Una pequeña historia

por Blackbird Miér 02 Abr 2014, 15:00

Hola a todos!! Qué tal están? últimamente paso poco por aquí x) Bueno les quería pedir ayuda con una historia que escribí, la cosa es... no sé qué título ponerle .-. Bueno, espero que os guste y que podaris ayudarme :3

Me llamo Rose, nací en San Francisco, California, tengo 17 años y bueno... perdí a mis padres hace 3 años, supongo que desde entonces ya no soy la misma.

Ahora mismo vivo en Los Ángeles, en un internado de los Ángeles, en el que me metieron mis últimos tutores porque no podían más conmigo por el mal comportamiento y los delitos callejeros cometidos.
Hoy Día 24 de Febrero, intento hacer la tercera escapada del internado, habiendo fracasado las 2 últimas anteriores veces porque siempre me acaban cogiendo por los alrededores.

Salí temprano, sobre las 7:30am, escabullendo de las cámaras de seguridad, ya me conocía todas, incluso las que están apagadas. Bueno pues sólo quedaba forzar la cerradura de la puerta principal, pero justamente entonces oigo un ruido y salgo corriendo. Me quedé quieta un tiempo entre los matorrales del parque trasero, pasado unos minutos, cuando pensé que ya no había nadie, eché a correr hacia el bosque pero... veo que alguien me sigue por detrás. Me giro y le saco un cuchillo robado del comedor del internado y le digo:
--¿Qué mierdas haces siguiéndome? Vete por dónde has venido.
Me miró con una cara algo… ¿rara? Me dijo:
- Veo que intentas huir, tengo una moto cerca. Puedo ayudarte.
--¿Por qué debería de fiarme de ti?
-Técnicamente soy la única persona que te puede sacar de aquí. Vas a pie y ellos tienen coche... no tengo apego por la autoridad y cualquiera que tampoco lo tenga es mi amigo.

Yo le conocía, bueno por lo menos le había visto un par de veces trabajando en los jardines y limpiando los pasillos, creo que se llama Jack y por el aspecto no parecía tener más de 20 y ... algunas veces parecía muy colocado de LSD, maria o alguna otra droga con los ojos rojos y andando balanceándose por los lados.
El caso es, guardé el cuchillo y me fui con él hasta que llegamos en donde su moto. Rajamos los neumáticos de los coches que veíamos de policías y profesores y nos fuimos rápidamente.

