Papelera: TEMA FLOOD

por Liam Jane Holland Lun 17 Feb 2014, 15:00

Recuerdo del primer mensaje :

MARIHUANAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!
Había una vez una papelera... esa papelera ES MÍA JODEOS GILIPOLLAS :DDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

Soy la macha alfa y pongo lo que quiero - Arwen:

¿CUANDO VOLVIÓ MX3 QUE NO ME DI CUENTA? ¿AHORA ME CENSURÁIS UNOS DILDITOS?

por Lisander Mar 18 Mar 2014, 18:05

Tengo mi formula destructiva de nuevo Wiii

por Liam Jane Holland Mar 18 Mar 2014, 18:06

Me voy a hacer monja.

por Nachiu Mar 18 Mar 2014, 18:07

No invento. Obviamente no lo dicen explicitamente... pero casi.

¿Alguna vez leíste el Primer Testamento?

por Lechuza Mar 18 Mar 2014, 18:08

Se llama "Antiguo testamento" Facepalm

Dice que la mujer fue creada a partir de un hueso del hombre, no dice nada de objeto.

por Nachiu Mar 18 Mar 2014, 18:10

Bueno, cualquiera e confunde, sigue siendo la misma mierda con distinto nombre.

Esa es la primer parte. Leela toda.

por Rhinestone Mar 18 Mar 2014, 18:11

Arregla la maldita papelera, papuda.

por Nachiu Mar 18 Mar 2014, 18:12

Iba a decir algo parecido, pero sin insultar.

por Lisander Mar 18 Mar 2014, 18:15

Así que deformando el post principal se deforma todo eh?... interesante... .chino:

*Anota todo en su libreta*

Ya enserio, arwen, arregla la papelera.

por Lechuza Mar 18 Mar 2014, 18:16

Por mi que la saquen del tema principal...

por Nachiu Mar 18 Mar 2014, 18:19

Ojalá se pudiera...

por Dumdon Mar 18 Mar 2014, 18:58

por Xhaps Mar 18 Mar 2014, 20:44

Apuesto cien pesos y medio litro de sangre a que nadie lee esto:

El miedo a lo desconocido. El miedo a lo desconocido es algo que toda criatura siente, sea por un simple instinto de supervivencia o miles de derivados que se han inventado. El volcán había erupcionado, en los desiertos jamás había sucedido algo de tal calibre. ¿Entonces, comprendía la bestia la tremenda inseguridad que sin paro y advertencia le había atacado? Puede que sí, a su manera. Sabía que existía peligro, pero no podía encontrarlo más que en el aire, en esa pesadez que había aparecido de repente, y en el horrible estruendo anterior.

Por eso mismo buscaba la respuesta por el sitio más adverso. Su salida o era perderse hasta no poder encontrarse, o, que alguien le explicara limpiamente lo que sucedía. Y le había tocado la mejor conversación...

El lenguaje apesta.

Al primer comentario hizo caso omiso, como un sermón o reprimenda que se le da a quien no tiene oídos. Pero no negó la necesidad que tenía en aquel momento. Respiró abiertamente antes de que continuara el sheikah con su propuesta, sintiendo como la tierra seguía moviéndose bajo sus pies, rugiendo entre intervalos que lo desconcertaban con más fuerza. Zarandeó la cabeza para olvidarse de eso, para salir de un trance que le dominaba; eso sí, le ayudaron los bramidos y llantos lejanos de los prisioneros, fueran recién llevados a las celdas o no. Reaccionó también a las acciones del peliblanco, acercándose para no perder de vista sus movimientos.

-¿Los presos? –Dijo en un tono de pregunta, pero sin dirigir a nadie. ¿Por qué alguien querría vérselas con un montón de escuálidos enjaulados? Eso le daba curiosidad, pero no hubo gesto en su rostro más que pestañar con lentitud, mientras levantaba una de sus manos para rasparla bajo la nariz –al ejemplo de querer limpiársela…o quitarse el agua-, devolviéndola a su posición original rápidamente.

Dudo por un segundo, dándose cuenta de que no había formulado pregunta alguna más que algo que suponía conocido.

-Si te llevo allí…-Dijo con lentitud, no confiando siquiera en como él mismo hablaba.-…Me dirás por qué se mueve la tierra así…-Esta vez meditó.-…Eso es lo que quieres…

Sentía como la amenaza crecía con lentitud. Su inseguridad le llevaba a pensar que del castillo no quedaría nada para él, ni sustento ni seguridad. La reina perdería su poder tarde o temprano, era obvio que ya había dejado su bando desde que empezó a bajar las escaleras hacia el calabozo.

-…Entonces sígueme.

La balanza mental, como un péndulo, bamboleaba la certeza de que fuera a funcionar la escolta. Continuamente la bestia, mientras se desplazaba por las ponzoñosas aguas, observaba que no le estuvieran tendiendo una trampa a espaldas suyas. Le guiaba por un escondrijo que solo él conocía tras haberse quedado tanto tiempo: Un guardia no aguantaba quedarse en un lugar que emanaba pestilencia de esa manera. Técnicamente estaban pasando justo por detrás de las celdas, y aunque no se vieran se escuchaba como los recién llegados intentaban romper los muros. Ryuu eligió la más alejada de todas, la más oscura, para mostrarle a quién le seguía. El muro estaba resquebrajado de tantos golpes que le habían dado, incluso un algo de sangre se filtraba por las grietas. La bestia no dudó, con su cornamenta, en debilitar la roca con el mayor silencio posible. Cuando hubo quebrado lo suficiente utilizó sus garras y desmembró la piedra rápidamente. Dieron con una celda aparentemente vacía, solitaria, con nada más que un cadáver de blancos huesos tirado por allí.

-Aquí lo tienes –dijo, intentando no llamar la atención.- Por este lugar nadie… jamás pasa, lo sé.

Observó al peliblanco con una mirada asesina, esperando. El veneno de la nube tóxica seguía acercándose lentamente a la imponente y corrompida fortaleza mientras el dragón intentaba debilitar los barrotes. Estaban tan viejos y oxidados que con agitarlos ya caían. ¡No habían puesto un prisionero allí hace incontables años!