le caían de los ojos. Intentó que la joven volviera en sí, pero cualquier intento era en vano. Parecía estar ausente. Xres le acarició el rostro, con gran resentimiento y pena. De pronto, notó otro temblor, se volteó y vio a Kinabuhi. Esta mantenía un rostro inexpresivo, mientras se acercaba poco a poco a donde se encontraba el portador y la joven. De pronto, se transformó en aquel monstruo negro, como lo hizo cuando mató a Crystal.







Xres, dejó la tristeza a un lado y se llenó de rabia, de sed de venganza. Dejó a Crystal en el suelo con cuidado y se puso en pie. En su mano invocó a su espada: Luz Real. Miró fijamente al ojo de aquella criatura y corrió hacia ella. Intentó asestarle un golpe, pero la criatura de un manotazo repelió al portador, que, rápidamente se reincorporó y se abalanzó de nuevo contra la criatura. Las colas de la criatura intentaron alcanzar a Xres, pero el portador las esquivó a todas, menos a la última, el portador salió repelido de nuevo, esta vez cayendo al suelo. Xres se puso en pie de nuevo. Se secó algunas lágrimas que aún tenía y se llenó aún más de rabia. Se ablanzó de nuevo contra la criatura y esta lo agarró en el aire, y se acercó al portador a su ojo, para mirarlo profundamente. Con ambas manos, la criatura lanzó a Xres al aire, sus 10 colas, una por una atravesaron al portador en el mismo aire, y dejándolo caer al suelo. La criatura se acercaba cada vez más a Crystal. Xres, moribundo, veía como la historia se repetía de nuevo, sin que aún él actuando, podía salvar a su amada. Xres cerró los ojos poco a poco... escuchó de nuevo, los gritos de dolor y terror de Crystal, mientras era asesinada nuevamente por Kinabuhi. Xres notó que dos seres le ayudaron a levantarse, el portador abrió los ojos... A su derecha, ayúndandole a levantarse se encontraba Crono y a su izquierda... estaba Xerxs. Enfrente, la criatura negra en la que Kinabuhi se transformó les observaba. Xres se reincorporó y, Xerxs y Crono invocaron sus armas, Crono portando la Rainbow y Xerxs una extraña arma que nunca antes había visto...







Xres miró tanto al portador de la oscuridad como a Crono, estaba algo sorprendido. La criatura emitía sonidos espeluznantes e intimidantes. Xres se echó un poco para atrás, pero Crono le agarró del hombro, le mostró su antebrazo, tenía el mismo tatuaje que él, y el de Crono brillaba a mucha intensidad y con un brillo dorado. Xerxs también mostró su antebrazo, remangándose su traje. Mostró otro tipo de tatuaje, este brillaba con un brillo oscuro, con mucha intensidad.







Xres entonces invocó a su espada: Luz Real, y miró a sus dos compañeros, estos asintieron con la cabeza, miraron a la criatura y, los tres corrieron hacia ella. La critaura intentó repelerlos con un manotazo, pero Crono actuó rápido y le cortó la mano y parte del brazo, la criatura soltó un grito de dolor penetrante en el alma, intentó otro manotazo con el otro brazo, Crono también lo cortó. Xres y Xerx saltaron hacia el ojo, pero la criatura lanzó sus colas contra ambos, Xerxs se llenó de energía y con varios rapidísimos movimientos, cortó todas las colas, una a una. Xres, encontrándose sólo frente al ojo de la criatura, empuñó su espada con fuerza y apuntó al ojo, el tatuaje intensificó su brillo, rodeó a la espada por completo y la clavó en el ojo de la criatura. Esta no para de gritar, gritos de dolor, horror y desesperación. Mientras se iba esfumando en una especie de vaho negro por el aire. Los cielos se volvieron azules y todo volvió a la normalidad. Xres cayó al suelo y, de pronto, se encontró en Hitch, Ciudad Serx, Playa Opassa.... crono y Xerxs portaban, ambos un tarro, con una especie de luz blanca en su interior que se movían lentamente dentro del tarro... tenían el mismo aspecto que las almas del Palacio de los Llantos Ambos, en la orilla de la playa, liberaron a las almas. Estas levitaban cerca de Xres, rodeándolo. Se pusieron enfrente de él levitando. Xerxs y Crono se acercaron a Xres y mostraron sus tatuajes. Xres se miró el suyo y estaba brillando de nuevo. Xerxs entonces se mantuvo al margen. Crono se puso al lado de Xres y con el brazo apuntando a una de las almas y con la palma de la mano abierta liberó una hilera de luz hacia el alma. Xres hizo lo mismo pero apuntando a la otra alma.... De pronto, para Xres, todo quedó en blanco de nuevo.... Cerró los ojos y pasó varios minutos sintiendo... La nada.... De pronto, los volvió a abrir y se encontraba en la vieja choza de Tríodes, la anciana que conoció en la Aldea de Leene, en el planeta Términa. La anciana estaba sentada, en el centro de la choza había una hoguera encendida. La anciana miró al portador, con seriedad y desvió la mirada al fuego


Tríodes: Portador de Luz... Tenemos que hablar...


Xres iba a tomar asiento junto al fuego, pero la anciana lo detuvo alzando el brazo a media altura


Tríodes: Aquí no. No disponemos de suficiente tiempo. Ven a mi Aldea, te estaré esperando


Xres: Pero... Antes de que todo empiece... Necesito a Rix, él tomará el mando


Tríodes: ¿Te mantendrás al margen?


Xres: No... Pero pienso que él está preparado para llevar la orden...


La anciana desvió de nuevo su mirada al fuego, cerró los ojos y suspiró


Tríodes: Xres... El tiempo se agota


Xres no había entendido aquellas últimas palabras de la anciana, iba a preguntar de nuevo, pero, la luz de la hoguera se intensificó, de nuevo, Xres quedó cegado... Su respiración iba cada vez más pesada y en aumento, hasta que, despertó...