Pasadas unas largas horas, paramos a ocultarnos. Según Jack , era un piso franco y bueno. Tenía toda la pinta de serlo.
Le di las gracias por ayudarme a salir del internado y que ya no necesitaba más su ayuda y me giré para seguir por mi cuenta.
-No tienes posibilidad de ser libre sin una buena falsificación. Si me ayudas en un trabajo, te conseguiré una nueva vida con unos papeles y podrás irte.
Eso fue lo que me dijo. Sospeché bastante de él… no tenía razón alguna para ayudar a una desconocida.
--Por qué esa amabilidad con una extraña?
-He dicho que si me ayudas te conseguiré tus papeles. Si no, te dejo sola para que te las arregles como puedas. No es amabilidad, es interés mutuo tonta.
Me quedé pensando un rato. No sé porqué pero acabé por aceptar su petición aunque me esperaba que algo malo iba a pasar tarde o temprano.
Entro en el piso franco detrás de él, me senté en la cama, olía algo mal ese sitio extraño y silencioso… Para romper el hielo, me presenté ante él. Tenía razón, se llama Jack. El tipo es muy soso, me dijo su nombre y se fue al otro lado de la habitación y cogió una lata de cerveza junto a una silla en la otra mano y lo pone en frente de mí y me dice:
-Bien te explico, le debo a un hombre de Nuevo México cierta cantidad de dinero y tú me ayudarás a conseguirla.
--¿…Cuánta cantidad? ¿Por qué? Y… ¿Cómo pretender conseguirlo? (le dije algo nerviosa)
-10.000.000$ por unos negocios, simplemente haremos ‘’una retirada de fondos’’ del Banco Central Americano, con sede en Los Ángeles, es decir aquí.
Me quedé boquiabierta, no sabía que responderle… pero después de pensarlo unos segundos, no tengo nada que perder así que ¿qué más dará?.Le dije:
--A ver enemigo-amigo, retiraremos 12.000.000$, 10 para tu hombrecito, 1 para mí y otro para ti. Si algo sale mal, yo no te conozco de nada, bastantes problemas tengo ya… pero necesito dinero…
-Que ingenua eres, en ese sitio hay miles de millones y millones, no vamos sólo a por lo justo
Me parecía impresionante que ese drogadicto realmente pensara robar un banco así por la cara, pero ya que lo iba a hacer, creo que hay que aprovechar la oportunidad.
--Pues entonces quiero el 50% de todo el resto.
-Ni de coña, el 10% y los papeles.
--50% y los papeles o no hay trato, además ¿Qué vas a hacer tú, un drogaticto con tanto dinero?
-Para lo mismo que tú, ahí tienes la puerta.
Salí por la puerta de muy mala leche, y sin haberlo pensado 2 veces decidí delatarle cuando de repente oído la carga de un arma. Me asusté… giré despacio, vi que era Jack con un magnum45 apuntándome y diciéndome que no me mueva de allí con su última oferta de 25% del dinero más los papeles.
Me parecía realmente estúpido, él no me conoce, yo sé artes marciales, cuando estaba con mi padre a él le gustaba que yo fuese una chica fuerte y que sea capaz de defenderme, aunque creo que nunca habría pensado que yo estaría en ésta situación.
Me acerco despacio hacia él, tal y cómo él me dijo. Pero en un momento de despiste suyo salté encima de él tirándole al suelo, alejando su magnum y yo con mi cuchillo sobre su cuello. Por desgracia recibí el roce del disparo por la cintura pero no era nada grave, me dije:
--Mira tío, he vivido los últimos 3 años sin los papeles, asique me importa bastante poco ¿sabes?, yo lo que quiero y necesito es el dinero! Quiero el 40% del dinero y el 60% para ti, es mi última oferta.
-y ¿Cómo vas a esconder y blanquear tanto dinero?
--Tu no te preocupes de eso, tengo muchos contactos, que me hayas visto en un internado de ricos y pijos por todos los lados no significa que yo pertenezca a esa clase. Entonces… ¿trato hecho?
Se quedó pensando un rato pero luego acabó por aceptar, no creo que llore por el dinero, además al fin y al cabo tiene más que yo con el 60% para él. Me levanto de encima de él y me sacudo el polvo de los pantalones cuando de repente me clava una jeringuilla en el cuello… poco a poco pierdo la consciencia y al rato todo se volvió oscuro.
Pasado no sé cuánto tiempo me desperté en un sofá-cama en algo que parecía ser una única habitación, llena de polvo, desorden y aparatos por todos los lados…
--¿Dónde estoy? ¿... qué… qué ha pasado?
-No podía permitir que sepas la ubicación de este lugar, por ello te he sedado. Aquí es dónde vamos a planear el robo así que vete acostumbrando nena.
--¡¡YONQUI DE MIERDA!! ¡¡Podrías haber avisado!! Y no me llames nena.
Estaba muy enfadada, no tenía ganas de nada y seguía sintiéndome muy mareada. A él poco le importaba todo aquello que decía o eso es lo que parecía.