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Ventar-9 - Kanasarena - Ayuntamiento Municipal


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Rix corría con decisión, con su espada Mastermune en mano y rodeado de un aura rojiza que le daba más fuerzas. Corría hacia las tropas invasoras que pretendían asaltar el ayuntamiento. Era de locos, un solo ser contra miles y miles de soldados, vehículos y naves. Pronto, los vehículos y naves rayecos le alcanzaron y le adelantaron para ser el primer frente de la batalla. Centenares de soldados seguían a Rix a la batalla, esto le dio más motivación y lanzó un grito de guerra al cielo, los soldados que le seguían también gritaron con fuerza para entrar con más fuerzas y motivados a la batalla. Las tropas invasoras no se esperaban que fueron los rayecos quiénes les tendieran una emboscada. Pronto, ambos bandos chocaron y estalló la sangrienta batalla. Rix mataba de uno en uno a sus enemigos, parecía más hábil de lo normal con la espada y cualquier disparo que los enemigos disparaban era repelido por la Mastermune. Los rayecos aplastaban literalmente a los miles de invasoras que se habían visto sorprendidos por la iniciativa local. Hubo un enfrentamiento entre vehículos rayecos y unidades mecanizadas enemigas. Uno de los proyectiles enemigo penetró en la cabina de un vehículo rayeco, matando a sus pilotos. Rix entonces intentó derribar a la unidad mecanizada, pero le era imposible rodearla o derrotarla de frente. Así que optó por entrar al vehículo de la cabina abierta y manejarlo. El espadachín creó un escudo de energía alrededor de la cabina para que lo protegiese. Ya dentro, Rix se encontró con unos controles que no había visto nunca


Rix: Por Spode... ¿Qué es esto?


La unidad mecanizada enemiga se acercó a el vehículo y empezó a disparar. El espadachín empezó a tocar todo lo que tenía por delante. Uno de los botones activó unos misiles que fueron disparados hacia la retaguardia enemiga, causando varias bajas en aquella zona. Rix pulsó otro botón, esta vez lo que hizo fue acelerar y chocarse frontalmente contra la unidad mecanizada enemiga. Esto hizo que la unidad fuera derribada. El espadachín deshizo el escudo de energía y salió de la cabina, abrió por la fuerza la cabina de la unidad mecanizada y entró en ella, matando a todos los que se encontraban en su interior. Dentro habían unos controles aún más extravagantes que en el vehículo rayeco. Empezó a trastear de nuevo y lanzó un rayo láser al aire, que casualmente derribó a dos naves enemigas que pasaban por lo alto. Rix logró poner en pie a la unidad mecanizada. Se volteó y miró al frente invasor. Hizo lo mismo que antes, lanzó un rayo láser contra el frente invasor, causando varias bajas enemigas. Los rayecos ganaban la posición a lo invasores. Estos últimos retrocedían lentamente. Rix salió de la unidad mecanizada. Bajó al suelo y desde allí observó como los invasores hacían una especie de retirada estratégica. Yieud llegó hasta allí. Ambos rieron. Pero... De pronto, una transmisión se podía ver desde unas especies de pantallas del ayuntamiento. Rix y Yieud se voltearon para verla

Fin de música de fondo

Yieud no entendía nada, se acomodó los brazos tras la cabeza mientras miraba la transmisión


Yieud: Vaya... No sabía que la pelirrosa fuese una chica tan especial... Las cosas se están poniendo muy feas


Yieud esperaba una respuesta de Rix... Pero no haló más que el silencio


Yieud: Creo que por ahora hemos cumplido, vayamos al ayuntamiento a ver que nos deparará esta loca guerra


Yieud caminó en dirección hacia el ayuntamiento. Pero Rix se quedó en el sitio. El joven se extrañó y se volteó


Yieud: Rix... ¿Qué ocurr...


Rix tenía los puños muy apretados, miraba hacia la pantalla con una rabia, un odio y un desprecio con el que jamás había visto el joven.


Yieud: ¿Qué ocurre?


Rix desvió la mirada hacia Yieud


Rix: Ahora... Esto... ES PERSONAL


Rix caminó hacia el ayuntamiento muy aprisa, Yieud le seguía, sin entender nada


Yieud: ¿Cómo que esto es personal? ¿Qué piensas hacer?


Rix: Necesito una nave


Yieud: ¿Una nave?


Yieud había notado que algo había cambiado en su compañero, una especie de aura oscura se había apoderado de él.


Rix: voy... A MATARLOS.... ¡A TODOS!


El aura oscura se intensificó, desde luego... Algo había cambiado en Rix....

__Había pasado un rato desde que llegaron y la cosa se había calmado. Alegro esperaba de pie delante de la puerta de la sala donde atendían a su hermano, mirando por la pequeña ventana que tenia. Dargo se enroscado en el pasillo se había echado a esperar. Agrox se habia sentado en la esquina mas oscura que encontró y se habia quedado allí, inmutable. Finalmente, Almena estaba apoyada en la esquina del cruce de pasillos mas cercano, observando el trafico de la base y en cuanto tenia ocasión, mirando de reojo a Agrox.
__Alegro, se dio cuenta del interés de su hermana en el encapuchado y, adelantándose a lo inevitable, dejó su vigilia para dirigirse hacia éste.
-Hey! Tipo siniestro, tenemos que hablar.-dijó mientras le hacia un gesto con la cabeza.
Agrox se levantó y le siguió hasta una zona tranquila de la base.
-Vale... aquí debería estar bien...
-¿Para qué requiere mi presencia el héroe salvador?-preguntó mofándose
-Quiero que me qué le ha pasado a Cairn
-Supongo que te refieres al otro muchacho que estaba de estar con Xres, el chico y el wyvern.
-Supongo
-Muerto. ¿Algo mas? ¿No? Bueno, si me disculpas...
-¿Cómo murió?-dijo Alegro enfadado por el tono de burla su interloculor
-No lo sé, y francamente, no quiero saber ni creo que tú tampoco... bueno, a no ser que te vaya lo gore...
-¡Dime que es lo que sabes!-gritó furioso, lo que hizó sonreir a Agrox-Él era mi mejor amigo
-Esta bien, escucha, empece a viajar con ellos justo despues de que muriera, pero según tengo entendido, tú amigo salvó a Xres, el serx que esta ingresado, de la Reina desatada. Eso es una condena a muerto y bastante dolorosa. ¿Contento?
-Gracias...
-Muy bien, pues con tu permiso...
-¡Espera! Escucha, si mi hermana te pregunta algo, no le digas nada. Di que no estaba cuando te uniste, solo eso.
-¿Y con qué motivo iba a mentir?
-Ella lo apreciaba mucho... no... no puedo permitir que esto le afecte, no ahora. Solo dame... tiempo... para pensar como decírselo.
-Pues piénsalo rápido chico, porque no voy a mentir por ti. Si me pregunta yo contestare. Adios.
__Alegro le intentó detener una vez mas, pero Agrox le derribo con un dedo y se marchó dirigiendolo una mirada de desafio.

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Un silencio absoluto. El corredor completamente a oscuras y sin vista alguna de cualquier ser viviente, más que algún bicho que corriese por los ya antiguos túneles. Gotas de agua caer ocasionalmente era lo único que llegaba a sonar en tan silencioso ambiente. Miró hacia la lejanía, ni un alma, ni una luz, ni señales de posibles acercamientos. - Acaso... Terminó? - Después de que aquellas palabras corriesen por su mente, como era ya habitual, pudo escuchar un sollozo recorrer el sitio, haciendo eco. Sabía de dónde provenía, y quien sollozaba, lo cual le hizo llegar a una conclusión. La joven Callahan había aceptado la tarea y decidió entregarse para evitar que las cosas continuasen por empeorar.

Obviamente, quien lloraba era la rubia, que probablemente se veía afectada por la partida de su "mejor amiga", como le llamaba. - Huh... ¿Qué harás, grandulón :/? - Miró detrás suyo. La leve luz que iluminaba el portón del bunker que había buscado proteger y, sentada frente a este, la silueta de la joven. Lenta y cuidadosamente, se acercó a tal sitio, sin buscar hacer mucho ruido. - Entiendo... ú_ù

Se tomó algo de tiempo, pero al fin llegó a donde se propuso. Él solo estaba ahí parado, mirándola, mientras ella, aún sollozando, no llegaba a percatarse de su presencia. El portador dio un leve suspiro y se acercó un poco más a la joven, hincándose frente a ella, mientras le miraba seriamente. Acercó su mano derecha, lentamente, colocándola en el hombro izquierdo de la rubia. Ella se asustó, tomó el brazo del portador buscando torcerlo mientras se ponía de pie. - Qué haces aquí!? Tus amigos ya se van! Ya tienen lo que querían! VETE Y DÉJAME SOLA! - Sin mostrar queja alguna por la torcedura de brazo, el portador continúo. - Crees que yo hice esto!? Yo no he enviado a nadie a ningún sitio! - La rubia le soltó, molesta. - Tú sabías que esto pasaría! Tú sabías que buscaban a Katia! O ERES UN ESPÍA, O ERES DE LOS SUYOS! - El portador se notaba levemente molesto. - Sí, lo sabía... Pero ni soy espía ni soy de ellos, tengo otros medios. Yo no podía evitar que se la llevasen... Fue su decisión al fin y al cabo, no? - Por supuesto que no! LA OBLIGARON PARA DEFENDER AL PUEBLO! - Miró a la Garlock seriamente. - Acaso crees que la obligaron así como así!? Qué? Se la llevaron atada de manos y pies?... O se entregó por su cuenta? - La rubia se notaba aún molesta mientras miraba al "pajarraco". - Eres idiota o te haces!? INVADIERON EL PLANETA! Millones murieron! Ciudades enteras cayeron! Qué iba a hacer ella!? HUIR Y QUE LOS MATASEN A TODOS!? Seguro tú harías eso... Pero ELLA NO! - Deja de tratarme de cobarde o traidor, porque por más que te cueste entenderlo, no soy así! No se entregó obligada, nadie la obligó a nada, si bien pudo quedarse fuera simplemente, pero se convenció de que era lo correcto!... - Dio un suspiro antes de continuar. - Ella se entregó por su propia cuenta... - Continúo mirando al portador, esta vez más que molesta se encontraba, de algún modo, entristecida. - Por supuesto que era lo correcto! Una vida por su pueblo! Un precio demasiado bajo, demasiado estúpido, demasiado injusto, para hacer todo esto! Ella no lo hubiese permitido!... Y se entregó! CLARO QUE SE ENTREGÓ! ELLA NO ES COBARDE NI DESPRECIA A SU GENTE! - Entonces cuál es tu queja al respecto!? - Exclamó el portador, cuando la rubia tenía ya los ojos llorosos. - Por Spode.. ESTÁN MATANDO A TODOS POR ELLA! LA OBLIGAN! Y-Y ELLA ES MI HERMANA... Yo no quiero que la dejen con esos locos! - Comenzó entonces a llorar. - QUÉ NO ENTIENDES, IDIOTA!? - Mientras ella continuaba sollozando, el portador se quedó en silencio un momento, y después habló. - ... Ella... Estará bien - Seguía molesta. Empujó al pajarraco, mientras las lágrimas cubrían su rostro. - Tú qué vas a saber!? SI NO ERES DE ELLOS! VETE SI NO SABES NADA, SI NO PUEDES HACER NADA, VETE! - El portador bajó la mirada al suelo, mientras ella continuaba sollozando. - Yo... lo entiendo... - Entiende esto... VETE! - Aún mirando al suelo, el portador comenzó a hablar. - Sé lo que es... Sentir que no puedes hacer nada para ayudar a una persona muy especial para ti... Esa impotencia... El miedo porque algo le pase... - Levantó la mirada lentamente, en silencio. - No soy de los suyos... Pero, tal como sabía que vendrían.. Sé que no le harán ningún daño - La rubia se limpió las lágrimas, sin parar de sollozar, y exclamó. - Tú... No sabes NADA... NADA!... NO QUIERO SABER NADA DE TI!... YA DÉJAME EN PAZ!- Después de esto, se echó a correr por el túnel. El portador solo vio como ella se perdía en la oscuridad del sitio, sin pensar seguirla, pues sabía que probablemente hacerlo le traería más problemas.