-¿Cómo que yanqui? Bueno al asunto. El banco está absolutamente informatizado, asique podemos hackear el sistema, en ese momento tú debes de echar gas éter a los vigilantes, yo estaré en la furgoneta a pocos metros de dónde tu estarás, y lo más importante, como tienes la suerte de ser tan delgada, tienes que ir por las alcantarillas con el gas éter para desmayar a los guardias, ¿entendido?
De todo lo que ha estado diciendo de poco me había enterada, tenía muchísima hambre, necesitaba algo de comida.
--Que plan más chungo tio. Oye tienes algo para comer?
-Mira en la nevera. Come bien que después tienes que ir a coger el gas. Yo ya me ocupo de la furgoneta y el virus para el sistema operativo.
Antes de que terminara de hablar yo ya salí rápidamente a la nevera a por algo de comer.
Tras comer, le pregunté que dónde podría conseguir el gas éter, según él estaban en la planta química que está a pocos kilómetros de aquí y que debía coger 6 de ellas. No sé en qué pensaba él pero tampoco es que tenga tanta fuerza para cargar con 6 bombonas de gas… no tenía la menor gana de ir a por ellas, tendría que cargarme con ellas 6 veces…
-Oye se me olvidó decirte que tengas cuidado con las bombonas de gas, son peligrosas, coge una carretilla de las que está en el patio trasero, no te preocupes por la seguridad las cámaras no funcionan y para entrar puedes saltar la valla o cortar el segundo cable rojo de la puerta principal para que no salte ninguna alarma.
No sé por qué pero al fin y al cabo tenía el pequeño presentimiento de que esto podría salir bien.
Me fui sin decirle nada e hice lo que me pidió.
Tras más de una hora de esfuerzo duro, llego a casa (si es que se le puede llamar casa) cansadísima. Veo a Jack que seguía trabajando con el virus. Me di cuenta de que había comprado comida, soplete, soportes raros y más trastos que no entendía.
--Tio necesito una ducha y la comida no te preocupes, comí bastante antes.
-El baño al fondo, la puerta que está cerca del soporte de metal. Por cierto… sólo hay una cama.
--(Resoplo) Habrá que aguantarse…
Lo de dormir en la misma cama con alguien a quien apenas conozco no me hacía mucha gracia… pero bueno. Me fui a duchar y al volver me puse en una esquina de la cama con los auriculares, de por si él roncaba o algo.
Al día siguiente, por la mañana, me subí a la azotea de la casa para ver el amanecer mientras me tomaba el café.
Vi que llegaba Jack muy preocupado…
--¿Qué pasa?
-Nada, que no te veía…
--Oye, soy de confiar pero necesito mi tiempo de soledad, ‘’aaagg’’ da igual, buenos días.
-Si una persona a la que acaba de conocer al cual le he contado mis planes, ¿cómo esperas que reaccione? Venga baja, que tenemos asuntos pendientes por hacer.
Fui tras él y nos vamos en la furgoneta grande. Parecía muy convencido de que su plan funcionaría… yo también confiaba en él.
Aparcamos a varios metros de la sede, y Jack me dio un auricular para estar al tanto de los sucesos.
Yo me metí por las alcantarillas tal y como lo planeado, olía más mal que el piso franco a pena podía respirar, pero poco a poco me iba acostumbrando al olor, que en gran parte me parecía asqueroso.
Llegué en el sitio, justo debajo de la sede, avisé a Jack al instante y pusimos en marcha todo.
Me puse la máscara y subí para dispersar el gas éter.
Por ahora todo iba de maravilla. Los guardias desmayados y en cuestión de segundos Jack habría hackeado el sistema operativo.
Y así fue, después de que Jack lo consiguiera, me toca entrar y cargar el dinero por las alcantarillas y llevarlas a Jack en la furgoneta.
Tenía poco tiempo… y todo el dinero pesaba demasiado par a mí.
La sorpresa fue que Jack envió a 3 amigos suyos para ayudarme, creo que más no podría agradecerle por ello.
Recogimos absolutamente todo el dinero, y salimos de allí en menos de 10 minutos.
Cargamos el dinero en la furgoneta y la idea era ir a México para que no nos pillaran, y así hicimos, tras varias horas llegamos a México, pagamos a los 3 ayudantes que tuvimos y les dejamos allí.
Jack y yo continuamos con el recorrido, se oía por todas partes el robo de la sede de Los Angeles y todo el mundo estaba pendiente de ello.
Decidí llamar a uno mis amigos que vive en México para que nos ayudara a escondernos durante un tiempo. Y allí nos quedamos durante 3 días más o menos. Después de ellos Jack envió el dinero que debía a su supuesto ‘’ hombre ‘’ y me dio mi mitad que eran más de 500.000.000$.
-No empieces a comprar ropa a lo loco con este dinero, ten cuidado con lo que haces si te pillan estás y estamos acabados… Bueno gracias, creo que aquí llega el final.
--¡No soy tan tonta! Sé cómo funciona esto… más o menos… y bueno de nada…
Me quedé mirándole un rato, no sabía qué hacer… no tenía a nadie… sin pensarlo 2 veces decidí abrazarle y pedirle que si me podría quedar con él. Con él para siempre, siendo feliz.