Laurie
Corrio por el tunel a oscuras, casi sin ver. No sabia si Osner la seguia, y tampoco le importaba: era mas huir de su angustia y su ira. Siguio hasta que vio una luz en el techo, o mas bien donde se habia caido. Se detuvo sobre los escombros y tomo aire. Luego comenzo a toser.
- GRRR, maldicion. *COF* - miro hacia arriba. Estaba a unos 100 metros del ayuntamiento. Miro hacia el extremo del edificio: alli habran llevado a Katia. Se quedo mirando como tratando de ver a su amiga cuando vio a las naves de TL acercandose, atravesando la atmosfera. Iban a llevarsela.
La rubia se tapo los ojos para no llorar de nuevo. Que hacer ahora que era tarde? Nada. Era tarde. Y no habia hecho nada.
Miro a un lado. Otra nave decendia, mas grande y dañada, de diseño Rayeco. La nave de TKS. Entonces, Laurie tuvo una idea.
- ... Ellos... Ellos irian... A buscarla.. Verdad?...
Hablaba sola, pero sabia que debia encontrar a TKS y ver si se podia hacer algo. Siguio la nave con la mirada intentando determinar a donde iria... Luego, se transformo en Skyline, salto a la calle y corrio.

Nexux
No tardo mucho tiempo, sorprendentemente. Antes de que Katia terminase de hablar, al menos tres bunkers habia sido completamente "revividos": unas extrañas criaturas humanoides con una coraza negra sobre todo su cuerpo iban dando tumbos de aca para alla. Patroscon los iba ordenando, llevandolos al centro de la ciudad. Mientras, Nexux miraba el cielo. Vio montones de naves, como estrellas fugaces, cruzando el cielo, retirandose.
- Ya todo acabo...
Giro hacia el pequeño "ejercito", preguntandose que hacer con todo eso, cuando vio abrirse un portal, justo frente al ejercito.

Spoiler:

Y de ella, salio el Cazador de Tiempo Infernal, con los brazos en jarras y mirando alrededor.
- ... Vaya! Esto nos viene genial!
- Cazador... - y el guerrero hizo una pequeña reverencia.
- Bueno, una invacion se nos esta complicando... Algo sobre un tipo que anda cerrando los portales... Pero esto le complicara la vida. Asi que, guialos dentro.
El Naxramax se acerco y los muertos se tambalearon hacia el portal. El Cazador giro hacia el, sonriendo.
- Buen trabajo! Estas aprendiendo a manejar esa cosa!
- Gracias. - respondio sin mucho interes. El demonio parecio no notarlo.
- Sobre lo que les prometi... Hay un problema con ello, pero lo resolvere pronto, si? Buena suerte - y el Cazador le dio un empujon a un cuerpo para meterse en el portal.
- ... De que estaba hablando?
- No se preocupe por eso, mi señor. Dejeme los asuntos del Infierno y usted concentrece en su creciente poder.

Algun punto de Karasena
Un viejo vagabundo no tuvo suerte. Dos bunkers le negaron la entrada. Se dirigia a un tercero, por las calles, cuando una explosion lo lanzo al suelo y un pedazo de metal casi le cercene la pierna.
Se arrastro por la calle, malherido, tratando de ir al bunker. Al final de la guerra, cayo rendido, por el cansancio, la falta de comida y de sangre.
- ... No podre... No mucho mas... Hasta aqui llegue...
De pronto, hubo un remolino de aire rojo, del tamaño de una persona. Cuando desaparecio, habia alli una persona, con tunica y capucha rojas, con el rostro tapado en sombras y cargando un bulto envuelto en una manta roja.

Spoiler:

- ... Quien... que eres...
La figura se acerco lentamente al hombre, caminando tranquila por la devastacion, y se detuvo justo frente a el.
- ... Haz venido a por mi?...
La figura roja se agacho y miro fijo al hombre. Se sentia su respiracion, como a traves de una mascara de metal. En el bulto, dormia placidamente un bebe recien nacido de pelo rosa oscuro.
- Tu eres... La Muerte...
Sintio la mano enguantada del ser... y su vista se fue ennegreciendo...

El portador Callahan descendía siendo escoltado por múltiples navecillas de menor nivel, en todo el rato parecían estar rociando a la nave con un líquido helado, como si la estuviesen congelando o algo parecido. Finalmente descendió y tras varios minutos de preparación la compuerta principal se abrió, salieron muchos Rayecos, algunos caminando por su cuenta y otros cargando a compañeros, además de camillas médicas y demás, el personal de asistencia se reunía en torno a la nave, al igual que muchas otras que descendían con gigantescos daños a la vista. Las naves de la TL continuaban en la órbita aunque algunas de ellas habían llegado a tierra para iniciar el intercambio. Éter estaría presente allí.

Del portador bajó TKS, se notaba algo herido, pues le salía sangre de la cabeza y el brazo izquierdo. Varios Rayecos intentaron asistirlo pero se resistió, respondiendo con las mismas palabras.

-¿D-Dónde está? ¡Dónde está ella!!?
-Médico: Señor, necesita tranquilizarse, por favor, puede tomar asiento en la camilla? enseguida atenderemos sus heridas, de momento debemos congelar la nave para evitar una sobrecarga del núcleo.

Al lugar llegó un Rayeco de gran formación y tamaño, vistiendo un traje militar de color rojo. Sin decir nada pasó un dedo por la frente del capitán y se manchó con su sangre.

-General J.Yine: Han decidido detener los ataques con el precio de escoltar a su hija, sé por lo que está pasando capitán, aún así debe ser fuerte. El intercambio se realizará a las 20.000 horas en el calendario de la TL.
-...Informe.
-General J.Yine: Los bombardeos han sido detenidos, Noro y Maci han rodeado el planeta y las naves de la TL en la atmósfera. Están dispuestos a retirarse y cerrar la entrada del agujero de gusanos. Tienen a una mujer con ellos, aparentemente por lo que hemos visto usted la conoce, harán un intercambio, ella por su hija, y procederán a retirarse.
-...¿Puedes llevarme hasta allí?

El General miró a los médicos, estos le negaban con la mirada, aún así asintió hacia TKS y tras ser limpiado en las heridas de sangre se puso de pie para dirigirse a un vehículo y ser transportado al punto de intercambio: El parque central de Kanasarena.

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Laurie
Corrio por la calle principal hacia donde habia visto descender a TKS. Con los tentaculos, miraba el cielo de vez en vez: las naves de TL comenzaban a descender hacia la plaza central.
Un vehiculo terrestre casi la pasa por encima, por no prestar atencion y por la alta velocidad a la que iba. La Skyline salto a tiempo y el vehiculo paso por debajo de ella. Luego aterrizo.
Ese vehiculo era militar, venia desde donder ella iba y se dirigia a la plaza. Despues de pensar un momento, salio disparada tras el vehiculo. Primero iba directo en la calle, y luego aprovecho postes caidos y ruinas para tomar altura en los edificios del costado. Luego siguio sin ver al vehiculo, hastq ue finalmente llego a un edificio alto, grisaceo por el hollin, que le permitia ver la plaza (Un horrible campo de guerra con restos de arboles, explosiones y muertos) y el Ayuntamiento justo enfrente. Miro arriba y vio descender las naves de TL. Y se quedo alli, oculta en el techo, observando...

Algun punto de Karasena
Aun tenia tiempo. Mucho para el, poco para los demas, pero tiempo al fin. Como una sombra roja, vagaba por las calles de Karasena, llena de seres pidiendo misericordia. Y algunos que no.
Bajo a un tunel derrumbado y siguio su camino. Sentia una energia alli abajo, fuerte y poderosa. Giro una esquina.
Frente a la puerta de un bunker, vio a un joven, de estatura mediana, color azul y no completamente humano, sino en parte ave. En realidad, el sujeto rojo no le presto demasiada atencion al ser, sino al hecho de que tan cerca estaba de la muerte. Y como se le veia bien, sencillamente comenzo a ir hacia el, ignorandolo completamente.

El soldado que apuntaba con el arma miró a la cuidadora en silencio durante unos instantes, a la vez que desviaba la mirada hacia su compañero y se percataban de la situación: Los bombardeos parecían haberse detenido, y no había más que un incómodo silencio que parecía ser señal de una trampa mortal en camino. Un tercer soldado cargaba una especie de radio con la que hablaba hacia el centro de comunicaciones, hizo dos señas con la mano y los soldados procedieron a bajar sus armas.

Soldado Rayeco: ...Entren...órdenes del gobernador, rápido, antes de que tenga algo de que arrepentirme.
Soldado Rayeco: ...Parece que se ha acabado.

El portador esbozó una extraña sonrisa y bajó la mirada, como si supiese qué era lo que había ocurrido, por su parte, la cuidadora andaba algo confundida. ¿Por qué les permitían de la nada la entrada? Sea cual fuese la razón, no podía evitar sentirse extremadamente aliviada y feliz, El portador extendió su mano hacia Miridia para que esta se levantase.

-Lo has conseguido, biri-biri... Tu gente está a salvo.

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Restos y escombros por todos lados, árboles pelados y marcas provocadas por los cráteres que dejaban las bombas que caían, Las naves de la TL descendían, otras se quedaban en torno al lugar, siendo a la vez vigiladas por otras naves Rayeco, por si estas quisieran intentar algo. La puerta del vehículo se abrió y de allí salió TKS y el general, el Callahan estaba perturbado por aquella escena. Un parque tan bello había quedado resumido a simples cenizas. Estaban allí, la tensión era muy alta, esperando que la compuerta de aquella nave del inquisidor se abriese y bajara. Alrededor del parque, en los techos de algunos edificios, habían algunos francotiradores Rayeco, siempre pendientes de cualquier movimiento, por el mismo camino en el que habían llegado TKS y el General abordó otro vehículo, pero sin pasarse por donde pudiese ser visto por ningún bando, al contrario, estacionó detrás de un edificio con subida al techo, se trataba del vehículo que llevaba a Rix y a Yieud. En el camino le habían informado que un grupo de táctica iba a traer a Katia al lugar, cada segundo que pasaba era como un clavo que iba enterrándose en su cabeza. El soldado, Rix y Yieud se habían escabullido por el edificio, pero en lugar de subir al techo, debido a las naves que sobrevolaban, se quedaron en uno de los pisos cercanos a este, donde podían observar por los marcos que antes habían sido ventanas. Finalmente la compuerta de la nave se abrió y de allí, lentamente, bajó el inquisidor, siendo escoltado por un escuadrón completo de soldados reptiles de la TL, aproximadamente 12 de ellos, TKS entonces procedió a situarse en una dirección más visible para él, estando a unos 10 metros de distancia. El vehículo que traía a la pelirosa se acercaba, y hasta que ellos no la vieran primero, nadie iría a ningún lado.

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Observó cómo la entidad lentamente desaparecía entre las sombras de los túneles. Por su apariencia y la esencia que emanaba, no fue difícil deducir de qué se trataba. - Un guardián... ¿Qué hace aquí? Creí que se suponía que no debían dejar sus puestos... - La verdad es que hay tres casos bastante... Especiales - Sabía sobre Tetram, pero... Este es distinto... Se trata de un demonio... - El joven colocó la mano sobre su pecho, pues sentía un leve dolor en el mismo. Un dolor punzante, pero no muy fuerte, simplemente molesto. - Reaccionó... - El maestro te advirtió sobre eso... Mucho cuidado, grandulón - Ya lo sé... - El portador respiró hondo por un momento. - Lo mejor por ahora será mantenernos alejados de él... ¿A dónde deberíamos dirigirnos ahora? - Bueno, está esta gran plaza en la ciudad... Si mal no recuerdo, allí es donde concluye la tarea de la joven Callahan - ...Creo que también significa toparme con alguien con quien quisiera no hacerlo... - Comenzó a caminar rápido a través del túnel, buscando la salida, aquella que le dejase más cerca a la plaza como fuese posible. - Bueno, solo... Trata de evitar el contacto y así extiendes tu tiempo de vida unas horas más :B - Continúo avanzando sin detenerse. Era su prioridad salir de los túneles e ir a la Plaza central.





La cuidadora estrechó la mano del portador y lentamente se puso de pie, con una expresión de incredulidad en su rostro. Sonrió levemente y se limpió las lágrimas que había dejado caer anteriormente. ¿Se había acabado? Eso habían dicho los guardias de la zona, ¿En verdad habría terminado tan gran batalla? Tal afirmación suponía un alivió para su persona, a la vez que una gran preocupación. ¿Qué tanto se ha perdido en este tiempo? ¿Habrán muerto muchas personas? Las dudas rondaban por su mente sin cesar, pero en tal momento lo que más le importaba era que sus compañeros se encontrasen en un lugar seguro, y lograron avanzar a tal sitio al fin.
Caminaba tranquilamente, mientras el portador le seguía el paso, hacia el interior del búnker, el resto de sus acompañantes ya habían ingresado para el momento y solo restaban ellos dos.




Se encontraba hincada a la orilla del tejado, observando la llegada de aquellos vehículos a la Plaza Central. El trajeado se mantenía firme, mirando en la misma dirección, atento, como si esperase a que algo sucediera. - Oh... Joven Callahan... La elección que hizo resulta ser un gran sacrificio... La cuestión se intensifica en mis adentros, ¿Valdrá la pena? - Señor Ahvok... - Giró la mirada a la pequeña, quien le miraba fijamente desde su posición. Portaba una capucha que cubría su cabeza y sombreaba los ojos en su rostro, haciéndolos ver como dos muy brillantes luces doradas. - Hay muchas almas desperdigadas por toda esta región... Sin embargo, parece ser que una entidad ha buscado hacerse cargo del trabajo. - Ello significa que muchos no podrán ocupar su lugar con el señor Ú̶̈́̀̓͂͂ͣ̌̅͠҉̷̙̬̤͕̯̺̤́ṃ̪̜̥͙̮̥͓̮̻̦̔͗͛̏̋͊ͮͭͨ͛̒̓̇̕͘͜ȓ̒ͨ̅͊̈͛҉̴̩̬̹̘t̸̵̖̤̜̝̻̺͔̜̬̤̖͇͍̘͕̺͓̐̔ͧͤ̍̈́͆̒ͨ̌̂̄̀̔̀ͮͭį̴̪͓̺̙̞̘̙̳͔̮̪́ͣ̈̀͒̂ͫ̐̿̊̅́̍ͣͦͦ̌̀̇̒͡ͅ___...

Se quedó mirando a el trajeado, atenta, esperando a una respuesta de su parte. Él solo asintió levemente con la cabeza. La pequeña entonces se puso de pie muy lentamente. - Ten mucho cuidado... En esta ocasión, lidiarás por tu cuenta con lo que suceda... De acuerdo? - Ella asintió, mientras lentamente su cuerpo parecía disolverse en el ambiente. Sabía que se trataba de teletransportación. Dio un sorbo a su copa de vino, sin mostrarse demasiado preocupado, observando al centro de la plaza con tranquilidad.





Había llegado a unas escaleras de seguridad que conectaban con un edificio en la superficie. Suponía que le serviría para poder llegar a la plaza. - Puedes... Sentir eso? - Preguntó, muy extrañado, a su compañera mientras continuaba ascendiendo por aquellas escaleras. - Es una energía inmensa... - Efectivamente... Y no se trata de el guardián que vimos hace unos momentos... - Crees que pueda ser peligroso? - Se detuvo por un momento, pero después continúo hasta llegar a su destino. Las puertas del frente se hallaban tapadas por escombros. Subió por las escaleras, encontrando en una habitación superior un balcón. No lo dudo, se acercó al sitio y ahí se quedó, observando.

Miró a su derecha: En un edificio no muy lejano, parecía ser que la Garlock se hallaba también observando la escena, preocupada. Miró a su izquierda: En aquel edificio, justo en la terraza, un extraño hombre trajeado, portando mitad de una máscara, mientras esbozaba una excéntrica sonrisa sorbiendo su vino mientras miraba atento a la situación. Aquella gran esencia... ¿Sería posible que aquel extraño fuese la fuente de tan gran energía?. Dejó de prestar demasiada atención a sus pensamientos y se dispuso a esperar el suceso.

La tensión iba en aumento, en especial por parte de las fuerzas de ambos bandos, quienes se preparaban para cualquier paso en falso que el rival hiciese. La paranoia ante cualquier cosa estaba por los cielos en aquel momento. El inquisidor hizo una corta seña y los dos soldados de aspecto de reptil que estaban en su delantera se hicieron a un lado dejándolo pasar.

-Han hecho esperar mucho a mi gente... ¿Qué diría nuestro profeta? ...Una total deshonra...¿Dónde está ella...?
-General J.Yine: Está en camino...
-Entiendo...

El callahan le miraba sin decir nada, era una mirada fría y perdida, como si todo el deseo de asesinarlo allí mismo estuviese siendo cargado en su interior, pero aún se conservaba cuerdo, pues sabía que sería la peor locura que podría hacer. Aún con todo el dolor, pero a la vez se observaba lo que alguna vez había sido un bello parque, observaba los restos de los edificios carbonizados y ardientes, y los cadáveres que iban siendo tapados. El sentimiento de culpa no podía caerle más pesado, y se sentía realmente destrozado. El inquisidor dio un paso al frente, y retiró de su rostro aquella máscara que siempre le cubría.

-Han actuado contra la Tercera Llama... han ignorado nuestros avisos... pero esto no es ni el mínimo precio que su raza debería pagar... ¿Cómo han...? ... Debería asesinarte ahora mismo, Capitán.
-...

Se miró al pecho y allí lo vio: Una pequeña luz roja, aparentemente proveniente de una mirilla láser le estaba apuntando. Los soldados Rayeco entonces alzaron sus armas, pero igualmente aquel círculo rojo apareció, ahora en sus cabezas, al parecer una extraña fuerza de procedencia desconocida los tenía fichados a todos. TKS alzó la vista hacia los tejados de los edificios, intentando ver de dónde provenían aquellas luces.
-Un simple, preciso y rápido disparo... Y podría acabarte.
-Un simple, preciso y rápido disparo...Y podríamos acabarte.

No supo de donde venía aquella voz hasta que apareció por detrás de TKS y las tropas, era Éter. El inquisidor sonrío levemente, y bajó lentamente la mirada: Una luz roja circular le apuntaba, proveniente de otra mirilla láser. Miró las cabezas de sus hombres para encontrar las mismas luces. Al igual que el Callahan, miró hacia los tejados de los edificios que rodeaban a la plaza, sin poder localizar de dónde venían aquellos lásers.

-La princesa.
-Tú primero.
Le miró sin decir nada por unos segundos, chasqueó los dedos y nuevamente la compuerta de su nave se abrió, dos soldados bajaron reteniendo a una mujer, se veía bastante golpeada y maltratada, con rasguños y moretones en el cuerpo, los soldados la tiraron al suelo, Hyz cayó de rodillas, apenas pudiendo conservar las fuerzas para no desplomarse en el suelo. El goberador miró a TKS, preguntándole con la mirada: "Es ella?" y este asintió. Éter asintió y chasqueó los dedos, detrás de un bloqueo de vehículos, pudo verla al fin, a su hija, esposada y siendo escoltada por dos Rayecos. Tenía ganas de correr y abrazarla, pero no podía, debía contenerse lo más pudiese, ahora más que nunca, contenerse más que en cualquier otro momento de su vida desde que toda su "Aventura" había comenzado. Se veía en un callejón sin salida. La pelirosa miró a su padre, como podría esperarse: con aquella cara triste, pero sin perderse en el, desvió la mirada hacia el suelo y continuó caminando a la par de los soldados que la sostenían de ambos brazos, hasta que finalmente la llevaron al medio del lugar, junto con Hyz, quien aún estaba tendida de rodillas y con la mirada perdida en el suelo.

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El portador caminaba junto a la cuidadora, sin mostrar expresión alguna ni decir nada, justo antes de entrar a la zona de civiles junto con el resto del grupo se detuvo un momento, Miridia dio media vuelta algo intrigada.
-...¿Sucede algo?
-No...No es nada...sigue tú...te alcanzaré.
-...

El portador dio media vuelta, parecía que iba a dirigirse a las zonas de acceso restringido del bunker, pero ella no lo sabía.
-Oye...aún no me has dicho tu nombre..
Paró en seco, y así se quedo por un momento, giró la mirada hacia la cuidadora y entonces se dispuso a hablar-:
-...Sólo dime Deimo.

Y continuó su camino hacia el segundo piso del bunker, Uno de los compañeros de Miridia se le acercó entonces.

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Laurie
Miro hacia la plaza, atenta, sin perder su monstruosa forma, para ver mas claramente y estar alerta: cualquier minimo movimiento y ella saltaria hacia la plaza. Miraba atentamente al Inquisidor, como si nunca fuese a olvidar su rostro.
Llego el vehiculo con Katia, pero no salio inmediatamente: vio llegar a Éter y compartir unas palabras. Desgraciadamente no podia oir. Los Skyline tienen un muy mal oido a larga distancia.
Pero vio a la mujer golpeada. Quien era? Alguien importante, tal parece. Y despues de un momento vio a Katia.
Comenzo a ponerse nerviosa y rascar el suelo: la llevaban esposada como a un criminal. Estaba cada vez mas nerviosa mientras se acercaba al centro. Cuando llego justo frente al Inquisidor, no pudo soportarlo mas: rugio y se golpeo la cara contra una pared. Desahogada, siguio mirando: el fuerte golpe habia hecho algunas quebraduras en el rostro. La sangre Skyline, como lagrimas, caia por el rostro y rellenaba las grietas.

__¡¡Aarg!!-gruño Alegro golpeando con fuerza la pared-¡Maldita sea Cairn! ¿Por qué tenias que morir justo ahora?-dijo entre dientes desahogarse mientras contenia la furia y la tristeza intentando mantenerse firme. Cuando una primera lagrima estaba apunto de salir de sus ojos, se golpeó fuerte en la cara-¡Recomponte maldita sea! ¡Tengo que sacar a Lenor y a Alm de aqui, no me puedo permitir...-tragó saliva y respiró profundamente. -vaale...-salió al pasillo y llamó a su hermana para que vinierá donde estaba él.
¿Qué pasa? ¿De qué has estado hablando con el que se cree siniestro?-preguntó segun se acercaba - Almena, tengo que contarte algo...





__Con un dolor agudo en el hombro, un dolor general de cintura para abajo y el pitido de las maquinas de la habitación, Aulenor se despertó en la camilla. Al intentar incorporase, el dolor se agravó y lo volvió a tumbar, mientras se llevaba la mano al hombro y se miraba la herida de bala. Oyó entonces una voz conocida:
-Despertaste. ¿Supongo que eres Terra no?
-¿Xres?-exclamó mientras se localizaba y se daba cuenta de porque dudaba de su identidad-Si, soy yo... ¡au! ¿donde estamos? ¿Nos han vuelto a encerrar?
-No lo creó, para algun tipo de hospital, y nuestras cosas están alli.-respondió mientras el joven se incorporaba-¿Asi qué, escamas eh?
-Si... Parece que a partir de ahora algunas menos...
-Y tu nombre no es Terra
-No
-Es Aulenor
-¿Cómo lo sabes?-preguntó perplejo
-Me lo dijo Silver. O bueno, Cairn supongo ¿no?-explicó mientra se levantaba y se dirigia hacia su zurrón-Justo antes de... salvarme, me dijó que le dieras ésto a tu hermana y que volvieras, que no te preocuparas por él.-le entregó el trozo de tela y se volvió a sentar en su camilla.

__Mientras Aulenor miraba la tela, Agrox irrumpio en la sala, seguido rapidamente por Dargo, que se lanzó a la cama de su amigo.
-Si ya estáis los 2 despiertos, hay gente esperándoos fuera. Es descortés hacerles esperar, y mas cuando has armado una guerra.-esperó un instante a que Xres se diera por aludido y se levantará, mientras miraba a los 2 aliviado, aunque con un semblante impasible.-Tu amigo mago se fue por aqui, sigueme.
-Si, claro. Luego nos vemos Te... Aulenor.
__Ambos salieron de la sala y Agrox comenzó a guiar a Xres por los pasillos, al pasar al lado de donde estaban Alegro y Almena, sentado en el suelo, le dijó a éste: Tu otro hermano ha despertado. Disculpa si nos perdemos la escena de melodrama
__Alegro estaba abrazando a su hermana de rodillas, ésta estaba en shock tras sabes lo que le había pasado a Cairn. Alegro miró con receló a Agrox y después miró de nuevo a su hermana, abrazándola de nuevo.
-Hey, voy a asegurarme que la lagartija esta bien ¿vale?, espérame a aquí un momento por favor.-intentó separarse de ella un momento, pero ella le sujetó fuerte y lo atrajo de nuevo.-¡Dargo! ¡Ven chico!-Dargo salió de la habitación y se dirigió hacia donde estaban los hermanos.-Cuida de ella un momento mientras yo hablo con Lenor, ¿quieres?. Alm, es solo un segundo, esperame.
__Alegro se levantó y se dirigió hacia la sala. Dargo se sentó junto a Almena, que lo comenzó a acariciar sin cambiar la expresion de su rostro.

No fue un camino demasiado tardío. Se hallaba en el subterráneo, pasando frente a varios búnkeres pegados unos contra otros. Tantos muertos, tanto sufrimiento. Los sobrevivientes, al menos quienes aún yacían en tan desolados rincones, estaban heridos gravemente, pidiendo clemencia, una forma de salir de tan terrible situación. Miraba el sitio, con la capucha aún colocada sobre su cabeza. Algunos notaban su paso, como si de no más que un espectro se tratase. Después de caminar por un leve tiempo, cuando había pasado ya por los oscuros y tristes rincones, dio media vuelta y miró el camino por el cual había avanzado.

Traía cargando, en un cinturón de tela amarrado a su cintura, una gran vasija, de algún material cristalino pero extremadamente resistente. En aquella posición, como preparada para la ocasión, alzó las manos, posicionándolas como si cargase un violín. Después de mantenerse un momento en silencio, respiró suavemente y comenzó a vocalizar.


Lentamente, en sus manos, lo que parecía ser un violín espectral de un color violeta empezó a aparecer, como formándose de las partículas de polvo y demás a su alrededor. Quienes se encontraban en los alrededores escucharon atentamente la voz de aquella misteriosa entidad. A pesar de su dolor, su agonía, su sufrimiento, en su interior sentían una increíble paz. Poco a poco, varios se levantaban del suelo, dejaban lo que estuviesen haciendo para dirigirse al túnel donde la pequeña llevaba a cabo su "recital".

Las lágrimas dejaron de caer, la tristeza se desvanecía tranquilamente mientras observaban la gracia de la pequeña al tocar su peculiar instrumento. El sonido que emitía era agudo, pero tranquilizante, como las olas chocando a orillas de la playa, como las hojas siendo agitadas por el viento, como el agua de un río fluyendo, como el tenue rocío chocando suavemente contra el suelo. Poco a poco, haciendo caso omiso a su situación, comenzaron a cerrar sus ojos, envueltos en un manto de paz extrema, bella tranquilidad, sumiéndose en un sueño eterno, pero hermoso. Sus cuerpos lentamente se dejaron llevar por tales sentimientos, cayendo suavemente sobre el suelo, como si durmiesen plácidamente. Su esencia, sus almas, lentamente flotaron en dirección a la pequeña, adentrándose en la preciosa vasija que cargaba consigo, hasta haber ingresado todas las presentes, incluyendo las de aquellos que ya habían fallecido para el momento. Continúo tocando hasta terminar con la pieza.

Una vez concluida la sesión, su instrumento volvió a dispersarse. Miró la vasija, percatándose que ya se encontraba llena y, entonces, giró hacia los cuerpos de los fallecidos e hizo una leve reverencia. - La paz les pertenece... Pronto, el universo podrá disfrutar de la bondad del señor U̿͋m͛͜r̭͓̯̍͆tͬ͂̅̏ͨ҉̳̩̥͔í̼̲̺͑̾̌͌̅̒. Su mano será extendida a todo aquel que pueda aceptarla, otorgándoles su sitio en el paraíso del descanso eterno... - Se acomodó una vez más, poniéndose firme, y dándose cuenta de que no se encontraba sola en aquel sitio. No muy lejos de ella, un misterioso ser de gran tamaño con una bata roja puesta sobre sí le miraba atentamente, curioso.

Ella, algo asustada por aquella presencia, en un movimiento rápido, echó a correr por el túnel que seguía el camino, alejándose del "Demonio".